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Tendencia Lux | Los futbolines más exclusivos para disfrutar de la Euro
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JOGO BONITO SOBRE UNA MESA

Tendencia Lux | Los futbolines más exclusivos para disfrutar de la Euro

En el mes del campeonato de fútbol europeo, te damos siete ideas de lujo para que montes el torneo en el salón de tu casa (o donde gustes)

Foto: Ilustración: Rocío Márquez.
Ilustración: Rocío Márquez.
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Decía Alfredo Di Stéfano que marcar un gol es como hacer el amor. Lo decía el hispano-argentino que fue, durante años, el máximo goleador del Real Madrid con 308 tantos. Tendrían que pasar décadas para que Raúl González le arrebatara este gran honor, y otro puñado de años para que el tsunami CR7 se pusiera por delante de ambos con 451. En cualquier caso, el cómputo total de Don Alfredo en partidos oficiales se acerca a los 700 goles (desde el River Plate hasta su retirada, fue de 480 dianas). Éxtasis futbolero absoluto.

Durante el mes de junio se celebra la Eurocopa 2021. La final tendrá lugar el 11 de julio y, hasta entonces, nos queda mucho fútbol por ver, mucha emoción (para bien o para mal) que vivir, muchos goles que contemplar y mucho amor (crucemos dedos) que hacer. Para celebrar el mes más futbolero del año (a finales de julio tendremos otra ronda con la Selección en los Juegos Olímpicos de Tokio), proponemos siete futbolines de lujo que harían las delicias del propio Di Stéfano.

Los siete modelos que vamos a ver en los próximos párrafos merecen estar ya no en el mejor salón de la casa, sino en una galería de arte (de hecho, hay alguno que lo está).

El fútbol sin aristas

Hay palabras que definen un estilo, una actitud, un principio. The Pure (Puro) es el nombre que han elegido para este modelo creado entre el estudio de diseño Alain Gilles y la empresa Debuchy by Toulet. Esta marca fue creada por el jugador de fútbol francés Mathieu Debuchy (exinternacional galo que esta temporada ha militado en el Saint-Étienne) y por Toulet, un productor francés de mesas de billar de alta gama desde 1857. De los conocimientos futboleros de uno y el amor por los juegos de salón del otro nace este futbolín de líneas sutiles, tonalidades neutras y con un especial protagonismo de la madera en su elaboración.

placeholder The Pure. (Foto: Alain Gilles)
The Pure. (Foto: Alain Gilles)

The Pure ha sido concebido para crear una sensación de calidez con el diseño nórdico como claro referente: minimalismo sin aristas, funcionalidad sin esquinas. Sencillo y práctico, está disponible en una amplia gama de acabados y colores de madera. Y, según sus creadores (y esto lo dicen ellos), "ha sido diseñado para que tenga un toque femenino suave". El precio arranca en los 10.000 euros y a partir de ahí va subiendo en función de la customización que le queramos aportar.

Juego cristalino

Ahora que el fútbol ha adoptado el VAR como herramienta para corregir posibles errores arbitrales y aportar más transparencia al juego, he aquí un futbolín que permite ver el partido sin sombras y sin ángulos muertos.

Este modelo, bautizado con el nombre de Cristallino, está elaborado con tecnología de vanguardia y las hábiles manos de artesanos italianos que perfeccionan cada detalle para una obra de arte única y exclusiva. Forma parte de la serie Teckell Krystal y tiene dos acabados distintos: con el campo negro o transparente. Los jugadores están elaborados en aluminio: un equipo cromado brillante, el otro en níquel oscuro. Tiradores y puntuadores son de latón cromado y las porterías llevan marcos de acero inoxidable pulido y redes negras artesanales.

La estructura ha sido creada en cristal grueso para que aumente la velocidad del juego. Y ya aprovechamos para meter el dato Trivial del artículo: se ha determinado que una bola puede llegar a alcanzar los 120 km/h, casi calcando los 121 kilómetros por hora de Roberto Carlos cuando vestía la camiseta del Real Madrid.

placeholder Detalle de los jugadores. (Foto: Teckell)
Detalle de los jugadores. (Foto: Teckell)

La pieza es obra de estudio italiano Adriano Design y está desarrollada por Teckell, una firma italiana con una historia que se desarrolla en cinco capítulos: tecnología de diseño, materiales exquisitos, colecciones de productos, experiencia artesanal y valores fundamentales.

El precio de Cristallino arranca en los 6.000 euros, pero existe también una edición limitada con los jugadores bañados en oro de 24 quilates cuyo valor asciende a 20.740 euros.

