Sánchez defiende frente a Puigdemont a los alcaldes del PSC que no ceden locales el 1-O

La renuncia de Barcelona, dirigida por Ada Colau, y los grandes municipios catalanes, encabezados por alcaldes del PSC, ha asestado el golpe más duro al 'procés', además del potente cerco judicial y policial. Los independentistas demandan a los ciudadanos que comparten la necesidad de que se celebre el 1-O que interpelen a esos regidores que se niegan a sacar las urnas para el referéndum. Una deriva "irresponsable" para los socialistas y que Pedro Sánchez pide frenar. Para él es un "orgullo" la actitud de esos primeros ediles que defienden la legalidad democrática y constitucional y las instituciones catalanas.

El secretario general se encontraba este sábado en Badajoz, en Extremadura, región a la que se desplazó el jueves tras su entrevista con Mariano Rajoy en La Moncloa para acompañar al presidente extremeño en los actos por el Día de la Comunidad. Pero la atención estaba situada, obviamente, en otro punto, en Cataluña. Sánchez mantuvo su línea oficial: ley y diálogo. Respaldo total al Gobierno, sin reproches, frente al "atropello" de los independentistas, aunque también insistencia en la necesidad de tender puentes.

Para el líder socialista, "no hay avance" hacia la independencia, sino "retroceso muy grave en la democracia de nuestro país". En los dos plenos del Parlament en los que se aprobaron las leyes de referéndum y de transitoriedad "no se produjo un choque de trenes, sino un atropello de las instituciones catalanas, del autogobierno, de la legalidad constitucional y del Estatut". Un "error histórico", subrayó. Porque cualquier idea "pierde la razón" si se sitúa "por encima de la legalidad". "No hay vía unilateral en democracia", recordó.

Los primeros ediles de Tarragona, Lleida, L'Hospitalet, Santa Coloma, Terrassa o Mataró se han negado a colaborar con el referéndum

El secretario general pasó a reprochar a "algunos representantes importantes", como el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, "señalan a los alcaldes", presionándoles para que cedan espacios para acoger un "acto claramente inconstitucional, porque así lo ha dicho el Tribunal Constitucional". "Desde Badajoz decimos a los alcaldes socialistas que estamos muy orgullosos de ellos y de ellas, que estamos muy orgullosos todos los socialistas de todos los territorios del papel del PSC, de todos los alcaldes y alcaldesas que defienden la legalidad democrática, el autogobierno de Cataluña, la concordia entre catalanes y que con su dignidad y su fortaleza democrática y con sus convicciones abren un nuevo tiempo de esperanza para resolver la crisis política en Cataluña", proclamó entre los aplausos de los asistentes, reunidos en el Sercotel Gran Hotel Zurbarán de la capital pacense.

En un acto organizado este viernes por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), el 'president' de la Generalitat emplazó a los ciudadanos partidarios de la secesión a que pregunten a sus representantes municipales: "Mírame a los ojos y dime, ¿me dejarás votar o impedirás que vote?". "Palabras irresponsables y temerarias de Puigdemont. Acabarán provocando insultos y amenazas. ¡Llamemos a la calma!", escribía el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.

Además de Barcelona, cuya alcaldesa, no obstante, pidió al jefe del Govern que le aclare cómo facilitar el 1-O sin que se ponga en riesgo a los funcionarios, han sido otros grandes municipios los que se han negado a colaborar con el referéndum: L'Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Tarragona, Lleida, Terrassa, Cornellà, Mataró o Sant Boi de Llobregat. Todos ellos gobernados por los socialistas, que a su vez cogobiernan con Colau en la capital.

Mensajes de "seguridad" y "esperanza"

Sánchez presumió de su papel de "argamasa" de la unidad del país en estos 40 años de democracia, ya que ha gobernado desde La Moncloa y en todas las comunidades autonómas y sabe reconocer "la diversidad territorial" y al tiempo "defender la unidad". Fue entonces cuando deslizó una leve crítica al PP: antes de salir del Ejecutivo el deseo independentista "estaba por debajo del 15%" y ahora "por encima del 40%", una forma decir que han sido los populares, con su inmovilismo, los que han excitado a los separatistas. Pero enseguida se centró en el mensaje que lleva repitiendo estos últimos días. "He mantenido discrepancias muy profundas con Rajoy, también en la cuestión catalana, pero no es momento de siglas ni de partidos, sino de defender el Estado de derecho, la democracia, la Constitución española, la integridad territorial del país, y aquí está el PSOE", señaló.

