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kentucky y el efecto de la reforma sanitaria

La "joya sureña del Obamacare" que votó por Trump

En ningún lugar se nota más el efecto de la reforma sanitaria de Obama: el porcentaje de personas con seguro médico pasó del 75% al 90%. Pero Kentucky apoyó a Trump con el 62,5% de los votos

Arminda Murillo, de 54 años, lee un folleto sobre el Obamacare en una clínica de Cudahy, California (Reuters).

Le llaman “la joya sureña del Obamacare” porque en ningún lugar como en Kentucky se nota más el efecto de la reforma sanitaria del expresidente Obama. La Ley de Cuidado Asequible, su nombre oficial, ha reducido el coste sanitario, expandido el programa público de salud y ampliado los subsidios y opciones para hacerse un seguro. Entre 2013 y 2016, el porcentaje de personas con seguro médico pasó del 75% al 90%, el mayor aumento del país. Entre la gente de bajos ingresos la cobertura subió un 25%.

“La Ley de Cuidado Asequible ha tenido un enorme impacto en Kentucky”, dice a El Confidencial Emily Beauregard, directora ejecutiva de Kentucky Voices for Health. “No sólo tuvimos una buena respuesta de los habitantes del estado, que querían obtener cobertura inmediatamente en números mucho mayores de lo previsto, sino que la gente en general está muy satisfecha con la cobertura”.

Ninguno de los entrevistados cree que Trump revocará realmente la ley sanitaria. 'No puede hacerlo. Él tiene hijos, es más listo que eso'

La asociación sin ánimo de lucro que dirige Beauregard, y que está financiada por ONGs y entidades estatales, acerca las opciones sanitarias a los 'kentuckians', una población especialmente necesitada de cobertura. Kentucky es el segundo estado más fumador; una cuarta parte de sus muertes se deben al tabaco y los índices de obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares superan la media nacional.

Sin embargo, la Ley de Cuidado Asequible está ahora mismo siendo desmantelada y en teoría va a ser reemplazada por algo que aún no ha sido especificado. Donald Trump ganó la Casa Blanca con la promesa, entre otras, de “revocar y reemplazar” el Obamacare. Un programa político impulsado por votantes como los de Kentucky.

El pasado noviembre Kentucky apoyó a Trump con el 62,5% de los votos, casi el doble de los que obtuvo Hillary Clinton. Todo el estado votó republicano salvo las dos grandes ciudades, Louisville y Lexington. 118 condados contra 2. Y desde entonces suena esta pregunta: por qué, dados los beneficios sanitarios conquistados, apoyaron los habitantes de Kentucky este cambio drástico.

Donald Trump entrega a Reince Priebus la orden ejecutiva para desmantelar el Obamacare, en el Despacho Oval (Reuters).

“Tuve cáncer de mama el año pasado. Estaba muy contenta de tener seguro”, declaró al portal 'Vox' Bobby, dependienta de una tienda de antigüedades. “No sabía que el Gobierno estaba subvencionando mi seguro médico y creo que todo el mundo merece cobertura de calidad”. Bobby reconoce que “detesta absolutamente” oír las palabras “Obamacare” porque no tiene ninguna simpatía por el expresidente de EEUU.

La cámara de 'Vox' recorre el condado de Whitley, en el sureste de Kentucky, donde el ingreso medio no llega a los 17.000 dólares anuales y donde el 82% de la gente votó republicano. Ninguno de los entrevistados cree que Donald Trump revocará realmente la ley sanitaria. “No puede hacerlo. Él tiene hijos, es más listo que eso”, dice Kathy Oller, que trabaja inscribiendo a sus conciudadanos en seguros médicos asequibles.

Es sintomático que la versión local de la Ley de Cuidado Asequible, en lugar de llamarse por su nombre oficial, o por su nombre popular, Obamacare, tenga un nombre nuevo: Kynect, mezcla de “Kentucky” y “Connect”. Una estrategia para evitar el rechazo que puede generar la marca “Obama” en esta región conservadora. Parte de la impopularidad del expresidente se debe a que la economía local bebe mucho de un sector en crisis que ha sido cubierto de regulaciones desde Washington: el carbón.

“Cuando hablas de la ley en términos de Obamacare o Ley de Cuidado Asequible, la gente quizás no sea favorable, porque se ha hecho mucho para menoscabar esta ley y para desinformar sobre lo que realmente está haciendo”, reconoce Emily Beauregard a este diario. “Pero cuando les hablas de la expansión del Medicare o de los planes del Kynect, de las protecciones para gente con condición preexistente, la gente es muy muy favorable. Depende de cómo lo plantees”.

La ley sanitaria está ahora mismo en el punto de mira republicano. El Congreso ya ha iniciado su desmantelamiento a través de la financiación y Donald Trump presiona desde la Casa Blanca para que se cumpla su promesa electoral, la revocación, y luego dar seguro a todos sus conciudadanos, sin haber explicado, de momento, cómo.

Carolyn Engelhard, directora del Programa de Salud Pública de la Universidad de Virginia, se muestra escéptica respecto a los planes del presidente. “La mayoría de los republicanos han dado la vuelta a la declaración de Trump para decir que cada americano tendrá ‘acceso’ a cobertura sanitaria, lo cual es muy diferente”, dice a El Confidencial. “Tener un crédito fiscal de 1.500 dólares para comprar un seguro de 5.000 dólares podría verse como ‘acceso’ pero no ciertamente como ‘cobertura’”.

El estado sureño eligió en 2015 al conservador Bevin, que basó su campaña en desmantelar del Obamacare. Sus medidas contra la ley se han limitado a alargar un poco el proceso burocrático para conseguir un seguro

“Es una ley muy completa y muy confusa que tiene muy buenas intenciones”, continúa Engelhard. “Los perdedores son la gente joven y saludable que con la ACA [las siglas en inglés de la ley] se les cobra más por un plan completo regulado (…) y los ganadores los americanos más enfermos y mayores que antes solían ser marginados por las aseguradoras”.

Una consecuencia es el aumento de las primas que imponen las aseguradoras, un aumento que será del 25% este año, según datos del Gobierno. Dice Engelhard que este encarecimiento tiene dos causas: por un lado, las aseguradoras pusieron precios bajos los dos primeros años para ser más competitivas y ganar mercado, y ahora hay una corrección. Por otra, la gente más joven y sana suele renunciar a la cobertura (pagando una multa al Gobierno), lo cual sube el precio medio de los seguros.

Mientras se desarrolla la batalla por una ley que los republicanos intentaron revocar más de 60 veces, y que simboliza la presidencia Obama, los demócratas apuntan al propio Kentucky para argumentar que no tiene sentido revocarla. El estado sureño eligió en 2015 al conservador Matt Bevin, que basó su campaña en desmantelar del Obamacare. Bevin llegó al poder a principios de 2016. Desde entonces, sus medidas contra la ley se han limitado a alargar un poco el proceso burocrático para conseguir un seguro médico.

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