humedal

Ofrecido por Cepsa

La restauración de un humedal onubense, clave para recuperar la población de aves acuáticas en peligro de extinción

Por EC Brands

Recurso gráfico Botón de ir abajo

El proyecto de recuperación de una laguna onubense, la Laguna Primera de Palos, ha logrado la recuperación de un valioso ecosistema que permite conservar la población de aves acuáticas y el uso sostenible de la biodiversidad

E

s de color marrón claro y tiene plumas traseras colgantes con tonos blancos. La garcilla cangrejera alza el vuelo cada año desde el continente africano hasta nuestras costas. Entre los juncos y cañas del Paraje Natural Laguna Primera de Palos caza pequeños insectos acuáticos y algunos peces, mientras su plumaje cambia a tonalidades anaranjadas al calor del verano. Este humedal de Palos de la Frontera, en Huelva, situado a medio camino entre las marismas de los ríos Tinto y Odiel y las del Guadalquivir, es de importancia para esta y otras muchas especies amenazadas: es uno de sus lugares de residencia durante su época migratoria; el entorno donde crían.

Los humedales mantienen la biodiversidad del planeta, pero, a pesar de su relevancia, en el mundo ha desaparecido ya el 64% de ellos en los últimos 120 años. En nuestro país, el 63% de la población de aves acuáticas que usan estos espacios para reproducirse presentan importantes problemas de conservación, según SEO BirdLife. Así, muchas especies como el porrón pardo o la cerceta pardilla, entre otros, continúan en “peligro crítico” desde hace años, como refleja el libro rojo de las aves de España, que evalúa el estado de conservación de la avifauna española.

Humedal con aves

Según un informe reciente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD), en los últimos 25 años se han llevado a cabo varios proyectos para recuperar estos ecosistemas, devolviendo al entorno un total de 18.000 hectáreas, entre las que se encuentran, por ejemplo, la Albufera de Valencia o el complejo lagunar de Cantalejo de Segovia. Ahora, este Ministerio ha puesto en marcha un nuevo Plan con el objetivo de que en 2030 se hayan alcanzado “avances relevantes”.

“La conservación del medioambiente es una demanda y, a la vez, un desafío de la sociedad. El compromiso afecta a todos, instituciones, ciudadanos, fundaciones y empresas, las cuales deben colaborar para liderar el cambio”. Son palabras de Jesús Velasco, Responsable de Fundación Cepsa en Andalucía y uno de los responsables del proyecto de recuperación que tuvo lugar hace ya 21 años, cuando los humedales todavía no ocupaban un lugar tan central en las agendas políticas o empresariales. Se trata de la Laguna Primera de Palos, que forma parte del Paraje Natural onubense: Lagunas de Palos y las Madres, que también está reconocido como Humedal de Importancia Internacional, según el Convenio de Ramsar.

Un grupo de mujeres y niños esperan su turno para ser vacunados en Puerto Príncipe (Haití)
Foto Cepsa

Laguna Primera de Palos, en Palos de la Frontera (Huelva).

Por su parte, Javier Camacho, el experto en conservación que ha estado asesorando a Fundación Cepsa en la restauración de este espacio, asegura que las actuaciones llevadas a cabo en los últimos 20 años han producido un cambio muy importante en el ecosistema, mejorando su biodiversidad de forma considerable, lo que ha facilitado la presencia de 39 nuevas especies de aves y potenciado su función como importante refugio de especies en peligro de extinción: “Cada año es visitado por más de 150 especies de aves, de las cuales 61 están amenazadas”. Y no son las únicas. También es el hogar de varios mamíferos, reptiles y peces susceptibles de extinguirse en un futuro.

Una buena muestra es el águila pescadora, ahora prensente en esta laguna: “En la década de los 80 dejó de reproducirse en Andalucía y en el resto del territorio peninsular, permaneciendo solamente unas pocas parejas en Canarias y Baleares”, cuenta Camacho.

La Laguna Primera de Palos ha conseguido ser un refugio de animales en peligro de extinción. Cada año es visitado por más de 150 especies de aves, de las cuales 61 están amenazadas

En 2003 la Junta de Andalucía inició el proyecto de reintroducción de esta especie, aunque el primer ejemplar no se observó en la laguna hasta pasados nueve años. Las actuaciones llevadas a cabo en este tiempo han permitido que cada vez sea más avistada en este lugar. "En 2013, se colocó un posadero en el centro de la laguna y rápidamente fue utilizado como oteadero y punto donde consumir sus presas”, recuerda Camacho. A día de hoy, ya es posible observar al águila pescadora durante prácticamente todo el año.

Número de meses en los que se ha observado al águila pescadora en los últimos años en la Laguna Primera de Palos

Precisamente por su importancia para las aves acuáticas, fue declarada humedal de importancia internacional o zona Ramsar (Convenio Internacional para la conservación de zonas húmedas) en 2005.

La recuperación de la vegetación tampoco ha quedado atrás. Hasta 2021 se han empleado 88 grupos de flora autóctona; algunos de ellos amenazados y decisivos para el mantenimiento de las poblaciones de aves y la propia mejora de la biodiversidad, como es el caso del nenúfar blanco, que ha sido clave para el regreso del Fumarel cariblanco como especie reproductora.

