valió la pena fallar
Miriam Rodríguez arrasa en la noche más importante de su carrera: "Creí que esto no iba a volver a conseguirlo nunca en la vida"
La artista gallega colgó el cartel de sold out en el Live Las Ventas de Madrid con un show único en el que se entregó por completo y no pudo evitar las lágrimas
"Este concierto lo es todo para mí. Van a pasar cosas que nunca más se van a volver a repetir": Miriam Rodríguez avisaba hace algunas semanas, en la entrevista exclusiva que nos concedió en El Confidencial, sobre su gran noche y todo lo que estaba por llegar. Pues bien, no ha defraudado.
Ayer, 31 de enero, en el Live Las Ventas de Madrid, la tercera clasificada de Operación triunfo 2017 colgó el cartel de sold out con la fecha más importante de su carrera. La artista gallega lleva ya varios años luchando en la industria musical como artista independiente. Una nueva etapa en su vida con la que está disfrutando de la independencia que tiene, pero también con la responsabilidad y el esfuerzo de sacar adelante su proyecto como persona autónoma.
Tras ganar la décima edición de Tu cara me suena, el talent show más visto de la televisión en España, Miriam ha dado un giro por completo a su imagen, a su música, a su forma de entender la profesión y a sus objetivos como artista. Todo ello sin perder su esencia. Ahora no tiene límites y se atreve con diversos estilos musicales, a la guitarra le ha sumado el piano y quizá el paso más importante e inesperado ha sido potenciar su faceta como bailarina.
La actual presentadora de Hit list en la televisión de Galicia (sí, esta chica lo hace todo bien y también conduce un concurso musical) ha decidido incorporar danza. Con un cuerpo de seis bailarines, Miriam hizo las delicias de su público con una puesta en escena completamente nueva y sorprendente, llevando sus letras a otro nivel y consiguiendo el sobresaliente con números impecables y de altura.
Humilde, con los pies en la tierra y la ilusión intacta de seguir potenciando su talento y vivir de su pasión, no pudo evitar emocionarse ante sus fans y confesar lo siguiente: "Veo muchísimas cabezas y creí que esto no iba a volver a conseguirlo nunca en la vida". Y lo cierto es que la compositora se jugaba demasiado con este evento por las magnitudes de la sala, las exigencias técnicas, los costes de producción y las limitaciones propias de un equipo independiente y propio, incomparable al de una multinacional.
Sin poder ocultar alguna que otra lágrima, desveló que lleva tantos meses trabajando en esta fecha que, ante su nivel de perfección y entrega, necesitaba ya compartir todo lo que había preparado para también seguir adelante. Una comprensible necesidad de sacar todo lo que llevaba dentro, sin dejar de disfrutar y poder saltar al siguiente nivel: "Mi año 2025 comienza mañana", comentaba entre risas para dejar constancia de su autoexigencia.
Pero como dicen por ahí, todo esfuerzo tiene su recompensa, y la abarrotada carpa invernal que ocupa la parte central de la mítica plaza de toros le devolvió multiplicado el cariño y esfuerzo puesto en Valió la pena fallar, nombre de este encuentro musical. Casi dos horas de concierto en las que interpretó sus mejores temas, todos los nuevos y hasta su próximo e inédito single, con la garra y energía que le caracteriza.
Algunos siguen diciendo que Miriam está infravalorada y no está todavía reconocida en la industria como la artista que es. Y aunque lo dicen con la mejor de las intenciones y con la esperanza de que se convierta en una gran estrella de la canción, conseguir pequeños hitos como el de anoche, vendiendo todas las entradas y haciendo que el público gozara por todo lo alto, es también una forma de reconocimiento.
A lo largo de estos años ha demostrado que no tiene más ambición que la de disfrutar, seguir cantando y corresponder a todos aquellos que siguen a su lado. Asegura que ya vive sin expectativas con la máxima de mantenerse e ir haciendo, poco a poco, un camino que le permita seguir subiéndose a los escenarios de forma libre y sin presiones.
Y con apuestas arriesgadas como la de anoche, en la que solo se respiraba verdad, talento y emoción, seguro que queda Miriam para rato. No solo se ha quitado el miedo a fallar, ha cruzado líneas rojas y ahora saborea lo bien que se está, cuando todo está bien.
Su tour continúa los próximos meses por España.