Comentarios sesgados, por R. Soria
Uno siente estupor cuando, terminado el artículo, continúa leyendo las opiniones de tantos otros lectores que, al contrario que nutrir y estimular el debate, lo hacen implosionar
Estimado director,
cuando cualquier lector acude a las páginas de este diario lo hace a sabiendas de que el tono de sus artículos será sosegado y plausiblemente objetivo. Y que, en cualquier caso, las exposiciones de sus opinadores se encontrarán suficientemente fundadas.
Considerando esta premisa, uno no puede sentir más que estupor cuando, terminado el artículo, continúa leyendo las opiniones de tantos otros lectores que, al contrario que nutrir y estimular el debate, lo hacen implosionar, vertiendo opiniones tan sesgadas y cáusticas como las de, desgraciadamente, muchos de nuestros políticos; sólo un honroso y pequeño número de comentarios consigue lo contrario.
Por esta razón, me gustaría animar a la dirección de El Confidencial a revisar su política en torno a este asunto y tomar, en su caso, las iniciativas y acciones que estimen pertinentes para corregir o mejorar la actual situación.
Rafael Soria Ruiz
Estimado director,