Cambio de época, por J. Neira

Estimado director,

el sistema (capitalismo y democracia liberal) nos ha entregado en Occidente años de prosperidad y derechos individuales y colectivos inimaginables para nuestros antepasados. Pero ha llegado el tiempo de las turbulencias. No una época de cambios, un cambio de época.

La primera reacción es el repliegue defensivo, conservar lo que nos dio prosperidad y un futuro. Sabemos que no funciona, pero es inevitable. Es una reacción instintiva, como individuos y como sociedad, pero es también no querer afrontar la realidad. En ese repliegue defensivo hay un "corrimiento conservador" llamativo. A saber: la derecha, que es conservadora por definición, se hace ultraconservadora, lo cual está muy bien descrito en el artículo "Una nueva derecha está surgiendo con el coronavirus", de Esteban Hernández.

La izquierda templada de la socialdemocracia es hoy, no en el discurso, en la política real, como el centro derecha europeo de esos años dorados que ya se han ido. Y la izquierda, digamos que auténtica por oposición a la socialdemocracia, no en el discurso, en las políticas reales, resulta menos transformadora que la socialdemocracia de esos años dorados que nos resistimos a perder.

En lo tocante a este último punto, IU ha desaparecido a manos de Podemos, y este último, trasmutado en UP, desde el gobierno donde prima la política real, no se ve capaz ni tan siquiera de frenar la privatización de Bankia y olvida una propuesta de banca pública que no llegaba más lejos de la que existe en Alemania con amplios gobiernos conservadores.

Lo anterior queda oculto por una extrañamente llamada guerra cultural izquierda-derecha, tanto más exacerbada y sobreactuada cuanto más ominosa es la realidad que se pretende ocultar.

El resultado es la calidad y eficacia de la respuesta frente a una pandemia que arrasa vidas y haciendas. Y no hemos hecho mas que empezar.

Jesús Neira