Señor en el campo delante de un tractor

Blockchain y educación financiera para impulsar proyectos en zonas desbancarizadas

Por Jaime López

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Cerca de 2.000 millones de personas están excluidas de los sistemas financieros, un porcentaje que aumenta hasta el 35% en las poblaciones rurales. Estas son algunas de las plataformas digitales que están tratando de reducir esta brecha.

Desde que Muhammad Yunus iniciase en 1974 su programa de microcréditos en Bangladesh, cerca de 200 millones de personas en todo el mundo han recibido este tipo de financiación. Según datos del Banco Mundial, la industria de las microfinanzas llegó a movilizar entre 60.000 y 100.000 millones de euros hacia países en vías de desarrollo en tan solo 15 años, convirtiéndose en uno de los productos financieros más disruptivos y novedosos entre los organismos multilaterales y las ONGs.

Yunus recibió en 2006 el Premio Nobel de la Paz por su teoría sobre los microcréditos y su impacto en las poblaciones excluidas de los sistemas bancarios. Desde entonces, los microcréditos cuentan con defensores y detractores por sus desiguales resultados. Pero lo cierto es que, actualmente, cerca de 2.000 millones de personas siguen excluidas de los sistemas financieros. Un porcentaje que aumenta hasta el 30% o 35% en las poblaciones rurales que dependen de la agricultura para subsistir, según el Global Findex del BM.

Hombre vacunándose contra el covid en Puerto Príncipe (Haití)
Foto El Confidencial
Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz en el año 2006

"Las microfinanzas siguen siendo una de las figuras más importantes a las que acuden las comunidades desbancarizadas, cumpliendo un papel crucial en la inclusión financiera", explica Isabel Nistal, coordinadora de proyectos en la Fundación Nantik Lum, una ONG fundada en Madrid en 2003 especializada en ofrecer educación y servicios de microfinanzas a poblaciones de bajos recursos. "En este tipo de comunidades, donde la mayoría se encuentra en exclusión social, laboral y financiera, es muy común la figura de los usureros", agrega la experta sobre la "trampa mortal" que conlleva el desconocimiento de sus abusivas condiciones para devolver los préstamos. "La educación financiera es fundamental en este aspecto".

Además de la capacitación financiera de los beneficiarios, Nistal destaca los problemas asociados a la "personalización" del microcrédito. "El 99% de los negocios que se financian son informales, como vendedores de frutas, que no cuentan con avales o garantías. A veces, falta ese análisis más personal de la situación de los prestatarios", apunta.

En este tipo de comunidades, donde la mayoría se encuentra en exclusión social, laboral y financiera, es muy común la figura de los usureros

Hombre recolectando fruta
Foto Cedida por Ethic

Con la digitalización acelerada de los servicios bancarios, las 'fintech' (bancos que ofrecen sus servicios en internet), el 'open banking' y los pagos por el teléfono móvil aportan ahora un nuevo enfoque para solucionar algunas de las viejas problemáticas asociadas a la intermediación bancaria de los microcréditos, gracias a plataformas de 'crowdlending' (micromecenazgos o financiación colectiva) convertidas en laboratorios de pruebas sobre las finanzas descentralizadas. Entre los beneficios de la actual tecnología financiera destacan la ampliación de los servicios y el acceso en zonas remotas de algunos países en vías de desarrollo, que nunca contaron con oficinas bancarias tradicionales y tuvieron que financiarse en la economía informal con draconianas condiciones.

Las zonas rurales más pobres, sin cobertura móvil ni 3G

Antena parabólica
Foto Cedida por Ethic

"El gran reto no es ya solamente ofrecer el préstamo, sino digitalizar toda la cadena. Una de las barreras asociadas a las comunidades desbancarizadas es su digitalización: desde la cobertura de banda ancha para el móvil hasta el acceso a un smartphone y la confianza y conocimiento en estos canales. Para reducir estas brechas son importantes las alianzas entre el sector de las microfinanzas y los operadores de telefonía, e involucrar a las administraciones para ofrecer servicios integrales", explica Luis Castejón, profesor de la ETSI de Telecomunicación de la UPM, y colaborador en el Máster de Microfinanzas de la Universidad de Alcalá. En el estado de Oaxaca de México, por ejemplo, tan solo el 54% de las plantaciones de zonas protegidas cuenta con cobertura móvil, mientras que en algunos municipios de Chiapas como Chillón tan solo el 24% de los campos tiene 3G y el 17%, 4G.

"Todo lo relativo a pagos y transferencias digitales desde el móvil es una prioridad. Uno de los grandes problemas para operar con microcréditos es la obligatoriedad de acudir semanalmente o mensualmente a sucursales de bancos ajenos al sistema para completar las transacciones, porque las Instituciones Micro Financieras (IMFs) no pueden funcionar como entidades de crédito ni de depósito. Las 'fintechs' actuales, salvo las DeFi (Finanzas Descentralizadas), no dejan de ser unos intermediarios -como la banca más tradicional-, pero que ciertamente facilitan y hacen más sencillos, amigables y baratos los procesos", agrega Castejón.

