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EDUARDO DE CASTRO, PRESIDENTE DE MELILLA

"Marruecos no ha sido un socio muy fiable hasta ahora, pero hay que darle una oportunidad"

El presidente de Melilla analiza en una entrevista con El Confidencial la implicaciones en materia de soberanía, inmigración y economía que tendrá para la ciudad el acuerdo de España con Marruecos sobre el Sáhara

Eduardo de Castro, presidente de Melilla. (Ciudad Autónoma de Melilla)

El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, asiste con cierta expectación, y recelo, al acuerdo sellado por los gobiernos de España y Marruecos sobre el Sáhara. No duda de que se puede abrir un nuevo periodo que deje atrás las fricciones entre ambos países, que han puesto la ciudad autónoma en una complicada situación, pero considera que debe ser el Ejecutivo marroquí quien demuestre que desea una relación cordial y convertirse en un socio fiable. Tira de historia para desmontar cualquier aspiración sobre la soberanía de las dos ciudades autónomas y asegura que el deshielo en las relaciones diplomáticas ha sido acogido con ilusión por la población.

PREGUNTA. ¿Cómo se enteró del acuerdo alcanzado por el Gobierno de España y el marroquí sobre la autonomía de este segundo país para decidir sobre el Sáhara?

RESPUESTA. El ministro de Asuntos Exteriores [José Manuel Albares] me llamó el viernes por la tarde, a eso de las seis, para anunciármelo antes de comparecer en rueda de prensa. Yo no sabía nada. Más o menos me contó lo que se pudo leer en el comunicado posterior.

P. ¿Qué valoración hace del mismo?

R. Todo lo que sea resolver una crisis como la que teníamos, que duraba ya dos años, siempre es una buena noticia. Cerrar la aduana comercial, la frontera y el paso de mercancías generó graves problemas para la ciudad porque redujo los ingresos y empujaba al cierre a comercios y empresarios. Y afectaba a cosas tan elementales como la alimentación, porque había productos que procedían de Marruecos.

"Ojalá sea cierta esta nueva etapa con Marruecos, pero no depende exclusivamente de nosotros"

P. ¿Cómo ha sido acogido en la ciudad autónoma?

R. Muy bien. Porque no nos podemos olvidar de que hay muchas personas en Melilla con orígenes rifeños y familia marroquí que han estado separadas todo este tiempo.

P. El Ejecutivo central sostiene que se refuerza la españolidad de la ciudad autónoma. ¿Confía en su palabra?

R. Contra el vicio de pedir, está la virtud de no dar. Las pretensiones de Marruecos con respecto a Ceuta y Melilla no dejan de ser eso, pretensiones. Melilla jamás ha sido colonia, ni siquiera neocolonia, como así lo ha dejado claro la ONU durante los procesos de descolonización. Y es así porque Marruecos jamás ha ostentado soberanía sobre ninguna de estas dos ciudades. Melilla tiene 524 años de antigüedad. En esa época casi no existía España como unidad política. Son pretensiones de Marruecos porque colindamos con ellos y su discurso no se puede admitir. Hacía muchos años que no empleaba ese discurso y parece que había desistido de esa reivindicación hasta hace poco. Pero saben que por ahí no van a ningún lado y lo que hicieron en 2018 es intentar provocar una desconexión económica de Ceuta y Melilla. Ahogarnos, asfixiarnos, para que tengamos problemas económicos. ¿Que ahora se resuelven? Pues genial.

P. Y con estos precedentes cercanos en el tiempo. ¿Se puede considerar a Marruecos un socio fiable?

R. Pues habrá que darle la oportunidad, pero hasta ahora no ha sido muy fiable. Rectificar es de sabios. Esperemos que sea así.

P. Sin embargo, recientemente, en enero, retiró los controles y eliminó la palabra 'frontera' de su señalítica. Toda una declaración de intenciones.

R. Efectivamente. Tendríais que llamar a Marruecos para que os lo expliquen. Pero hay que poner en valor esta nueva etapa, como decía el comunicado del Gobierno, basada en el respeto mutuo, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia en las comunicaciones. Ojalá sea así, pero no depende de nosotros exclusivamente.

"Intento ser optimista y quiero compartir las palabras del Gobierno, pero vamos a verlo"

P. Percibo cierto escepticismo en su respuesta. ¿Es porque usted está sobre el terreno y conoce el paño?

R. Exacto. Intento ser optimista, positivo, y quiero compartir las palabras del Gobierno, pero vamos a verlo. Encantado de que iniciemos una nueva etapa. Soy el primero que lo va a aplaudir, porque me interesa como melillense y español. Pero vamos a verlo. Sé que ahora vamos a tener unos años en los que irán bien las cosas. Si Marruecos se acostumbra, pues genial. No seremos nosotros quienes pongamos pegas. Ni el Gobierno de la nación, ni este, ni el anterior ni el que venga; ni el Gobierno de Melilla, ni este, ni el anterior ni el que venga. Queremos vivir tranquilos. Pero después ocurren las cosas que ocurren.

