Los opositores españoles están de enhorabuena. El Gobierno ha abierto la mano definitivamente tras los duros años de crisis y se abre una convocatoria masiva para puestos funcionariales en multitud de sectores y en todas los niveles de la Administración del Estado. Pero, ¿de verdad están de enhorabuena?

La competición será feroz, como demuestra que para la reciente convocatoria de 4.725 puestos administrativos, de gestión y auxiliares, se vayan a presentar más de 100.000 personas. Esto supone que apenas el cinco por ciento de los aspirantes conseguirán el objetivo. Sin embargo, todos ellos habrán pasado por los mismos trances preparatorios: semanas enteras de estudio con jornadas de 8 y 10 horas diarias, estrés, compatibilización con obligaciones, gasto en academias y profesores particulares. Un auténtico camino minado que no todo el mundo puede completar.