No es momento de siglas, sino de defender el Estado de derecho, la democracia, la Constitución y la integridad territorial

El líder socialista completó su discurso lanzando dos mensajes a los catalanes y al conjunto de los españoles. Uno, de "seguridad y confianza", porque "antes y después del 1-O Cataluña seguirá siendo España". Y dos, de "esperanza", porque está "a punto" de lograrse el "primer gran acuerdo parlamentario" que ayude a resolver la "crisis política que se vive en Cataluña", al montarse, incluso con la ayuda del PP, la comisión no permanente de revisión del Estado autonómico. El PSOE, pues, "ha denunciado el rupturismo y la pasividad del actual Gobierno de España", pero "no es momento de reproches". "El PSOE está donde siempre ha estado, con la ley y en la búsqueda de una solución política para Cataluña".

Guillermo Fernández Vara, antaño barón partidario de Susana Díaz y hoy uno de los presidentes completamente alineados con Ferraz, apuntaló la línea de Sánchez. El jefe de la Junta señaló que dar respuesta al reto soberanista exige "generosidad, responsabilidad y audacia", y eso es lo que a su juicio ha demostrado el PSOE al proponer una comisión parlamentaria que comience a buscar "puntos de encuentro" sobre un modelo territorial "agotado" y discutir así "lo que tenía que haberse discutido antes", pues la Constitución representó un "inicio" —"Sabíamos de dónde partíamos pero no adónde llegaríamos—, pero hoy le hace falta una actualización. Eso sí, "fuera de la ley no debe caber nada". Vara acudió el pasado lunes a la reunión plenaria de la ejecutiva federal donde se aprobó la presentación de la comisión de diálogo para el abordaje de la crisis territorial.

Sánchez además lanzó la propuesta de que el nuevo modelo de financiación autonómica tenga en cuenta la tasa de paro y el envejecimiento de la población de las comunidades, junto con otros criterios que ya recoge el actual sistema de reparto, como el número de ciudadanos, su densidad y su dispersión. "Es el compromiso de la dirección federal cuando comencemos a hablar con el Gobierno de España", señaló el secretario general, que reiteró su disposición a negociar otro modelo de distribución para las CCAA, porque de él depende la "provisión de los servicios públicos". También resumió los puntos básicos de su propuesta de pacto de rentas salariales y su voluntad de hablar sobre la reconstrucción del Pacto de Toledo con el Ejecutivo y con el resto de fuerzas parlamentarias.

Buena sintonía entre Vara y Sánchez

Que Pedro Sánchez arrancara oficialmente el curso político en Extremadura, en Badajoz, tiene un extraordinario valor simbólico, ya que Guillermo Fernández Vara fue uno de sus látigos en la última parte de su mandato y durante el proceso precongresual, en el que apoyó a Susana Díaz. Pero tras la victoria del madrileño, pasó a defenderlo a muerte. Ambos recompusieron su relación y el nuevo secretario general no entorpeció que Vara repitiera como jefe de los socialistas extremeños. Como contó él mismo, pasó de poner su cargo de líder regional a disposición de Sánchez a que él le propusiera coordinar el consejo político federal, el órgano del PSOE que reúne a la cúpula nacional y a los barones.

"¡Aquí estamos todos juntos!", proclamó Vara en el arranque de su discurso. "Los que ganaron las primarias federales y los que las perdimos, los que ganamos las primarias regionales y los que las perdieron... ¡Pero estamos juntos, porque el PSOE ganó, y si el PSOE ganó, ganamos todos!", exclamó ante un auditorio en el que se sentaban miembros de su dirección, el secretario provincial de Badajoz, el senador Rafa Lemus, o la diputada nacional por Cáceres Pilar Lucio, integrante de la primera ejecutiva de Sánchez. Vara pidió poner toda esa "fortaleza" del partido "al servicio de una idea: ayudar a Pedro a recuperar el Gobierno de España". 

Sánchez le correspondió. Le dio la enhorabuena por haber ganado las primarias regionales en julio y recordó, ahora que el PSOE extremeño está sumergido en los congresos provinciales (como ocurre en Andalucía), igual que se siguen cónclaves autonómicos en otras federaciones que han preferido un calendario más lento, que no hay "ganadores ni perdedores". Es "el PSOE" el que gana en un proceso de democracia interna, subrayó, para pedir a los derrotados a que se sitúen detrás del que ha vencido. Una llamada casi implícita a Susana Díaz. 

Tras recalcar que "España debe mucho a Extremadura", una tierra "leal", trajo a colación una frase empleada por el expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra ("me comprometo a romper cristales por Extremadura") para enfatizar que defenderá Extremadura, empezando por la llegada del AVE o el impulso de su agroindustria. 

Para este lunes, cuando se celebra la Diada, no está prevista la convocatoria de la permanente o de la ejecutiva federal. El martes, Sánchez sí viajará a Barcelona, a un encuentro organizado por 'El Periódico' y después a un acto en Santa Coloma con alcaldes y concejales del PSC. El domingo 17 de septiembre estará de nuevo en Cataluña, en la Fiesta de la Rosa de Gavà.