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Supercopa Files

Rubiales recurrió a Piqué en su guerra contra Aganzo: "Rubi, que no parezca que yo lo lidero"

La RFEF admite la implicación de su presidente en las maniobras. Participó en una campaña reclutando a pesos pesados del fútbol en torno a una candidatura alternativa encabezada por Morientes

Imagen: EC Diseño.

Las conversaciones de Luis Rubiales con el central del Barça Gerard Piqué han aflorado las maniobras del presidente de la RFEF para controlar el principal sindicato de jugadores, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). En los mensajes a los que ha tenido acceso El Confidencial se aprecia cómo el máximo mandatario del fútbol español se concertó con el defensa culé para trazar una estrategia de presión y sustituir al responsable de ese colectivo, David Aganzo. El plan pasaba por captar a pesos pesados como el entonces capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, o el astro argentino Leo Messi para apoyar la candidatura alternativa del exdelantero de la selección Fernando Morientes. También se pusieron de acuerdo para introducir sus mensajes en la prensa, incluyendo el diario 'Marca', el periódico más leído del país.

Es en ese contexto en el que Piqué le reenvió a Rubiales un mensaje de audio de Sergio Ramos que calificó como “confidencial” desvelado hace días por este periódico. El defensa madridista, ajeno a la relación entre su excompañero en la selección y el presidente de la RFEF, se mostró reacio al plan. Consideró que se trataba de una guerra personal entre Rubiales y Aganzo y prefería mantenerse al margen. En el mensaje, Ramos detectó que la intención de Rubiales era “mandar en la Federación y en la AFE” al mismo tiempo.

El sindicato ha sido históricamente objeto de deseo de los dirigentes del fútbol español para usarlo como herramienta de presión a la hora de hacer valer sus posiciones en los conflictos internos entre distintos estamentos. Como cualquier otro colectivo, los futbolistas pueden decretar una huelga y provocar con ello graves consecuencias económicas. Tal y como ha acreditado este periódico, la postura de la AFE es importante si se quiere abordar, por ejemplo, un cambio de calendario. Rubiales y Piqué ya se pusieron de acuerdo en 2019 para tratar de convencer a Aganzo y que accediese a encajar la Supercopa de España en Arabia Saudí en enero y no en verano como se había jugado siempre. Uno de sus objetivos era contar con el respaldo de Messi.

Un año después del lucrativo negocio de la Supercopa por el que Piqué se aseguró 24 millones de comisión, el plan de Rubiales era desalojar a Aganzo del sindicato. Estas maniobras tuvieron lugar en mayo de 2020, con los estadios vacíos por la pandemia y el debate sobre cuándo podría volver el fútbol. Ahí brotó una crisis en el seno de la AFE en la que Rubiales había mandado entre 2010 y 2017 antes de dar el salto a la RFEF. Era el 11 de mayo cuando un veterano empleado del sindicato de futbolistas denunció públicamente a David Aganzo por corrupción. Su carta mereció la portada del día siguiente en el diario 'Marca'. “Grave escándalo”, decía el titular. Desde la AFE, tacharon de falsas las acusaciones, pero empezó un periodo de inestabilidad en el sindicato y hubo quienes pidieron la dimisión de su dirección.

Portada del diario 'Marca' con la información sobre Aganzo.

El mismo día de la portada de 'Marca', Piqué y Rubiales se cruzaron varios mensajes en los que hablaron de este acontecimiento. En concreto, se referían a una carta en la que se aludía a Aganzo y se apuntaba ya el nombre de Morientes como candidato a sustituirlo. Del contenido del mensaje se deduce que es un comunicado que estaba circulando entre más jugadores porque Piqué dijo que se lo iba hacer llegar a “Leo” (Messi), capitán como él en el FC Barcelona. El defensa culé también trasladó a Rubiales que le parecía prematuro que apareciese ya el nombre de Morientes. La respuesta de Rubiales acredita no solo su conocimiento sobre estos movimientos, sino también los que se iban a producir en los próximos días. “Ahora lo hablamos, pero esta carta no es para hoy es para dentro de un par de días”, le confesó Rubiales a Piqué.

Lo cierto es que Piqué empezó pronto a ver que el plan era “complicado” sin el apoyo de Ramos ni el liderazgo de Messi o la participación del Atlético de Madrid. Así se lo transmitió a Rubiales. “Leo… hostia, no quiere liderar nada de esto, ningún movimiento de estos porque no se quiere meter y no entiende tampoco las circunstancias de todo y tal”, dijo sobre el argentino. A Rubiales no le pareció bien que Piqué hubiese activado tan pronto el contacto con Ramos: “No era ahora el momento de hablar con Sergio [Ramos] en mi opinión”. Dos días después, Rubiales trató de comunicar de nuevo con Piqué. “Es importante”, le indicó el presidente de la RFEF.

Rubiales buscaba la participación de Piqué en una información que iba a publicar el diario 'Marca'. Abundaba en la presión sobre Aganzo y el presidente de la RFEF quería recabar una reacción del capitán culé. De los mensajes a los que ha tenido acceso este periódico se observa que Rubiales le ofreció al central culé que eligiera entre unas frases para ponerla en su boca en la información que iba a publicar 'Marca'.

