Loading...
Comentarios

-

Ha habido un error al recuperar los mensajes
Cargando mensajes...
Ha habido un error al recuperar los mensajes
Es noticia
  1. Mundo

DESEMPLEADOS QUE COBRAN 6.000 EUROS AL MES

Francia, el paraíso de los parados

¿Es Francia el paraíso de los parados? En plena crisis y con un aumento del desempleo incesante, Manuel Valls comienza atacar este otro tabú de la sociedad francesa

Un francés pasa ante una oficina de trabajo temporal en Niza, en una imagen de archivo. (Reuters)

¿Es Francia el paraíso de los parados? Según una clasificación de la OCDE, nuestro vecino del norte ocuparía el tercer lugar, tras Islandia y Noruega, entre los sistemas más generosos con los desempleados. En plena crisis económica –y sicológica– y con un aumento del paro incesante, el primer ministro Manuel Valls y su responsable de Economía, Emmanuel Macron, han comenzado a atacar este otro tabú de la sociedad francesa.

Acosado por Bruselas y Berlín, que le reprochan su indisciplina en el respeto de los déficits, el Gobierno socialista aprovecha la bronca para abordar lo que algunos señalan como las reminiscencias de otras épocas más resplandecientes.

Las oficinas de empleo están desbordadas. La presión para aceptar un trabajo no existe. En la categoría de sueldos bajos, muchos parados prefieren seguir cobrando sin trabajar

Entre las reformas que Francia promete llevar a cabo para tranquilizar al Eurogrupo y a su vecino alemán, no figura oficialmente la referida al seguro de paro, pero criticar su sistema en el extranjero, y especialmente en la City, como hizo Manuel Valls el 6 de octubre, abre la puerta al debate. Para Macron, el joven ministro de Economía, encargado de dar la voz a la liberalización del país, la discusión sobre la indemnización de los parados debe ser abordada sin partidismo. Para él, ningún responsable político puede estar satisfecho con un sistema que este año generará 4.000 millones de déficit y que a finales de 2015 acumulará un agujero de 24.000.

Isabelle Quiblier es una ciudadana francesa en paro desde hace casi doce meses. Era responsable en Lyon, desde hacía 10 años, de la boutique de una mítica firma francesa de ropa, que se hundió tras aliarse con un socio indio. Cobraba un sueldo neto de 3.755 euros al mes. En el paro podía recibir el 65% de su sueldo cada mes durante dos años, o acogerse a otra opción que le permite cobrar el 80% (3.005 euros) durante un solo año. Isabelle optó por esta alternativa, que le exige responder a la formación continua y la somete a un seguimiento estricto de su caso.

Es difícil comparar sistemas de subvención de desempleo, pues cada país tiene sus normas y sus especificidades, pero en Francia podría generalizarse así: cuatro meses de trabajo son suficientes para cobrar el paro. Un día trabajado equivale a un día cobrado. Todos los trabajadores tienen derecho a dos años de subsidio de desempleo, pero los mayores de 50 pueden pasar tres años cobrando a la espera de encontrar trabajo.

Parados que cobran más de 6.000 euros

El tope máximo es bastante generoso si se compara con el español. Un parado francés de más de 50 años, con o sin hijos, puede llegar a cobrar 6.161 euros netos al mes durante tres años. En España, el tope es de 1.397 durante dos años, con dos hijos; la diferencia no es tan abismal si se compara la retribución de los salarios más bajos. En Francia, por ejemplo, un salario bruto de 1.000 euros al mes dará derecho a 750 euros mensuales durante dos años y sin degresividad, como en España, donde después de seis meses, con el mismo sueldo bruto se pasaría de 700 euros a 500. Hay que añadir, además, que el salario mínimo en el país vecino es de 1.445,38 euros por 35 horas de trabajo semanales. Y señalemos que no hay una gran diferencia de precios entre los dos países. Como referencia, digamos que el menú del día en un bistrot medio francés puede costar entre 11 y 18 euros, según la ciudad y el barrio.

Quiblier está en paro desde hace doce meses. Era responsable en Lyon de una boutique. Cobraba 3.755 euros. Puede recibir el 65% de su sueldo durante dos años

La media de indemnización recibida por los parados franceses es de 1.221 euros brutos al mes (1.058 netos). Es lo que cobra Maurice R., que prefiere no dar su apellido y quien, además del paro, recibió una indemnización de 30.000 euros de su empresa al acogerse a un despido pactado, según una posibilidad que ofrece el sistema francés.

De los cinco millones de franceses apuntados al paro (entre desempleados totales y trabajadores precarios) 2.735.000 reciben prestación. El resto, tiene derecho a diversas ayudas sociales que no desembolsa el Unedic, la asociación que gestiona el paro y que está sufragada por la patronal y los asalariados.

Demasiados contratos temporales

Precisamente, el jefe de los empresarios franceses, Pierre Gattaz, ha aprovechado la brecha abierta por Valls y Macron para apuntarse rápidamente a la discusión sobre la reforma del sistema. La patronal (Medef) quiere pagar menos, pero hay que señalar que el déficit del organismo que gestiona el paro viene engordado por la enorme cantidad de contratos temporales que generan, a la larga, la multiplicación de las subvenciones a los parados.

Para los economistas Pierre Cahuc y Stéphene Carcillo, autores del libro Mejorar el seguro de paro (citado estos días en toda la prensa), Francia ofrece “un grado de protección globalmente elevado, combinado con un seguimiento del parado poco riguroso, en comparación con otros países de la OCDE”.

Así es una mañana en el INEM francés

El Confidencial ha podido vivir unas horas en una oficina de Pole Emploi (el INEM francés). Efectivamente, los parados pueden ser convocados por carta, pero no hay una continuidad en el encuentro con los agentes de las oficinas. El parado puede rellenar un cuestionario breve cada mes para comunicar su situación. Las oficinas de empleo francesas están desbordadas y sus trabajadores se quejan incluso del aumento progresivo de la violencia que sufren por parte de algunos desempleados.

Para el joven ministro de Economía, nadie puede estar satisfecho con un sistema que este año generará 4.000 millones de déficit

La presión para aceptar un trabajo no existe; las justificaciones para rechazar una propuesta pueden ser variadas, muy generales, y en la mayoría de los casos, aceptadas con comprensión por unos funcionarios abrumados por la enorme tarea diaria. Habría que añadir que en la categoría de sueldos bajos, muchos desempleados prefieren seguir cobrando sin trabajar, antes que aceptar un empleo por el mismo monto o incluso inferior. Para evitar esta situación, en Francia se pueden conservar los derechos de cobro aunque se encuentre trabajo antes de haberlos agotado. Además, Pole Emploi puede compensar la diferencia entre el salario propuesto por un nuevo empleador con los derechos adquiridos y no disfrutados.

En la campaña preelectoral permanente que vive Francia, el asunto del seguro del paro ha sido tratado con mucha cautela por todos los partidos políticos. Todos –partidos, sindicatos, empresarios– saben que el sistema necesita una reforma, pero temen hincarle el diente y buscar una solución. Como es habitual. La ciudadanía, sin embargo, es mucho más comprensiva que los llamados agentes sociales: seis de cada diez franceses estaría de acuerdo en aplicar un sistema degresivo a la indemnización de desempleo. Esa medida, que estuvo en vigor entre 1992 y 2001, sería más fácil de adoptar si se pretende salvar un sistema que hace agua desde hace años.

Ver comentarios
Paro Manuel Valls François Hollande Salarios de los españoles Sindicatos Trabajo
El redactor recomienda