Felipe González cree que Susana Díaz tiene "fuerza y coraje" pero no sabe si hay más así

Felipe González participó en Sevilla en un almuerzo coloquio organizado por el Grupo Joly, donde acudió, dijo al arrancar su conferencia, para hablar de los problemas que preocupan y afectan a los ciudadanos. En medio de un gran expectación, con un foro absolutamente lleno y con la presencia de los expresidentes andaluces José Antonio Griñán y Manuel Chaves, que recibieron grandes muestras de apoyo y cariño, González disertó sobre los grandes desafíos mundiales, entre ellos el Brexit y las consecuencias de la victoria de Donald Trump.

"Estoy aquí, se supone, para apoyar a Susana [Díaz]", dijo al arrancar el acto de modo irónico. "Se descontextualiza todo y es peligroso manipularlo todo", añadió, amonestando claramente a los medios de comunicación. Con el mismo tono se refirió a la entrevista publicada en 'Politique Internationale', donde dudó de que Pedro Sánchez tenga un discurso de más de media hora sobre España y señaló similitudes entre Podemos y Marine Le Pen, calificando a Pablo Iglesias de "Lenin 3.0". "Menos mal que tengo grabada la entrevista, porque lo que dije no tiene nada que ver con esos grandes titulares", se quejó.

Solo durante el coloquio, donde recibió preguntas, se refirió a la crisis del PSOE, su falta de liderazgo y qué soluciones ve a corto plazo. Se mostró convencido de que la crisis socialista se solucionará "convocando un congreso en tiempo y forma". "Ni inmediatamente ni creo que se tenga que retrasar mucho. No quiero tener que definir el tiempo. No hay que precipitarse. Hay que articular un debate político y en tres, cuatro o cinco meses", reflexionó. "Los que están al mando que se pongan las pilas, porque no es tan difícil comprender la realidad y ofrecer un proyecto. No hay que hacer un congreso en descomposición ni a calendas griegas como pretenden algunas para saber si la breva cae cuando esté madura", señaló. Mientras que Pedro Sánchez exige un congreso ya, Susana Díaz es más partidaria de aplazarlo en el tiempo, una maniobra con la que sus adversarios creen que pretende llegar a la secretaría general sin rivales en las primarias. Sus palabras se dirigían a ambos.

Sobre si apoyará a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, como secretaria general del PSOE, fue cauto. "Sería una desgracia para Susana y para mí que yo me pronunciara sobre eso. Ningún candidato que he apoyado he ganado hasta ahora", dijo con tono jocoso. "¿Si tiene condiciones? Que tiene fuerza y coraje, sin duda. Ahora, cuántos más hay así, no lo sé", añadió. "¿La apoyaría usted si se presenta? No, porque la fastidiaría", zanjó.

"Nadie me dice lo que tengo que hacer"

Felipe González fue duro contra el ex secretario general Pedro Sánchez. Aseguró que no había visto la entrevista en La Sexta, donde lo acusó de participar en una conspiración con el Ibex 35, Prisa y Susana Díaz para desbancarlo. "Solo tengo el eco de la entrevista. Si dijo eso, lo menos que puedo decir es que al menos en ese momento desvariaba", zanjó. "Tengo 74 años y nadie me dice lo que tengo que hacer, ni el Ibex, ni mi partido ni el Gobierno. Hago lo que creo que tengo que hacer. Soy independiente", se jactó. "Si lo cree así el ex secretario general de mi partido, me entristece", admitió. Una última pregunta cerró su conferencia. ¿Cree usted que Pedro Sánchez es el mayor error del PSOE en los últimos años? "Me atrevo a decir que Pedro Sánchez, sin cultura de partido, ha tratado de hacer lo mejor que creía, pero probablemente no sabía", aseguró.

También opinó sobre si los socialistas deben apoyar los Presupuestos Generales del Estado. "Si fuera el responsable del PSOE, lo primero que haría sería decirle a Rajoy que ha prometido que no hay que recortar gastos y va a bajar los impuestos. Presénteme un Presupuesto donde sus promesas se reflejen", defendió, convencido de que el PSOE tiene que negociar las cuentas y condicionarlas con exigencias, como que no haya más recortes de gasto social.

"Estoy en la batalla por mi país"

"La gente cree que estoy en la batalla, no estoy en la batalla. Estoy en la batalla por mi país", deslizó durante su intervención, eludiendo preguntas como qué cree que debe pasar con el PSC. González disertó sobre la victoria de Donald Trump y avisó de que él sí cree que "hay que creerse" al presidente de Estados Unidos, convencido de que "hará todo lo que pueda de lo que ha dicho" en su campaña electoral. "Estamos aterrados por el 'nos invaden' que ha aupado a Trump. No hemos sabido resolverlo", advirtió. También alertó contra los populismos y exigió respuestas. "No podemos reducir nuestro mensaje a decir que cuando gobiernen los populistas, la situación será mucho peor, porque la gente lo pasa mal y se siente discriminada", subrayó, pidiendo "responder a esa fragilidad del modelo con respuestas socialdemócratas del siglo XXI".

"Si no queremos abrir el espacio a propuestas disparatadas, reconquistemos el espacio con propuestas que recuperen la centralidad y respondan a los problemas que preocupan a los ciudadanos", sostuvo en otro momento de su intervención.

Sobre si apoyará a Susana Díaz como secretaria general del PSOE, fue cauto: "Sería una desgracia para Susana y para mí que yo me pronunciara sobre eso"

Era la primera vez que Chaves y Griñán participaban en un acto público tras la apertura de juicio oral en el caso ERE. En el caso de Griñán, casi no ha vuelto a reaparecer desde que dejó su escaño en el Senado y fue imputado formalmente en los ERE. Ambos expresidentes, a los que González reclamó personalmente que acudieran al acto, compartieron la mesa principal, donde también estuvo Susana Díaz, y la inmensa mayoría de abrazos y muestras de cariño de los presentes fueron hacia los también expresidentes del PSOE.

Felipe González, que fue presentado por el alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, señaló también el camino a su partido, convencido de que el PSOE tiene un proyecto de España que se tiene que "mantener, modernizar y relanzar reconociendo la diversidad, que no es lo mismo que la pluralidad". Ya durante el coloquio, lamentó que ahora se les llame 'socialtraidores'. "Nos joden los autoritarismos, de derecha y de izquierda", advirtió. "Necesitamos un proyecto europeísta que nos dé la relevancia que estamos perdiendo a chorros", avisó a su partido. El expresidente del Gobierno apostó por una subida de los salarios ligada a la productividad y recalcó que en estos momentos de mayor proteccionismo en Reino Unido o Estados Unidos, el consumo interno va a ser clave en los próximos años. También puso el foco en las pensiones y admitió que no es que sea partidario sino que es "inevitable" ir a un modelo en el que las pensiones se financien vía impuestos.