Probamos el nuevo LG G6: te vas a enamorar de esta (enorme) pantalla

LG resurge tras un año complicado. Después de la decepción que supuso el G5, un 'smartphone' que intentó implantar la tecnología modular sin mucho éxito, la compañía coreana ha reorientado sus esfuerzos para tratar de ser la que primero golpee en este 2017 con un teléfono prácticamente sin marcos. Abróchense los cinturones porque este va a ser el año de los teléfonos de gran pantalla que, por fin, caben en la palma de la mano. El LG G6 es un gran ejemplo, un teléfono que aprovecha lo mejor del modelo anterior (la cámara dual) y nos anticipa lo que será el Galaxy S8 y el presumible iPhone 8. ¿Su precio? 749 euros (saldrá a la venta en España el 13 de abril). Lo hemos probado a fondo.

Lo primero que llama la atención del LG G6 es la pantalla. O, más bien, todo lo que la rodea, que es más bien poco. El G6 ha estrechado los márgenes hasta lograr que un móvil con una pantalla de 5,7 pulgadas sea más pequeño que el iPhone 7 Plus, cuyo 'display' se queda en 5,5". Si comparamos ambos 'displays', el del G6 es más largo, mientras que Apple gana en longitud.

El adelgazamiento es muy significativo en los laterales (el modelo en negro los disimula muy bien, en blanco todavía se ve el 'truco') y el hecho de haber optado por un aspecto de pantalla 18:9 (o, lo que es lo mismo, 2:1) ayuda a crear esa imagen de 'smartphone' estilizado. Sus bordes redondeados, que llamaron la atención unas semanas atrás, ayudan a conseguir esa sensación.

A pesar de tener menor tamaño que un iPhone, el hecho de ser un teléfono más alargado dificulta todavía el control con una sola mano. Pero también es cierto que es mucho más manejable con una mano (aunque no se pueda llegar a cualquier punto de la pantalla) que otros teléfonos de 5,5 pulgadas o que los 'phablets' que pueblan el mercado. En ese aspecto, la eliminación de los marcos será clave para mejorar la experiencia de uso, aunque deberíamos comenzar a desechar la idea de controlar todo el terminal sin utilizar las dos manos, al menos en este nicho concreto de la telefonía.

El formato 18:9 es otra de las grandes novedades de este G6, aunque es una decisión que en los primeros meses va a acarrear algunos problemas, ya que, salvo las aplicaciones nativas del teléfono, va a ser habitual que nos encontremos con problemas en el formato de las 'apps' que no estén adaptadas. La ventaja, a cambio, es que ganamos un formato más adaptado al consumo de aplicaciones de vídeo que aporta una visión más panorámica.

El G6 tiene una pantalla de 5,7 pulgadas, aunque el tamaño final del teléfono es inferior al del iPhone 7 Plus, cuyo 'display' es de 5,5"

Otro punto a favor de la pantalla es la incorporación de tecnología HDR y una resolución que se va hasta 2880x1440 píxeles. Si bien el aumento de resolución en estos tamaños no es un añadido imprescindible, a nuestro juicio, que el teléfono pueda reproducir vídeos grabados en HDR sí que le añade un punto de interés. Echar un vistazo en YouTube a vídeos grabados con esta tecnología permite intuir por dónde va a tirar la industria a corto plazo. Aviso: la saturación de colores no va a ser del gusto de todos los paladares.

Cámara dual y panorámica

No todo en el G5 fue un paso en falso. Uno de los grandes aciertos del anterior móvil estrella de la firma coreana fue incorporar una cámara dual más o menos a la vez que Huawei lo hacía con el P9. A diferencia del fabricante chino, y de Apple más tarde, LG ha optado por una filosofía diferente en su juego de cámaras. Si sus competidores apuestan por dar herramientas que permitan jugar con la profundidad de campo y el juego de enfoques, el G5 y ahora el G6 reman en otra dirección: la de las panorámicas.

Otra de las novedades que presenta la cámara llega en el terreno del 'software'. Al contar con una pantalla 18:9, el G6 es capaz de montar dos cuadrados del mismo tamaño uno encima de otro, como hemos dicho en párrafos anteriores. LG lo ha aprovechado para implementar un modo de fotografías cuadradas que, cada vez que disparamos una, nos permite ver el resultado en la parte inferior de la pantalla mientras en la superior seguimos viendo la cámara en funcionamiento.

Visto con perspectiva, casi se podría decir que el LG G6 es un teléfono al que le puedes sacar mucho partido en exteriores, mientras que un Huawei Mate 9, un P10 o un iPhone 7 Plus son modelos que te van a ofrecer muchas ventajas en el ámbito de los retratos o las imágenes desenfocadas.

En este aspecto, el G6 no hace un mal trabajo al discriminar objetos en primer y segundo plano, como se puede apreciar en esta imagen tomada en modo automático. Pero si el usuario quiere dar un paso más, será necesario que trastee en el modo manual.