Jogo bonito

No se nos ocurre mejor nombre, 11-The Beautiful Game, para el que es, hasta la fecha, el futbolín más caro de la historia. Tiene un precio de 68.000 dólares. Lo vamos a decir en euros, a ver si así duele menos: 55.771. ¿Mejor? Sale a unos 2.500 euros cada fichaje, pero el diseño es espectacular y el nombre le hace justicia. 11-The Beautiful Game (no creemos que necesite traducción ni explicación) fue presentado por primera vez en el Salone del Mobile de Milán de 2008. Ganó los premios de diseño GIO y Red Dot (la biblia del diseño global) lo colocó en la portada de su anuario en 2009.

placeholder 11-The Beautiful Game. (Foto: Gro Design)
11-The Beautiful Game. (Foto: Gro Design)

Aunque han pasado ya unos cuantos años, el modernísimo diseño de esta mesa no ha sido de momento superado. El modelo surgió del trabajo conjunto de dos estudios: Gro Design en colaboración con Tim Modelmaker, y no solo tiene unas líneas elegantes y un acabado finísimo, es que, además, aunque en las fotos no se puede apreciar bien, cuenta con una serie de efectos de iluminación controlados por un 'software' para lograr una experiencia más completa. Sí, se enciende.

El lema del estudio que lo ha desarrollado es: 'Diseñamos experiencias de usuario con personalidad y alma'. Y lo logran, vaya que sí.

A la etiqueta de precio se añaden reproductores hechos a mano que están bañados en un llamativo acabado cromado. Para que nos hagamos una idea de la meticulosidad y mimo del proceso de creación, se necesitan 12 semanas solo para elaborar a los jugadores.

El clásico

No nos referimos a un partido de fútbol que enfrente al Barça-Madrid o un derbi entre el Athletic y la Real Sociedad, sino a este futbolín que propone una mirada al pasado, a una época en la que el balompié ni siquiera estaba inventado (o sí, si hacemos caso a esas teorías que afirman que fueron los guaraníes del siglo XV y no los ingleses del XIX los padres de este deporte). En cualquier caso, viendo las líneas de este modelo creado por la casa italiana Cavicchi, uno puede imaginarse al mismísimo Mozart silbando 'La flauta mágica' mientras echa una partidita.

placeholder Soccer Opera F1 Scuderia. (Foto: Cavicchi)
Soccer Opera F1 Scuderia. (Foto: Cavicchi)

Soccer Opera F1 Scuderia, como su propio nombre apunta, combina la emoción del fútbol, la grandilocuencia del bel canto y la garra de la Fórmula 1. ¿Y cómo se 'aterriza' todo esto en un juego de mesa? Apostando por un diseño preciosista de cromo espejo con bases en acabado de acero y tomando prestado el lacado en rojo que recuerda a la famosa escudería italiana del Cavallino Rampante.

El marcador está fabricado con metal cromado brillante y las esferas son de nácar. Los pomos son de piel auténtica y se presentan en el mismo tono de laca roja del balón de fútbol. Las costuras están hechas a mano.

La firma italiana Cavicchi, que lleva casi un siglo fabricando billares de alta gama, cuenta con varias líneas de diseño de futbolines que van desde el estilo más recargado de su colección Calcetto Opera a las más futuristas del Calcetto Cheope. El modelo que más nos ha seducido (Calcetto Opera F1 Scuderia) pertenece a una subcategorización en la que también encontramos modelos como el Calcetto Opera Ninja Turtle. Sí, la de Donatello y compañía.

Ideal para jugar un partidillo con 'La traviata' o la marcha triunfal de 'Aida', de Giuseppe Verdi, a todo trapo.

El retrofutbolín

Una de las principales características de este modelo creado por la empresa Eleven Forty es ese acabado vintage que nos lleva a otras épocas, a otro fútbol en blanco y negro, con la voz de Matías Prats haciendo vibrar a todo el país narrando el gol de Zarra que supuso la histórica victoria de la Roja contra Inglaterra en el estadio de Maracaná. Igual nos hemos venido arriba con la máquina del tiempo, pero podría serlo si hacemos uso de la otra gran ventaja del Bespoke Opus Table Football: poder tunear a los jugadores.

placeholder The Opus. (Foto: Elevenforty)
The Opus. (Foto: Elevenforty)