En el estado de Oaxaca de México tan solo el 54% de las plantaciones cuenta con cobertura móvil. En algunos municipios de Chiapas, únicamente el 24% de los campos tiene 3G

Aunque la principal dificultad para mejorar el acceso de los microcréditos a las comunidades desbancarizadas sigue siendo la intermediación financiera, algunas plataformas digitales experimentan con nuevas soluciones para reducir esta brecha. Bolsa Social, una empresa de financiación participativa fundada en 2005; o EthicHub, una web de 'crowdlending' basada en tecnología Blockchain, son algunos de estos ejemplos.

Tecnología Blockchain para financiar proyectos

Grupo de hombres
Foto Cedida por Ethic

“Lo que proponemos es el desarrollo de un puente tecnológico para transferir pequeñas cantidades de dinero de una parte a otra del mundo de una forma rápida, segura, transparente y, prácticamente, gratuita", dice Íñigo Molero, director de desarrollo de EtichHub, compañía que ha logrado movilizar cerca de 1,5 millones de dólares para financiar cerca de 300 proyectos agricultores en México en tres años.

Para levantar estos puentes financieros, EthicHub trabaja en el país de destino con lo que denominan “nodos originadores”: personas que trabajan en el terreno y tratan de conocer las diferentes comunidades rurales, estudiar sus proyectos, necesidades, las hectáreas de tierra de las que disponen, cultivo, previsiones de la cosecha, etc.

"Empezamos a trabajar en México porque los fundadores son mitad mexicanos y españoles, por lo que conocen muy bien la realidad de los caficultores mexicanos. También estamos preparando proyectos piloto en Honduras y Brasil, y nuestra intención es escalar el modelo a muchos otros países", añade Molero. Gracias a la tecnología Blockchain, EthicHub transfiere activos 'tokenizados' (mediante 'stablecoins', que guardan paridad con el dólar) de una 'wallet' (billetera digital) a otra mediante un 'smart contract' (contrato inteligente). Y es el 'nodo originador' junto al representante de la comunidad, los que convierten estos activos del préstamo a la moneda local.

Fotos Carmen Castellón

Para aportar mayor tranquilidad a las personas que quieran financiar los proyectos, EthicHub creó su propia criptomoneda en Blockchain: el Ethix, diseñada para minimizar los riesgos de impago en la plataforma. Con la publicación de los 'smart contracts' (contratos inteligentes), estos emprendedores buscan además aportar mayor transparencia y trazabilidad al sistema.

Además de la financiación, los agricultores cuentan con otro gran problema: la comercialización de sus cosechas. "Para cancelar la deuda solían entregar la producción al que había prestado el dinero a unos precios irrisorios, por lo que perdían dos veces", señala. Actualmente, EthicHub comercializa el café de sus caficultores en China, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y España. Se puede comprar a través de su página web, en la cafetería que tienen en Madrid, y para las exportaciones, trabaja con la empresa mexicana RWTC (Roasters Warehousing Trading Co). "El año pasado compramos 40 toneladas que comercializamos con nuestra marca EthicHub, y este año esperamos alcanzar las 200 toneladas". Los paquetes de café incluyen una pequeña ficha que identifica la comunidad productora del café, las hectáreas sembradas, la variedad del fruto y garantiza que el agricultor recibe el 50% del beneficio de la compra.

El año pasado comercializamos 40 toneladas de café y este esperamos alcanzar las 200 toneladas

Bolsa Social, por su parte, funciona como la primera plataforma participativa autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para financiar con capital privado empresas con impacto social.

"La tecnología nos permite eliminar intermediarios y que cualquier persona se pueda convertir en un inversor de empresas que cumplen con unos criterios medibles. Es un proceso gratuito y muy sencillo mediante el cual puedes participar en las rondas de financiación. Nuestra labor es seleccionar proyectos de 'startups' y conectar a estos inversores con estos emprendimientos", explica José Moncada, fundador y CEO de Bolsa Social. Hasta la fecha, la plataforma ha financiado a unas 30 empresas por un total de 7,5 millones de euros gracias a los aportes individuales de entre 1.300 y 1.400 personas. Recientemente, la empresa ha incursionado en el sector de los micropréstamos, con dos créditos de 150.000 euros y 280.000 euros, respectivamente, para la Fundación Manantial Vilamico -un proyecto para crear puestos de trabajo entre profesionales con problemas de salud mental-, y Polinext, especializada en el reciclaje de plásticos.

Créditos
  • Reportaje

    Jaime López

  • Diseño y dirección de arte

    Fernando Puente

  • Maquetación

    María del Mar Pérez

Arcadia

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