En el caso del iPhone 7 Plus, la diferencia entre los elementos en primer y segundo plano es más notable.

LG no ha querido apostar por ese modo retrato que tan bien está funcionando en los últimos meses en redes sociales y, en cambio, se lo ha jugado todo a las panorámicas. En ese modo, el móvil es capaz de captar imágenes con un ángulo de visión de 125 grados. En nuestra experiencia, por lo menos en exteriores, siempre es preferible utilizarlo.

La diferencia de la misma imagen, tomada desde el mismo lugar, con un iPhone 7 Plus es notable.

Si hablamos de fotos nocturnas, los resultados son dispares. El sensor del LG G6 capta más luz pero, a cambio, el ruido es bastante mayor si lo comparamos con la cámara dual del teléfono de Apple.

La imagen captada por el iPhone 7 Plus es más oscura pero, a cambio, los elementos de la imagen aparecen mejor definidos.

En líneas generales, la sensación con el G6 es que los colores son algo más vivos que en el iPhone 7 Plus, el terminal con el que lo hemos comparado, y que es una cámara a la que se le puede sacar mucho provecho en paisajes y exteriores. Si pretendes hacer esos retratos con el fondo desenfocado que tanto se han popularizado en los últimos meses, tendrás que tirar de modo manual y algo de pericia con la cámara. Pero, a nivel global, sigue siendo uno de los puntos más interesantes del 'smartphone'.

¿Qué hay de la batería?

LG ha optado por acabar con una de las señas que había mantenido en los últimos años, la batería extraíble, a cambio de lograr que el teléfono tenga certificación IP68 para que sea resistente al agua y al polvo. A cambio, el teléfono viene equipado con una pila de 3.300mAh que debería ser suficiente para llegar hasta el final del día.

En la prueba que hemos hecho en Teknautas, hemos tenido algunos problemas, aunque la versión del teléfono no era la definitiva. Por ejemplo, después de haberlo cargado al 100%, el teléfono se descargó por completo a las 12 horas y sin haberlo tocado en toda la noche. Claramente, una cuestión del terminal no definitivo en el frente del 'software' que hemos probado. Por contra, y durante una jornada normal, el consumo parece aceptable. Nos hemos quedado con la duda de saber si el consumo de vídeo en la pantalla 2K tendrá un peaje demasiado elevado sobre el terminal, pero actualizaremos este análisis cuando tengamos una unidad definitiva y comercial.

¿Y el procesador?

El LG G6 también ha sido noticia por no incorporar la última versión del Snapdragon, la 835, que sí que estará presente en el Samsung Galaxy S8 y en algún otro Android, como la serie ZX Premium de Sony. ¿Por qué no ha tenido acceso LG si el chip no es exclusivo de Samsung? Los coreanos han argumentado que el 835 no ha llegado a tiempo de integrarse en las líneas de producción y por ello han optado por el modelo del año pasado.

El rendimiento del G6 es impecable y, a falta de compararlo con la competencia, pocas pegas se le pueden poner. El hecho de tener una pantalla equivalente a dos cuadrados del mismo tamaño permite utilizar la pantalla partida para ejecutar dos aplicaciones a la vez aunque, en nuestro caso, no nos ha parecido demasiado práctico debido a lo pequeño de la superficie. Esa idea, que en tabletas funciona, en teléfonos móviles se queda algo coja.

Por lo demás, es un terminal con un rendimiento excepcional, una perogrullada si hablamos de una pieza de 'hardware' cuyo precio se sitúa por encima de los 700 euros. Es en el uso de dos aplicaciones a la vez donde se puede exigir al G6 y donde este responde moviéndolas sin problema. Es importante reseñar que la opción no está disponible para todas las aplicaciones, pero es una demostración de hasta qué punto el terminal puede manejar diferentes 'apps' a la vez.

¿Me lo compro?

El precio, los 749 euros que costará en su lanzamiento el 13 de abril, es uno de los puntos que más pueden hacer daño a LG. El G6 es un teléfono sin mácula, con un puñado de grandes ideas bien ejecutadas y que supone el regreso del fabricante coreano a la senda de los teléfonos con los que contar de cara a elaborar las listas con lo mejor del año.

El problema del LG G6 va a ser la competencia. En cuestión de semanas, Samsung desvelará un Galaxy S8 que va a ser incluso más agresivo en el apartado de la pantalla si se confirman los rumores, mientras que el P10 de Huawei, que cuesta 100 euros menos, ofrece una gran batería, una cámara muy sólida y un rendimiento a la altura del terminal que hoy nos ocupa. En ocasiones, puede que hacer un producto excelente no baste para merendarse a la competencia, pero serán los usuarios, como siempre, los que decidan si LG ha vuelto a la senda del triunfo.