El gran parque de Madrid -uno de los parques urbanos más grandes de Europa, con 1.772 hectáreas- cuenta con varios pabellones vacíos desde que en 1975 dejó de celebrarse la Feria del Campo, que daba sentido y contenido a estos edificios.

Los diversos consistorios democráticos han dado bandazos a la hora de dotar de uso e identidad a los pabellones, construidos por arquitectos de prestigio, que basculan ahora entre la restauración, la sede policial y el abandono.

Varios de los pabellones -fotografiados por este periódico en varias ocasiones los últimos meses- han sufrido saqueos e incendios.

El Ayuntamiento de Madrid planea rehabilitar cuatro de ellos para cederlos al asociacionsimo