Así que, si pusiéramos al mítico Antoni Ramallets en la portería o a Estanislao Basora defendiendo, estaríamos recreando aquella selección que viajó a Brasil en el verano del 50. Claro que, si lo prefieres, puedes componer tu propio 'dream team' con tus jugadores favoritos o, ¿por qué no?, crear delanteros y mediocampistas con las caras de tus familiares, compañeros de trabajo o tu mascota. ¿Pelé en el campo? Hecho. ¿Indira Ghandi en la delantera? Perfecto. ¿Tu caniche de capitán? Fenomenal. Las posibilidades son infinitas.

placeholder Detalles de jugadores tuneados. (Foto: Elevenforty)
Detalles de jugadores tuneados. (Foto: Elevenforty)

Cada mesa está hecha a mano en vidrio grabado. Mientras que las patas y manijas de acero inoxidable añaden un toque moderno, su acabado de madera convierte a The Opus en una obra maestra atemporal. Se puede elegir entre roble, fresno, nogal y caoba de alta calidad.

Curvilínea y elegantemente sobria, la mesa cuenta con una superficie de juego iluminada que puede ajustarse para adaptarse a tu estado de ánimo o al espíritu de un juego en particular. Eso y que puedas gastarte unos 28.000 euros.

El arte del balompié

Bien. Hasta aquí futbolines de lujo, estudios de diseño, creadores de sueños. Pero seamos ambiciosos, pensemos a lo grande, demos un salto cualitativo y elevemos (el ya de por sí alto) nivel de lo visto hasta ahora a otros parámetros. El de las creaciones únicas. El de los bolsillos espléndidos. Si estás dispuesto a gastarte unos 80.000 euros, la creación del escultor francés Stéphane Cipre juega en otra liga. La del arte contemporáneo. Está considerado el futbolín más caro del mundo. Si, es cierto, eso ya lo dijimos con un modelo anterior, pero hablábamos de un modelo comercial, y este no lo es.

Nacido en París en 1968, Stéphane Cipre comenzó su carrera artística en 1987, estudió Bellas Artes en Villa Thiole e Historia del Arte en la Escuela del Louvre en Niza. Le gusta trabajar con el acero, 'jugar' con las palabras y flirtear con los objetos cotidianos hasta convertirlos en piezas de museo. Un ejemplo.

La pieza se vende como una joya de la Maison Degand, y su peso está en torno a los 100 kilos. No, no es sencillo moverlo del salón al garaje o del jardín al cuarto de los niños. Mejor decidirlo antes de recibirlo.

Realizada en aluminio y cuero, la mesa cuenta con algunos de los mejores jugadores del mundo que llevan su nombre esculpido en el cuerpo. La selección del artista incluye a Ramos, Messi, Maradona, Puskás y Di Stéfano, entre otros. Jugar un partidillo en un futbolín de Cipre es más difícil que colarle un gol a Buffon, porque solo existen 12 en el mundo.

El fútbol a lo grande

Existen, aproximadamente, 250 disciplinas deportivas registradas. De ellas, el fútbol es, de lejos, el deporte que más seguidores tiene, con una cifra estimada de 4.000 millones de aficionados en el mundo, de los que 1.000 millones no solo lo siguen, sino que también lo practican, y 265 millones son futbolistas federados que compiten. Visto así, no parece raro que a alguien se le haya ocurrido perpetrar un futbolín que intente abarcar cuanta más gente mejor. En este caso, 'más es más' y el tamaño importa.

placeholder Lettner Evolution XXL. (Foto: KickerKult)
Lettner Evolution XXL. (Foto: KickerKult)

Aunque hay modelos que permiten participar en una misma partida a 22 jugadores (sí, como las plantillas de dos equipos rivales), nos vamos a quedar con esta aproximación fabricada por Lettner y pensada para ocho jugadores (el doble de lo habitual).

placeholder Detalle de los jugadores. (Foto: KickerKult)
Detalle de los jugadores. (Foto: KickerKult)

Con una longitud de 269 centímetros y una anchura de 74, la mesa pesa 200 kilos. Su precio ronda los 3.000 euros y está pensado sobre todo para esas reuniones familiares o de amigos en las que hay que ir turnándose y aguantar los tiempos muertos animando a tus compañeros.

Decía Alfredo Di Stéfano que marcar un gol es como hacer el amor. Lo decía el hispano-argentino que fue, durante años, el máximo goleador del Real Madrid con 308 tantos. Tendrían que pasar décadas para que Raúl González le arrebatara este gran honor, y otro puñado de años para que el tsunami CR7 se pusiera por delante de ambos con 451. En cualquier caso, el cómputo total de Don Alfredo en partidos oficiales se acerca a los 700 goles (desde el River Plate hasta su retirada, fue de 480 dianas). Éxtasis futbolero absoluto.

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