Así se logró la recuperación de la Laguna Primera de Palos

A mediados del siglo pasado, como ocurrió con otros muchos humedales en nuestro país, los impactos en la Laguna Primera de Palos se fueron incrementando debido a la elevada demanda de usos en el sector costero donde se encuentra. Así, la actividad agrícola, ganadera e industrial y las infraestructuras de comunicación, cercenaron el espacio, perdiendo las áreas más someras, que son las más valiosas para la biodiversidad. Adicionalmente, existían otras actividades como el sobrepastoreo y furtivismo que incidían directamente en la vegetación y la fauna, empobreciéndola.

Por todo esto, en 1999 se tomó la decisión de intentar solucionar este problema y restaurar el ecosistema para mejorar su biodiversidad. Aunque no fue tan sencillo, según cuenta Juan Carlos Rubio, que por aquel entonces era el director del Paraje Natural Marismas del Odiel y de los espacios del litoral de Huelva, entre los que se incluía este paraje: “Creo que por primera vez en la historia de nuestro país se consiguió llegar a un acuerdo entre la administración pública y una entidad privada para tratar de restaurar una laguna”.

Ave en el humedal

Según Carmelo Romero, alcalde de Palos de la Frontera: “Desde el inicio de la recuperación de este humedal, Cepsa, de la mano de la Junta de Andalucía y, por supuesto, siempre con la colaboración de nuestro ayuntamiento, trabajó para que la restauración no fuese una mera limpieza del terreno, sino una restauración integral, abordándolo desde una triple perspectiva: la recuperación ecológica, la restauración paisajística y la sensibilización ambiental, que permita la futura conservación del espacio. Veinte años más tarde, podemos decir que esta colaboración público privada ha sido y es un hito ambiental en España, muy en línea con el Decenio de la ONU sobre la Restauración de los Ecosistemas, porque ha marcado como objetivo prevenir, detener y revertir su degradación”.

Por primera vez en la historia de nuestro país se llegó a un acuerdo entre la administración pública y una entidad privada para tratar de restaurar una laguna

De esta forma, Cepsa y Fundación Cepsa (que centra sus esfuerzos en la transición ecológica y la protección y restauración de los ecosistemas, mejorando así la biodiversidad a nivel local) y de la mano de la Junta de Andalucía, decidieron dar un paso al frente para recuperar este espacio eliminando o aminorando los impactos que bañaban el paisaje. “No queríamos que el resultado final fuese una mera limpieza puntual del terreno, queríamos una restauración integral, continuada en el tiempo”, afirma Lucía Santolaria, responsable en el área de Programas de Transición Ecológica y Biodiversidad de Fundación Cepsa. Para ello lo abordaron desde cuatro perspectivas: la recuperación ecológica, la restauración paisajística, la investigación y la sensibilización ambiental.

Las acciones que se han llevado a cabo desde entonces son muchas. “Para la recuperación ecológica restauramos las comunidades vegetales originales y las áreas inundables perdidas, así como se recuperaron especies amenazadas y se eliminaron otras invasoras. También instalamos cajas nido para facilitar la cría de aves insectívoras, rapaces y murciélagos, y construímos un vallado perimetral con el propósito de impedir la entrada de ganado que sobrepastoreaba la vegetación, así como limitar el furtivismo, entre otras muchas cosas”, añade Fundación Cepsa.

Acuífero de Daimiel
Foto Cepsa

La restauración paisajística fue otra de las prioridades, según Camacho, ya que el entorno cuenta con multitud de infraestructura industrial y agrícola de considerable impacto visual: “Enterramos los tendidos eléctricos que discurrían por la parcela; retiramos las construcciones obsoletas, tuberías agrícolas e industriales; creamos pantallas visuales mediante alineaciones irregulares de vegetación que impidiesen la visualización del entorno industrial y agrícola, e hicimos una limpieza integral de las parcelas aledañas a la laguna, retirando plásticos agrícolas, escombros y basuras de todo tipo que se habían acumulado con el paso de los años”.

No obstante, las iniciativas siguen en pie, y aunque buena parte de las actuaciones se iniciaron en 2001, otras muchas se han ido completando desde entonces. “Seguimos diseñando y construyendo diversos tipos de isletas artificiales, cajas nido y refugios, dirigidos a diversas especies de aves y murciélagos, posaderos para la avifauna y vigilancia de predadores que puedan interferir en la cría de aves acuáticas como el jabalí, el zorro o los perros asilvestrados”, comenta Camacho.

Pero todos estos esfuerzos, a día de hoy, giran en torno al último de los ejes: la educación y sensibilización de la población local, “un punto clave para garantizar la futura conservación del espacio”, explican desde Fundación Cepsa. Así, desde 2001 se ha construido un observatorio, se ha elaborado material de difusión, cuadernos didácticos, programas de visitas, jornadas de anillamiento participativas… “Somos conscientes de la importancia de la educación ambiental, por eso en el año 2001 pusimos en marcha un programa de actividades en la naturaleza, siempre en colaboración con la Junta de Andalucía, dirigido a todos los segmentos de población, pero especialmente a jóvenes”. En estos momentos, con un promedio de 5.000 visitantes por año, en 2021 más de 100.000 personas ya han visitado la Laguna Primera de Palos.

Créditos
  • Reportaje

    EC Brands

  • Diseño y dirección de arte

    Fernando Puente

  • Maquetación

    María del Mar Pérez

Arcadia

¿Conoces algún proyecto que esté ayudando a construir un futuro más justo y sostenible? Queremos saber la historia que hay detrás.

¡Escríbenos!
Botón de cerrar cta