La noche más tensa en Murcia acabó con contenedores quemados, y las obras del AVE por el suelo, literalmente. El muro, los paneles, fueron los objetivos de la ira. Los vecinos lo llaman el muro de la vergüenza. No quieren un muro en las vías que aisle un barrio entero. Quieren el AVE, pero soterrado. Su objetivo era el muro, y consiguieron derribar parte de él. No todos los vecinos, un grupo de radicales. Pero la mecha ya se había encendio. Contenedores y maquinaria quemada en medio de las vías. Además de todo tipo de objetos. Tan mal ha acabado este tramno de vías que se ha tenido que suspender los trenes entre Murcia y Orihuela durante todo el día. Lo peor es que las obras van a seguir y la tensión también.