Niño africano bebiendo agua

El eterno problema del agua en África (y las iniciativas que tratan de paliarlo)

Por Guillermo Martínez

Recurso gráfico Botón de ir abajo

Solo 1 de cada 4 africanos consume agua tratada, lo que desemboca en el contagio de enfermedades y una elevada mortalidad infantil. La gran concentración de los recursos hídricos, su carácter multinacional, el crecimiento demográfico y la contaminación de este recurso azotan al continente. Algunas marcas impulsan proyectos de generación de agua potable para intentar paliar la situación.

L

levamos años escuchando el problema que asola a África: no hay agua; ni tampoco depuradoras ni canalizaciones que aseguren su traslado. Tan solo el 25 por ciento de la población del continente tiene acceso a agua tratada, un porcentaje que quiere ampliarse hasta el doble para el 2063, año en el que se focaliza la Agenda de la Unión Africana. Considerada un derecho humano, factor de estabilización y desarrollo, continúa vetada para millones de personas que siguen consumiendo agua de ríos y lagos, enfrentándose al contagio de enfermedades, una altísima mortalidad infantil y una baja esperanza de vida.

La Organización de Naciones Unidas (ONU), además de tratar el acceso a agua potable como un derecho humano, certifica que es un factor de estabilidad y seguridad en un contexto de conflictos a nivel internacional, como sucede en África. José Antonio Perea Unceta, experto en globalización, derechos humanos y derecho internacional, y profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), señala diferentes causas que provocan esta triste realidad.

Aldeanas cogen agua de lluvia para purificarla

Por un lado, la enorme desigualdad de recursos hídricos en el continente africano. “El Magreb y el norte de África, el Sáhara, carecen casi completamente de estos recursos, y solo el 7 por ciento se concentra en zonas muy pobladas de la costa de Marruecos, Argelia, libia, Túnez y Egipto”, desarrolla el docente universitario. La mitad del agua de África se ubica en la parte central del continente, atravesada por diversos ríos y el lago Victoria, el más grande del mundo. Y otro apunte: la República Democrática del Congo acapara un cuarto del agua total de África. La parte del Sahel y el cuerno de África solo obtienen un 15 por ciento de los recursos hídricos totales.

Sin consenso entre los países africanos

Río seco en África

Una enorme sequía y desertización golpea la zona de las grandes sabanas, entre el mismo Sahel y el centro de África, como consecuencia del cambio climático. “Es la zona del mundo donde más se notan estos efectos. También ocurre el fenómeno contrario, grandes inundaciones, pero en la parte central, así que ahí es agua sobre agua, agua que se pierde”, apostilla Perea. A ello se suma una tercera causa natural, aunque ligada a la problemática política, y es que tres cuartas partes de los recursos se encuentran en ríos y lagos multinacionales, por lo que su gestión requiere un consenso que no siempre existe.

“Eso es lo que pasa con el Nilo, compartido entre Egipto, Sudán y Etiopía. Pues estos últimos han construido una gran presa que amenaza con cortar el agua a los dos otros países. Se han creado organizaciones supranacionales para intentar mediar, pero en ningún momento se han puesto de acuerdo y Etiopía actúa por su cuenta”, Explica Perea Unceta. Él mismo puntualiza la enorme importancia de consensuar los usos de los recursos hídricos, como sucedió en Europa en el caso del Rin y el Danubio: “Fueron las primeras organizaciones internacionales del mundo, mucho antes que la de pesas y medidas o la de patentes. Era esencial crear comisiones de navegación y explotación de esos ríos porque si un país decidía cortar por un lado, los otros se quedaban sin agua, y eso es lo que no ocurre en África”, en sus propios términos.

Tan solo 1 de cada 4 africanos consume agua tratada, lo que repercute directamente en la transmisión de enfermedades como la malaria

La situación, desde luego, es alarmante. Sobre todo en este último caso, ya que la presa etíope está a tan solo 20 kilómetros de la frontera con Sudán. Tal y como agrega el profesor, “si desaguaran, se inundaría toda la zona oriental de Sudán y eliminarían cualquier comunicación por vía terrestre con el país; ahora imaginemos qué significa eso en un contexto de una operación armada en países con diferentes religiones”.

Millones de personas beben de ríos contaminados

Los bajos índices de acceso a agua potable en África no solo son consecuencia de causas naturales. Queda mucho por hacer dentro de la gran horquilla reservada para la política y la intervención internacional. Aparte del consenso, también hay una gran falta de infraestructuras, tanto de depuración como de distribución y saneamiento. “Solo el norte de África, lo que es el mediterráneo y algunos países del sur, tienen cierta distribución de agua. La mayoría accede a ella de forma natural, a través de lagos y ríos”, explica el investigador. De esta forma, tan solo 1 de cada 4 africanos consume agua tratada, lo que repercute directamente en la transmisión de enfermedades como la malaria.

