Alexander Grinberg, el ruso andaluz que llegó a Marbella con un balón bajo el brazo

El éxito es la religión para algunos, un apoyo para sobrellevar el vértigo de la existencia. Así se lo tomaba hasta hace unas horas Alexander Grinberg, el propietario del Grupo Empresarial Terminal Group, antes de que la Guardia Civil se personase este martes por la mañana en las oficinas del Estadio Municipal de Marbella y otros puntos de la Costa del Sol para investigarle y detenerle en el marco de una operación contra la mafia rusa. El magnate desmiente que tenga algo que ver con la rama de los Solntsevo y, por supuesto, niega los presuntos delitos por blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

Para los trabajadores del club de fútbol, todo lo acaecido con el nuevo mecenas marbellí ha sido una sorpresa. Así lo ha manifestado a El Confidencial su director general, Teo Bravo: “No entendemos nada de lo que está ocurriendo. Llegamos esta mañana a trabajar y nos encontramos con la Guardia Civil aquí dentro. Seguimos sufriendo un 'shock' brutal porque aquí todo es legal. Hemos trabajado con bancos españoles en todo momento a través de transferencias legales y no sabemos nada de la mafia rusa. Esperemos que todo se aclare, porque los trabajadores apoyamos a nuestro presidente”.

El domicilio del presidente del Marbella Fútbol Club, en la zona de Bahía de Marbella, también ha sido registrado por la Guardia Civil. En la vivienda y en el club, se incautó material para ser investigado.

Hasta el momento, en esta operación desarrollada por orden de la Fiscalía Anticorrupción, se ha detenido a nueve personas, incluyendo a Arnold Arnoldovich Tamm, uno de los rusos vinculados con Semion Mogilevich, una de las 10 personas más buscadas por el FBI e Interpol por ser uno de los principales jefes del crimen organizado de países del Este a nivel mundial.

El primer ruso que compra un club

Es casi 'andalú', así definen a Alexander Grinberg sus trabajadores. En una entrevista concedida a El Confidencial hace unos meses, él mismo se vanagloriaba de que “en España soy el primer ruso que ha comprado un club. Me siento un ruso muy andaluz y sobre todo, marbellí”. Dueño y presidente del Marbella Club de Fútbol, empresario de inmuebles, de negocios de restauración, ahora, para colmo de estipendios, está creando la Ciudad del Deporte en la Dama de Noche. "Quiero seguir invirtiendo en esta maravillosa ciudad y en Andalucía, construir una ciudad deportiva y centro de alto rendimiento futbolístico que sea líder en Europa, con instalaciones de primer nivel y sinergias conjuntas para todo el sector hotelero, restauración, servicios...".

Este nuevo pigmalión marbellí, mitad judío mitad ruso, no escatima en gastos. Una de las fiestas más famosas de la primavera en la ciudad es la de su cumpleaños. En una de las que celebró, cerró el antiguo Billionaire de Briatore para soplar sus velas entre un nutrido abastecimiento de botellas de vodka y Moët & Chandon. Para ello se trajo a la banda de moda de Moscú, Bi2, una de las más importantes del rock ruso, con varios premios MTV de Rusia. “Son como los Rolling Stones, han venido a cantarme el cumpleaños feliz”, puntualizaba a El Confidencial durante el evento.

Come vegano y abrió un restaurante cercano al bulevar de San Pedro de Alcántara para degustar esta comida que tanto le entusiasma: “No hay ningún negocio de productos crudos en la ciudad y aquí puedo comer comida sana”. Quien le conoce bien dice que media Marbella ya es suya, aunque él vive en la zona de Bahía de Marbella y no en La Zagaleta, como otros de sus compatriotas que rayan en el lujo extremo. A él no le gusta hacer alarde de nada. "Me encanta España, y en especial Andalucía, una tierra donde la gastronomía tiene un altísimo nivel y el carácter de sus gentes tan amable, alegre y vitalista les hace ser muy parecidos a nosotros”.

Fuma puros en el palco

Desde 2008, vive en este municipio con su mujer y sus dos hijas. “Vine a esta ciudad por primera vez hace nueve años de vacaciones con mi familia. ¡Me enamoré de Marbella! Me compré una casa, y parece que llevo toda la vida”. Gran entusiasta del Spartak de Moscú, de ahí le vino el deseo de querer hacerse con su propio club de fútbol. "Entiendo el fútbol como deporte, pensando en la afición y en que quiere ver un espectáculo de alto nivel, pero no a cualquier precio. Mis valores son el sentido común y tener los pies en la tierra. Que nadie espere grandes derroches ni dispendios. He construido todo siempre desde la sensatez y el trabajo duro y constante, que son los que al final te dan resultado seguro".

Siempre ha deseado ampliar sus vínculos de negocio en España a partir de la propiedad del Marbella FC, al que está transformando en sociedad anónima deportiva para dotarlo de estructura jurídica adecuada para retos de presente y futuro, profesionalizando el equipo con el objetivo de aspirar a subir a Segunda División. Alexander Grinberg se lo toma muy a pecho. “Soy de los que sufren en el palco. Siempre estoy nervioso cuando juega el Marbella. Nunca sabes qué va a pasar. Me pongo a temblar, y por eso empecé a fumar puros”.

A la inversa de otros conciudadanos consumidores de rublos, él no se considera un devoto del lujo. "Marbella es un paraíso en la tierra y hago bandera de este lugar donde quiera que vaya por mis múltiples viajes; hay muchos amigos y compañeros rusos que la han conocido y se han afincado aquí por mi recomendación, y me siento orgulloso de ello. Entre todos, debemos conseguir que esta ciudad sea conocida por todo lo mucho y bueno que tiene, dejando atrás todos los problemas que sucedieron en el pasado”. Este martes, tras su detención a manos de la Guardia Civil, nadie quiere hablar de escándalos.