Crisis en el Partido Popular
Cascada de dimisiones: Almeida deja la portavocía y la dirección en el Congreso se desmorona
La renuncia del también alcalde de Madrid secunda la de la diputada valenciana Belén Hoyos, muy cercana a Casado. Un grupo de diputados en la Cámara Baja ha firmado un escrito para pedir el cese de García Egea
El núcleo duro del todavía presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se rompe. Las dimisiones en su círculo más cercano se suceden y la dirección del grupo parlamentario en el Congreso se desmorona. José Luis Martínez-Almeida ha presentado su renuncia como portavoz nacional del partido apenas unas horas después de que la diputada valenciana Belén Hoyo, una de las personas más cercanas a Casado, hiciera lo propio. Pero no han sido las únicas. Las decisiones se han precipitado tras la reunión del comité de dirección de Génova celebrada este lunes, que acabó con la cúpula enrocada y negándose a marcharse.
La marcha de Almeida era un secreto a voces. Una vez se supo la trama de espionaje al hermano de Isabel Díaz Ayuso encargada por Génova, revelada por El Confidencial, tomó fuerza el rumor de que quería abandonar su cargo como portavoz, al que llegó en agosto de 2020 tras el cese de Cayetana Álvarez de Toledo, con sus índices de popularidad disparados por la gestión de la pandemia. La capacidad de diálogo y el consenso con los grupos de la oposición fueron su principal aval. La renuncia se ha presentado de "mutuo acuerdo" con Casado y no afectará a sus funciones como regidor de la capital.
La crisis en el grupo parlamentario es total. Un grupo de destacados diputados del PP han firmado un escrito reclamando la “destitución inmediata” del secretario general, Teodoro García Egea, y la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario. Entre estos parlamentarios se encuentran miembros de la dirección en la Cámara Baja. El escrito está firmado por Guillermo Mariscal, secretario general; Pablo Hispán, responsable de Exteriores; Carlos Rojas, portavoz adjunto; Adolfo Suárez Illana, secretario cuarto de la Mesa de la Cámara Baja; José Ignacio Echaniz, portavoz adjunto; Sandra Moneo, responsable de Educación, y Mario Garcés, también portavoz adjunto. Algunos de ellos compartían mesa y mantel este lunes en el Congreso de los Diputados.
A estos díscolos se ha sumado Jaime de Olano, reconocido dirigente cercano a Alberto Núñez Feijóo que ejerce de vicesecretario nacional de Participación en Génova. De Olano ha pedido la convocatoria de un congreso extraordinario. Álvarez de Toledo y Pilar Marcos ya habían abierto la caja de los truenos hace unos días.
También ha dimitido este martes Ana Belén Vázquez, miembro de la dirección nacional del partido, como Secretaria de Emigración. También es responsable del PP exterior y portavoz de Interior en el Congreso. “Quiero agradecer a Pablo Casado la confianza depositada y que seguí apoyando hasta el pasado jueves, pero, visto que no hay cambios, toca irse. Y, tras escuchar a muchos afiliados, dimito”, ha anunciado.
El espíritu de los denominados como Acuerdos de la Villa que encumbraron a José Luis Martínez-Almeida se ha ido diluyendo en los últimos meses. En Cibeles se había instalado el runrún de que el PP había ganado un portavoz, pero la ciudad de Madrid había perdido un alcalde. Esta consideración, un argumento recurrente para los partidos de izquierdas en el Ayuntamiento, era extensible a algunas voces en el equipo de Gobierno. También en el Partido Popular. Fuentes municipales insistían en que urgía una mayor gestión de lo local, con más y mejores proyectos, por encima de la política nacional.
La guerra que se ha desatado en el PP de Madrid ha sido la gota que ha colmado el vaso. Martínez-Almeida se ha visto acorralado por el transcurso de los acontecimientos, en mitad del pulso entre Génova e Isabel Díaz Ayuso y con el que era su mano derecha, Ángel Carromero, implicado en la trama. El que fuera coordinador general de la Alcaldía fue el primero en presentar su dimisión la semana pasada, tras demostrarse su participación en el espionaje.
Renuncia de Belén Hoyo
La primera renuncia del día fue la de la diputada valenciana Belén Hoyo, una de las personas más cercanas al dirigente conservador. Ha dimitido de su cargo en el comité de dirección de la formación, según señalaron a El Confidencial fuentes de su entorno. Hoyo salta del barco un día después de haber reclamado internamente la renuncia del secretario general Teodoro García Egea como salida de urgencia a la profunda crisis interna que viven los populares.
La dimisión es una señal importante de las divisiones en el grupo que hasta ahora respaldaba a Casado, a quien los barones están reclamando un paso atrás en el enfrentamiento con la presidenta Díaz Ayuso, que ha fracturado a la formación. El todavía líder de los populares ha optado por ganar tiempo y ha convocado para la semana que viene a la Junta Directiva Nacional para decidir si se convoca o no congreso extraordinario y ordinario.
Hoyo, que cuenta con grupo propio de influencia entre los populares valencianos, ha sido uno de los apoyos internos de Casado desde que arrancó su carrera por hacerse con el liderato del PP en las primarias que disputó con Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. El giro de posición supone la primera señal de que los populares valencianos, que cuentan con una nutrida representación en la Junta Directiva, han empezado a girar hacia la vía de apoyo a Alberto Núñez Feijóo.
Horas más tarde, la edil madrileña, Andrea Levy, también ha presentado su dimisión como presidenta del Comité de Garantías del PP. Levy ha hecho pública su renuncia en Twitter, donde ha sostenido que ayer, tras presentar su renuncia, pidió un congreso extraordinario "Lamento con mucho dolor y tristeza del espectáculo dado estos días. No lo merecen nuestros afiliados ni nuestro país", ha agregado.