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los expertos temen la desbandada general

Qué ocurrirá si Trump decide 'matar' el acuerdo de París contra el cambio climático

El nuevo presidente de EEUU considera el calentamiento global una mentira y cuenta con varios negacionistas en su gabinete, pero no está claro qué puede y quiere hacer

(EFE)

"El calentamiento global es un concepto creado por y para los chinos con el objetivo de hacer la industria estadounidense no competitiva". Este mensaje publicado por Donald Trump en Twitter es el más citado para hablar de la postura del próximo presidente de los EEUU acerca del cambio climático. La preocupación sobre el futuro de las políticas medioambientales es comprensible si tenemos en cuenta que ya suenan varios negacionistas para su gabinete. Todo apenas un año después de que el país norteamericano firmara un acuerdo históricoinsuficiente para algunos— con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC. La pregunta que hoy se hacen investigadores y ecologistas es: ¿qué va a pasar ahora?

Para contestar esta difícil pregunta, Teknautas ha contactado con varios expertos, tanto climatólogos como especialistas en políticas científicas. Todos ellos se muestran pesimistas sobre el futuro de su país en materia climática y asumen que las consecuencias se extenderán al resto del planeta, aunque admiten que es difícil saber con exactitud qué hará el gobierno de Trump. Eslóganes, tuits y promesas no han ido acompañados hasta ahora de un plan de acción real, pero las intenciones parecen claras.

Las políticas climáticas son sinónimo de energéticas, y cuatro años de Trump apenas tendrán impacto sobre ellas

Michael Oppenheimer, climatólogo de la Universidad de Princeton que asesoró al equipo de Hillary Clinton, considera que el nuevo gobierno frenará la implementación de los compromisos de París y diluirá su liderazgo diplomático a menos que Trump cambie de postura. "Si esto continúa durante cuatro años, las posibilidades de que el mundo cumpla el objetivo de los 2ºC pasarán de modestas a muy pequeñas. Si dura ocho años, se acercarán a cero".

La posición de EEUU en la lucha contra el cambio climático no es baladí: es el segundo país del mundo en emisiones de gases de efecto invernadero con un 15,6% del total, por debajo de China (22,7%) pero delante de la Unión Europea (10,9%). ¿Podría el nuevo gobierno abandonar un acuerdo ya firmado y ratificado? "Desde un punto de vista legal Trump no puede salirse, pero puede ignorarlo y no hacer lo que su nación prometió y no habría mecanismos para impedirlo", comenta el climatólogo de la Universidad de Zurich (Suiza) Reto Knutti.

Para el investigador experto en políticas científicas de la Universidad de California David Victor, el efecto inmediato se verá en cómo EEUU trabaja con el resto del mundo. "La administración Trump infringirá más daño sobre la cooperación climática global que cualquier presidente previo. Dudo que 'mate' el proceso de París porque demasiados países han invertido mucho en su éxito, pero pasará el liderazgo político e intelectual del proyecto a otros". Además, explica que el nuevo gobierno descubrirá que "salir de semejante compromiso es muy difícil y tiene altos costes diplomáticos", por lo que duda que se convierta en alta prioridad.

El temido efecto contagio

China es el candidato más plausible, según Victor, para recoger el testigo. Oppenheimer apuesta por ella o Alemania, "aunque sin EEUU el proceso se frenará". Knutti recuerda que George Bush ya "obstruyó" las negociaciones y no implementó el acuerdo de Kioto, mientras que Obama no ha contado con el apoyo del Congreso: "Europa ha sido mucho más activa y puede continuar siéndolo, pero si EEUU ralentiza sus esfuerzos China podría hacer lo mismo y dificultar cualquier acción".

Ese es uno de los principales temores de los expertos consultados. El cambio de opinión de un país tan importante en recursos y emisiones como EEUU sería malo de por sí, pero resultaría fatídico si se produce un efecto contagio. "La pregunta", dice Knutti, "es si otros países imitarían a EEUU y harían menos de lo prometido", un temor que Victor comparte. Un oscuro panorama si tenemos en cuenta que el objetivo de 2ºC ya fue criticado en su día por el propio Knutti como "insuficiente".

A esto hay que añadir los 100.000 millones de dólares que los países acordaron entregar a las naciones en vías de desarrollo, más expuestas a los efectos del cambio climático. Victor cree que si Trump se niega a pagar la parte de EEUU se verá reforzado mucho más que si intenta retirarse del acuerdo de París, pero el mensaje de que su país ya no es fiable en esta lucha se acrecentará aún más.

En 4 años así, las posibilidades de cumplir el objetivo de los 2ºC pasarán de modestas a muy pequeñas. En 8 años se acercarán a cero

Frente a este panorama exterior poco halagüeno, las políticas domésticas resultan más difíciles de analizar. Victor considera que, al hablar de emisiones, "las políticas climáticas son sinónimo de políticas energéticas", ya que la mayoría de gases de efecto invernadero provienen de este sector. La buena noticia es que, aunque no se esperen iniciativas en materia climática, modificar la "lenta" industria de la energía requiere tiempo: "Cuatro años de Trump no tendrán apenas impacto sobre las inversiones y políticas energéticas". Una victoria pírrica para climatólogos y defensores del medioambiente.

Los investigadores dejan una puerta abierta a la esperanza: "En realidad no sabemos si Trump tiene alguna creencia arraigada sobre este tema, sólo tenemos sus eslóganes. Existe una oportunidad de que sea convencido sobre la realidad y urgencia del problema", comenta Oppenheimer. Victor considera que "todavía es muy pronto" para ver si "en el mundo real, fuera de las promesas de campaña", las acciones del nuevo presidente tendrán efecto sobre las emisiones: "De todas formas ya parece improbable que EEUU esté en camino de recortar las emisiones un 26% tal y como prometió".

Un gobierno que ni siquiera acepta el papel del ser humano en el cambio climático —o su mera existencia— es poco alentador, pero no todo está perdido. Las encuestas muestran que más de la mitad de los votantes de Trump (56%) creen que el calentamiento global es real. "Los votantes quieren cambios en la economía y el empleo", concluye Victor. Quizá el Acuerdo de París salve la cabeza pero, ¿cómo convencer al resto del mundo de cortar las emisiones si el segundo país más contaminante no se lo toma en serio?

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