Antiglobalismo absurdo

Estimado director,

después de ver y oir el discurso de Santiago Abascal en la moción de censura, también me quedé perplejo con el párrafo que señala Vidal-Quadras en la entrevista publicada ayer, "El antiglobalismo de Abascal que espanta al primer líder de Vox".

Trump puede decir "America First" porque Estados Unidos es un país con más de trescientos millones de habitantes, amplio territorio y recursos como para soportar un cierto proteccionismo temporal para reajustarse ante el nuevo mapa geopolítico mundial. Un proteccionismo que, a corto plazo, le puede dar temporalmente buenos frutos económico y electorales. Aunque veremos lo que sucede a medio y largo plazo.

Guardando las distancias, Abascal pareció reivindicar la vuelta al estado-nación con plena soberanía en el contexto de la Unión Europea. Con grandes naciones, en el sentido demográfico, territorial de recursos, etcétera, como China, Rusia y EEUU, y otras emergentes como India, Turquía, Brasil, etcétera, a Europa no le queda otra que estar unida y ser lo más fuerte posible. Unida políticamente, económicamente, socialmente y militarmente con una moneda fuerte, el euro, que debe a aspirar a ser la moneda de reserva y transacciones económicas mundial. Eso es algo que a EEUU le molesta especialmente y por ello lleva tiempo poniendo palos, junto con su prima Inglaterra, en la rueda de la consolidación de la Unión Europea.

EEUU sabe que el punto débil para impedir la consolidadión de los Estados Unidos de Europa está en los estados-nación, en los nacionalismos. En la Europa del Este está pujando fuerte (Polonia, Hungría), y después de lo que escuché a Abascal en la moción de censura, parecería que quiere utilizar a España en el proceso de descomposición que pretenden los anglos. Si lo consiguieran, en Europa sólo quedarían nacioncitas con su peseta, su lira, su escudo, su dragma y su historia a merced de las grandes naciones en el nuevo mapa del orden mundial.

Emilio