Niños cogiendo agua de la calle

“Hay cálculos que indican que se necesitarían 140.000 millones de dólares para crear la infraestructura necesaria en África y acercar el agua a sus habitantes, sin contar con el mantenimiento de dicha infraestructura”, asegura Perea. A ello se suma una segunda cuestión humana: la concentración poblacional. En las últimas cuatro décadas, el continente ha experimentado un aumento demográfico “enorme”, apostilla el experto, sobre todo en Nigeria y la parte del sur.

La contaminación excesiva y creciente que se produce en el continente como consecuencia de las actividades extractivas mineras en zonas como Uganda, Burundi, el Congo, Liberia, Costa de Marfil, Sierra Leona y África central agrava mucho más el problema. “Toda la extracción se da en la ribera de los ríos, porque suelen ser minas por decantación. Al final los residuos se quedan en el agua que es fuente de consumo directo de millones de humanos”, completa el profesor de la UCM.

Se necesitarían 140.000 millones de dólares para crear la infraestructura necesaria en África y acercar el agua a sus habitantes

La propuesta que se maneja a nivel internacional para intentar paliar la problemática del agua potable en África pasa por priorizar su suministro por encima del de alimentos o medicamentos. “La FAO, por ejemplo, lo que hace es destinar sus fondos directamente a los municipios y comunidades pequeñas de africanos, en lugar de a los Estados. Persiguen crear pequeñas infraestructuras para el abastecimiento local, gestionadas y mantenidas por las mismas personas que las utilizarán”, desarrolla. De esta forma, estos recursos destinados a zonas con apenas medios hídricos ayudarían a lograr el reto de que la mitad de la población africana tenga acceso a agua potable en el año 2063.

Comprar agua para llevarla a África

Niña con botella de agua Auara

Esas infraestructuras, precisamente, son las que ayudan a construir desde AUARA. Esta empresa española fue la primera de Europa en comercializar una botella de plástico totalmente reciclada después de tener claro qué querían conseguir con la compañía: acercar el agua potable a los habitantes de aquellas zonas en las que no llega este recurso. Antonio Espinosa, su CEO, se percató muy pronto de esta problemática a medida que desempeñaba sus funciones como arquitecto. Construyó un colegio en Perú, un hospital en Etiopía y casas en Camboya. La conclusión fue que la falta de agua es el mayor lastre para el desarrollo de estos países. “Decidimos crear una empresa social, aunque los inicios no fueron fáciles porque por entonces casi nadie conocía ese concepto en España. Somos una empresa sin ánimo de lucro en la que está prohibido el reparto de dividendos”, afirma. “Salimos al mercado en septiembre de 2016, y desde entonces cada persona que compra una de nuestras botellas financia proyectos relacionados con la potabilización de agua, pero no solo en África, también en países de Asia, Sudamérica y América Central”.

Cada persona que compra una de nuestras botellas financia proyectos relacionados con la potabilización de agua

Así pues, la marca se asienta sobre dos grandes pilares: el fin social que persigue, el “ecodiseño” que tienen sus productos, y el packaging mediante el que los comercializan. Ahora se hacen más grandes entrando en el grupo empresarial de Hijos de Rivera: “Estrella Galicia ha entrado en el proyecto, lo que nos ha ayudado a limpiar la deuda que teníamos después del Covid, ya que la mayor parte de nuestros clientes provienen de la hostelería”, explica este joven emprendedor.

Esta diversificación del proyecto que aporta cierto valor añadido a la compañía no es óbice para la continuidad del fin social. “Tenemos los mismos compromisos que antes, los mismos pactos de socios y nuestro cometido no ha cambiado”, en sus propias palabras. AUARA, desde su fundación, ha financiado la puesta en marcha de más de un centenar proyectos de generación de agua potable que han beneficiado de forma directa a diversas comunidades en situación de pobreza extrema de 19 países. Es su granito de arena para conseguir el tan ansiado logro de la Agenda de la Unión Africana: conseguir que en 2063 la mitad de la población del continente tenga acceso al bien más básico que existe, considerado un derecho humano.

Créditos
  • Reportaje

    Guillermo Martínez

  • Diseño y dirección de arte

    Fernando Puente

  • Maquetación

    María del Mar Pérez

Arcadia

¿Conoces algún proyecto que esté ayudando a construir un futuro más justo y sostenible? Queremos saber la historia que hay detrás.

¡Escríbenos!
Botón de cerrar cta