Del total de 64 fallecidos, al menos 18 perecieron en sus coches en una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, en el distrito de Leiria, donde "familias enteras" quedaron atrapadas por el avance de las llamas.

Las llamas se propagaron durante la tarde del sábado de forma "que no tiene explicación", dijo João Gomes, el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno luso, después de que durante la tarde del sábado "vientos descontrolados" convirtiesen un fuego de bajas dimensiones en "un incendio imposible de controlar".