Deshielo de un glaciar

Ofrecido por Agbar

Por qué las iniciativas basadas en la naturaleza nos pueden ayudar en la lucha contra el cambio climático

Por EC Brands

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Encarar los grandes retos del futuro, ligados al crecimiento demográfico y los efectos de la emergencia climática, pasa por una alianza entre el ser humano y los ritmos naturales. Estos son algunos de los proyectos que guían el camino a seguir, un recorrido que deberemos transitar en consonancia con el planeta.

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i hay algo que une a expertos, empresas y sociedad en general es la necesidad de actuar cuanto antes para mitigar los efectos de un acelerado cambio climático. El cómo, a veces, es el problema. La solución, en la mayoría de ocasiones, pasa por pensar en la manera en la que actúa la naturaleza, pues únicamente adaptándonos a sus cambios y ciclos seremos capaces de conseguir un futuro sostenible, que dé respuesta a los retos demográficos y sus consecuencias en los recursos hídricos y naturales. Así, los proyectos basados en la naturaleza se configuran como una de las mejores respuestas a esa pregunta; muchos son ya una realidad en multitud de lugares. Hoy os los acercamos con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.

“La humanidad viene de independizarse de la naturaleza. Fue la revolución industrial la que nos permitió producir el alimento necesario para duplicar la población mundial en pocas décadas”, comienza a explicar Fernando Valladares, científico experto en ecología del CSIC. En resumen: sometemos la naturaleza a nuestros proyectos y necesidades, muchas veces injustificadas, según su opinión.

Humedal

Humedal Illa de Mar en el Delta del Ebro, Tarragona.

Foto Agbar

Revertir esta dinámica pasa, sin lugar a dudas, por aliarnos con la naturaleza para encontrar soluciones más eficientes y resilientes, las dos principales características de este tipo de acciones. “Las basadas en la naturaleza hacen mucho con poco, y además de que son eficientes en términos económicos, lo son aún más en todo eso de lo que ahora tenemos menos: petróleo, árboles o agua”, explica el investigador.

La resiliencia, por su parte, permite que el sistema se acomode a los cambios ambientales, sociales y políticos. “En un momento de vaivenes tan grandes, el hacer un puente rígido no sirve de nada si cambia la corriente, por eso deberá ser flexible, reorientable”, ejemplifica el propio Valladares. Puede parecer difícil, pero es cuestión de lógica: si adoptamos medidas que se aúnen con el medio natural, desde sus inicios contaremos con esa capacidad de acomodarse al entorno y evolucionar.

Contrarrestar la acción humana

Se calcula que en 2030 el 47% de la humanidad, algo menos de 4.000 millones de personas, vivirá en zonas con estrés hídrico (en las que falta agua) y un 50%, amenazadas por 'tsunamis', según datos de las Naciones Unidas. “Los manglares son perfectos para esto, porque laminan las olas y reducen mucho su impacto, pero los hemos erradicado con tanto deporte náutico y explotación de gambas”, completa el experto en ecología.

Diferentes experiencias a nivel mundial prueban cómo las soluciones basadas en la naturaleza son las que más se adecúan a nuestras necesidades reales. Así ocurrió en la ciudad de El Cabo, donde en 2018 se plantearon incluso cortar el suministro de agua a la población debido a la sequía que sufrían. Tras calcular diferentes posibilidades para encontrar una salida a la problemática, llegaron a la conclusión de que tan solo debían eliminar ciertas especies exóticas invasoras que transpiraban cientos de hectómetros cúbicos de agua. Así consiguieron evitar la evaporación y conseguir miles de litros del recurso más esencial que existe para uso y disfrute de la población.

La renaturalización aumenta la calidad de vida

Parque La Marjal en Alicante
Foto Agbar

De esta forma, este tipo de iniciativas son fundamentales para contribuir a la lucha contra la emergencia climática y la preservación del medio ambiente. Algunas de ellas ya son una realidad en nuestro país. Desde el grupo Agbar, experto en la gestión del agua y los recursos naturales, tienen muy presente que el consumo del agua aumentará entre un 20% y un 30% de aquí a 2050, lo que provocará grandes tensiones en el sistema: “Nos adentramos en un contexto en el que el cambio climático se suma al crecimiento demográfico, lo que afectará directamente a los recursos hídricos”, indica Amelia Navarro, directora de Desarrollo Sostenible y Equidad del grupo en la Comunidad Valenciana.

Tanto en ámbito urbano como en espacios de interés natural, Agbar ha conseguido renaturalizar las zonas en las que ha desarrollado diferentes iniciativas, con el enriquecimiento en biodiversidad que ello conlleva. Eso es lo que sucede en el parque La Marjal, en Alicante, un espacio de ocio inundable que retiene las aguas pluviales y mitiga posibles inundaciones en la ciudad durante las lluvias torrenciales. “Construimos un parque con dos lagunas artificiales que absorben la capacidad de hasta 18 piscinas olímpicas. Hemos conseguido crear un pulmón verde con vegetación variada y autóctona propia del clima mediterráneo, a lo que se suman las diferentes especies de animales que viven en ella. Ya se han avistado más de 100 aves”, explica Navarro.

Construimos un parque con dos lagunas artificiales que absorben la capacidad de hasta 18 piscinas olímpicas.

Depuración natural e infraestructuras verdes

Ubicados en el Delta del Ebro, desde el grupo han puesto en marcha otra de estas soluciones: los humedales de depuración. De forma natural, estas zonas depuran el agua utilizada para el cultivo del arroz mediante el uso de la vegetación acuática y los microorganismos. “Son medidas que también traen consigo la creación de zonas de alto interés ornitológico y, en muchos casos, protegidas”, señala la directora de Desarrollo Sostenible y Equidad. Y continúa: “En el parque de El Recorral en Rojales, Hidraqua, empresa del grupo en la Comunidad Valenciana, ha llevado a cabo otra de estas soluciones con cinco lagunas en cascada que, usando agua regenerada, mejoran el proceso final de depuración y en el que hemos llevado a cabo distintas acciones de naturalización asociadas a flora y fauna”.

Parque El Recorral en Rojales
Foto Agbar

Las infraestructuras verdes son otra de las prioridades. Desde la compañía transforman instalaciones como depuradoras o potabilizadoras mediante jardinería ecológica y la eliminación de productos fitosanitarios y pesticidas, a lo que se añade el control de especies invasoras y su erradicación. “Incluso creamos hoteles para insectos y jardines de mariposas, con el propósito de propulsar la función polinizadora en el lugar”, añade Navarro. Y es que en el grupo tienen como objetivo la eliminación de los productos fitosanitarios en las instalaciones que gestionan, reto superado en el 90% de las mismas, según la directora.

Es momento de volver a conectarnos con el planeta, aprender de sus ritmos naturales y aliarnos con él para evitar un futuro que se dilucida muy hostil. Estas iniciativas son solo un ejemplo de que la solución es más sencilla de lo que parece, únicamente tenemos que mirar cómo actúa la naturaleza.

Créditos
  • Reportaje

    EC Brands

  • Diseño y dirección de arte

    Fernando Puente

  • Maquetación

    María del Mar Pérez

Arcadia

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