Pedraz cita a Bárcenas en julio para preguntar por adjudicaciones de la era Aznar

El juez central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, prevé tomar declaración en julio como testigo al extesorero del PP, Luis Bárcenas, actualmente en prisión por el caso Gürtel, según avanzaron a El Confidencial fuentes jurídicas. Bárcenas se comprometió por escrito a contar lo que sabe en todas las investigaciones abiertas sobre la presunta corrupción del que fuera su partido. Lo que investiga este juez en concreto tiene que ver con adjudicaciones a empresarios afines al PP que afectan al núcleo duro del Gobierno de José María Aznar.

El magistrado ya intentó citar a Bárcenas en febrero, pero suspendió la declaración a petición del propio extesorero, juzgado desde hace meses en la Audiencia Nacional por la financiación irregular del PP y la reforma de la sede de la formación. Bárcenas alegó que se le acumulaban las declaraciones y que eso iba a suponer para él un castigo físico. Ahora el juez reactiva la citación para el verano y ha fijado la fecha para el 16 de julio para interrogarle.

A finales de enero, Bárcenas puso fin al pacto de no agresión que durante años mantuvo con el PP tratando de evitar que su mujer Rosalía Iglesias ingresara en la cárcel. Hoy cumple condena también por Gürtel en la prisión de Alcalá Meco. En consecuencia, Bárcenas remitió una carta a la Fiscalía Anticorrupción y anunció su intención de colaborar y su disposición a contar todo lo que sabe de estas irregularidades que, según dice, se remontan a 1982.

Adjudicaciones finalistas

En concreto, en su escrito relataba la dinámica de adjudicaciones a empresarios que previamente donaban al partido cantidades económicas. Bárcenas precisó que, en la mayoría de los casos, esas aportaciones no eran finalistas, es decir, que no implicaban necesariamente la contraprestación de contratos, lo cual dificulta mucho una acusación judicial. No obstante, el extesorero hacía una salvedad en referencia a la causa que investiga Pedraz. Afirma que hay “algunos concretos casos en los que sí concurrió aquella motivación”.

Desde que Bárcenas se ofreció por última vez a tirar de la manta, pocas cosas han cambiado. En el juicio sobre la caja B del PP alegó no tener documentos para respaldar sus afirmaciones porque se los robaron los policías implicados en la llamada operación Kitchen, actualmente bajo investigación en otro Juzgado de la Audiencia Nacional. En el marco de la investigación sobre la trama Púnica acusó a la expresidenta de Madrid Esperanza Aguirre de haber recibido dinero en un sobre de un empresario de la construcción. Al juez no le generó credibilidad su relato y descartó investigarlo tras escuchar al empresario aludido.

También dijo contar con varias cajas de documentación, pero, en realidad, no están en su poder porque se las dejó a un tercero para que las custodiara. No consta que haya logrado localizarlas. Durante los últimos meses también ha incurrido en contradicciones en sus manifestaciones públicas, tanto en los tribunales como en su comparecencia durante la comisión parlamentaria sobre el caso Kitchen, donde negó que el PP le prometiese hacer gestiones para intentar salvar a su mujer de la cárcel.

Durante su declaración como acusado en el juicio sobre la caja B de su partido, no señaló directamente a Aznar, a quien no suele aludir de manera directa a la hora de hablar de la presunta corrupción. No obstante, sí implicó al que fuera su hombre de confianza, Francisco Álvarez-Cascos, al que describió como el ideólogo del sistema de sobresueldos que durante años tuvo lugar en el PP.