Piqué, el jugador que tenía negocios con Rubiales, al que le había pedido ayuda para ir a los Juegos Olímpicos de Tokio y un grupo fácil en Segunda B para el Andorra del que es propietario, aceptó la petición de participar en la campaña contra Aganzo. No obstante, el futbolista culé no quería que pareciese que él estaba liderando la operación. Así se lo trasladó en un audio al que también ha tenido acceso El Confidencial dentro de esta investigación llamada Supercopa Files, un alud de archivos que desvela nuevas irregularidades en el máximo órgano rector del fútbol en España.

“Pero escúchame, Rubi [le trasladó Piqué], entiendo que esto irá dentro de un grupo de muchos jugadores. Es muy importante que en el artículo salga yo con otros muchos diciendo distintas frases. Va a tener repercusión lo mío, pero no quiero que el titular sea Piqué no sé qué… sino que varios jugadores han manifestado y tal y no sé cuántos como que nos han llamado y la frase es esta, ¿ok? Pero, hostia, que no sea el titular en grande. Dile a 'Marca' que, hostia, que no pongan mi nombre, por favor, que no parezca que esté liderando esto”.

Rubiales tranquilizó al jugador, le dijo que habría “por lo menos ocho o 10” futbolistas que también estaban en la operación y le puso como ejemplo el caso de Vicente Iborra, futbolista del Villarreal. Rubiales e Iborra compartieron vestuario en el Levante cuando el de Motril era futbolista en activo. El presidente de la RFEF reenvió a Piqué el mensaje con la declaración de Iborra en la que anunciaba su apoyo a Fernando Morientes para dirigir la AFE. “Este se moja mucho”, se jactó Rubiales, quien además se comprometió con Piqué a que le pediría al periódico 'Marca' que le incluyera en la información como uno más.

La información salió publicada el mismo día 14 de mayo a las 23.58 bajo el título “La rebelión de los capitanes”. La ilustraba una foto de un Aganzo con gesto serio y al lado otra de Morientes sonriente. “El apoyo de una amplia mayoría de capitanes de equipos de todo el fútbol español a Fernando Morientes, promoviéndole como próximo presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) va adquiriendo cada vez más cuerpo”, arrancaba el texto. Piqué, como pidió, no aparecía en el titular, pero sí en un destacado con la frase que había elegido el central culé junto a su nombre: “Necesitamos una AFE que nos defienda”. La misma noticia recogía una declaración de Morientes en la que se dejaba querer: “Si AFE me necesita y los jugadores quieren, lideraría el cambio”.

En los mensajes entre Piqué y Rubiales se aprecia que el presidente de la RFEF seguía muy interesado en poder contar con Ramos ('SR'). El plan era reclutar pesos pesados del fútbol español para presionar a Aganzo tras la publicación de la denuncia contra él en la prensa. Sin embargo, Aganzo resistió a la presión al frente de la AFE. La perspectiva de una carrera larga disuadió a Morientes, que quería un nombramiento rápido y por aclamación.

El 21 de mayo, el exdelantero del Real Madrid y de la selección española concedió una entrevista en la Cadena COPE donde comunicó que se apartaba: "No es mi intención agravar la desunión. Mi intención es que fuese un proceso corto y que hubiese una persona por si dimitía el presidente. El proceso a largo plazo no entraba en mis planes. Mensajes cruzados, una permanente campaña. Por eso les hice saber a quienes me llamaban que si ese proceso corto era de tres o cuatro días aquí estaba para ayudar y mejorar. Esto no tiene que parecer una batalla personal por el puesto y por eso tengo que echarme a un lado". Al día siguiente, Piqué le preguntó a Rubiales por este cambio de planes en un mensaje en el que también abordaban sus negocios conjuntos por la Supercopa de España en Arabia.

Rubiales le contestó que su prioridad era fijar el calendario de enero, el mes en el que se juega la Supercopa de España desde 2020. En la misma respuesta, el presidente de la RFEF le confirmó a Piqué que la ‘Operación Morientes’ se aplazaba, pero se mostraba convencido de que Aganzo caería “antes o después”. La denuncia del trabajador de la AFE acabó judicializada y Aganzo sigue en su puesto. Esta campaña para sacarle de la dirección del sindicato se produjo casi un año después de que la Federación Española pagase los servicios de unos detectives privados para espiarle en busca de algún trapo sucio que usar en su contra.

En un comunicado difundido este martes, el organismo que preside Rubiales ha negado relación alguna con ese espionaje. Sin embargo, El Confidencial ha desvelado documentos como el correo electrónico recibido por la RFEF con el informe de las vigilancias y la factura por los servicios prestados, 11.764 euros. En su comunicado, la Federación mezcla ese seguimiento a Aganzo con la campaña que detalla esta información. El órgano que regula el fútbol español admite sin tapujos la implicación de su presidente en las luchas internas por desbancar al presidente del principal sindicato de futbolistas, aunque en una versión más tangencial de la que jugó realmente.

Según la RFEF, “cuando conoció el posible soborno denunciado por el ex empleado de AFE Antonio Saiz y despedido por hacerlo, colaboró con quienes también estaban indignados por esa posible práctica. Miembros de la Junta de AFE y otros destacados militantes contactaron con Rubiales, que se prestó a ayudar y colaborar en busca de que aflorara la verdad con el fin de propiciar un cambio de rumbo y de dirección en el organismo, siempre en el marco de su filiación sindical y amparado por la ley y nunca con hechos como los que hoy El Confidencial pretende atribuir al presidente de la RFEF”, dice el comunicado. Aganzo ya ha anunciado acciones legales y ha pedido la intervención del Consejo Superior de Deportes (CSD).

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