P. Hay quien sostiene que los recientes entradas masivas de inmigrantes asaltando la valla de la frontera melillense era la forma que tenía Marruecos de presionar a España frente a distintas cuestiones. ¿Opina igual?

R. Totalmente. Marruecos siempre ha usado la inmigración como un elemento de presión. Ahí tenemos lo que ocurrió en mayo del año pasado, que fue una invasión en toda regla por gente a pie. Recientemente, hemos tenido el segundo asalto más importante de la historia. Esas 2.500 personas que lo intentaron debían estar en algún sitio. Y había más, porque las estimaciones hablaban de 4.000.

"Marruecos siempre ha usado la inmigración como un elemento de presión"

P. ¿Confía en que este pacto ponga fin a los numerosos asaltos que se vivieron a principios de mes?

R. Si Marruecos se pone en su sitio, se acaban. Ha habido meses y meses en los que no se ha producido ninguno.

P. El cierre de la frontera está fijado hasta el próximo día 31 y Pedro Sánchez ha anunciado una visita para este miércoles. ¿Cree que anunciará que se levanta?

R. No lo sé. Supongo que el presidente o el ministro, o los dos, irán a Marruecos y se abrirán las fronteras. Y si se hace, a ver cómo. Lo deseable es que haya fluidez de mercancías y personas de forma controlada.

P. ¿Qué coste económico y social ha tenido esta medida para Melilla?

R. Muchísimos millones de euros. 500, 600, 700 millones, no lo sé, pero muchos millones.

El presidente de Melilla se muestra esperanzado, pero cauto. (Ciudad Autónoma de Melilla)

P. ¿Y tiene noticias sobre la reapertura de la aduana comercial?

R. No. Dependerá de Marruecos también, porque fueron ellos los que la cerraron. Fue en 2018 y a final de ese verano se creó un grupo de trabajo hispano-marroquí sin ningún resultado. En prensa se publicaron reuniones del más alto nivel en diciembre de 2020 que no se concretaron y después, en abril de 2021, también quedó en nada.

P. ¿Marruecos ha prolongado este cierre en exceso?

R. Naturalmente. No recuerdo desde hace cuántos meses lleva abriendo la frontera. Era algo que tenían que decir por consumo interno porque allí también están presionando. Gente que lo está pasando mal, a la que tienen que dar esas pequeñas esperanzas. Nosotros hemos resultado afectados, pero al otro lado de la frontera están mucho peor. Han dejado de tener ingresos del comercio atípico, de sus pequeñas transacciones, y lo están pasando realmente mal. Hay gente que ha trabajado con nosotros durante años a la que estamos enviando dinero porque sabemos que está pasando hambre. La renta per cápita en Marruecos es 15 veces menor.

P. A raíz de esta decisión, adoptada de la noche a la mañana por el Gobierno marroquí, muchas personas quedaron atrapadas a ambos lados de la frontera. ¿Qué solución se les puede dar?

R. Los que querían irse se tuvieron que aguantar y tienen que esperar. Se abrieron dos corredores, pero no pasó todo el que quiso.

"En Ceuta y Melilla la convivencia es complicada, pero se tiene, y no puede venir un salvapatrias a encender una mecha"

P. Desde el punto de vista político, ¿las lecturas que han hecho los distintos partidos eran las esperadas?

R. Creo que en cuestiones importantes, de enjundia, hay que ser cautos y hacer política de Estado. No andarse por las ramas con que si me has avisado o no lo has hecho. El no por delante es mala política. Marruecos es un vecino complicado, para este Gobierno y para cualquier otro. Y ahí están todos los hitos que hemos pasado, como lo que ocurrió en el islote de Perejil. Lo deseable es la reciprocidad, porque el vecino de a pie no quiere estos jaleos, lo que quiere es vivir bien. Lo que debemos hacer los políticos es facilitárselo.

P. ¿Teme que este acuerdo impulse aún más el voto a Vox en dos puntos como Ceuta y Melilla, donde sus perspectivas electorales son elevadas?

R. El papel de Vox en las ciudades autónomas es distinto, en Ceuta es mucho más grave, aquí son más tranquilos. Las cuestiones diplomáticas no se ganan como si fuésemos a la Reconquista. Recurrir a esos viejos demonios o relatos de tipo belicoso no tiene recorrido. No conduce a nada. El mundo está a otra historia. Es verdad que a ellos les viene bien, porque tienen su público, pero si estuvieran gobernando, no lo harían.

P. ¿Usted cree?

R. [Risas] Lo tengo clarísimo. Una cosa es cómo se ven las cosas desde la barrera. Estamos en el siglo XXI, no en la Edad Media. En el caso de Ceuta y Melilla hay que tener mucho cuidado, porque la convivencia es complicada, pero se tiene, y no puede venir un salvapatrias a encender una mecha. Es muy fácil venir de Madrid y decir que van a meter a la Legión. Vamos a ser un poco sensatos.

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