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PRIMERA CITA EN LA MONCLOA TRAS LA REELECCIÓN DEL LÍDER SOCIALISTA

Sánchez rechaza el 1-O y anuncia "iniciativas legislativas" si Rajoy no dialoga con Cataluña

Pide "mesura" en la respuesta que el Gobierno dé al desafío soberanista y le avisa de que no respaldará acudir al artículo 155. No concreta qué medidas impulsará si falla la interlocución con el Govern

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez posan para los fotógrafos en las escalinatas de La Moncloa antes de su reunión, este 6 de julio. (Reuters)

Pedro Sánchez rechaza y rechazará el referéndum del 1 de octubre y apoyará al Mariano Rajoy en las medidas que emplee para pararlo, siempre que sean con "mesura", lo que excluye, radicalmente, el recurso al artículo 155 de la Constitución, una medida extrema que el jefe de Ferraz no respaldará en ningún caso. Tampoco refrendará "declaraciones innecesarias" que puedan entenderse como "provocaciones". Pero Sánchez quiere sobre todo "soluciones políticas". Que haya diálogo entre el Gobierno y la Generalitat. Y si no es posible, si no abre vías de contacto con Carles Puigdemont, entonces el PSOE impulsará "iniciativas legislativas" —así, sin concretar, aunque se entiende que una de ellas sería la reforma constitucional— para encontrar una solución para Cataluña. Fueron los mensajes principales, aviso incluido, que trasladó el líder socialista al presidente del Gobierno en su entrevista de dos horas y media en La Moncloa.

Pero no fueron ni Sánchez ni Rajoy quienes dieron cuenta de ella. La perspectiva del Ejecutivo la proporcionó el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, y la versión socialista la procuró, en el Congreso, la portavoz parlamentaria, Margarita Robles. Sánchez no quiso comparecer para reservarse las explicaciones en horario de máxima audiencia, esta noche, en 'Informativos Telecinco'. Un formato inédito en el caso del principal partido de la oposición, ya que hasta ahora siempre había salido en rueda de prensa el propio secretario general tras sus encuentros con el presidente. En el de este jueves los dos dirigentes intentaron mostrar cierta sintonía personal, pese al abismo ideológico y estratégico que les separa. A diferencia de otros encuentros, en los que se cortaba el aire, en este se respiraba una mayor cordialidad. Rajoy salió a recibir al jefe del PSOE a las escalinatas de La Moncloa, posaron sonrientes para las cámaras —traje oscuro y camisa azul los dos, el presidente, con corbata, y Sánchez, sin ella—, se estrecharon las manos e intercambiaron algunas palabras antes de pasar a la sala donde mantuvieron su reunión. Nada que ver con la anterior, hace 11 meses, el pasado 29 de agosto, de apenas 30 minutos y que el exdiputado madrileño calificó de "prescindible". Eso ocurría la víspera de la primera investidura fallida.

Distendido encuentro entre Rajoy y Sánchez en La Moncloa

Estaba claro que la cuestión catalana, al rojo vivo de nuevo dada la cercanía de la consulta independentista del 1-O y la presentación de la ley de referéndum tan reciente, iba a centrar buena parte de la conversación, aunque no la copó por completo, ya que también departieron sobre política internacional y políticas sociales. Pero la cita sirvió para fijar la nueva posición del PSOE y marcar las líneas rojas. Más exigencias hacia Rajoy y no rotundo al 155.

Sánchez trasladó al presidente, primero, que el PSOE siempre estaría en la "defensa de la legalidad y de la Constitución", de modo que en ningún caso respaldará un referéndum que ha catalogado en infinidad de ocasiones como ilegal.

El PSOE pide "mesura" a Rajoy y que su Gobierno evite "declaraciones" que puedan "entenderse como provocaciones" y que sean "innecesarias"

Ahora bien, según relató Robles, los socialistas consideran "imprescindible" buscar "soluciones" a un "problema político" que lleva enquistado cinco años, salidas que pasan "necesariamente" por la apertura de "vías de diálogo". Porque no vale "atrincherarse con planteamientos puramente defensivos". Sánchez demandó entonces a Rajoy que propicie una reunión de los dos Gobiernos, el central y el catalán. El presidente contestó, según fuentes socialistas, que ese encuentro con el jefe de la Generalitat, Carles Puigdemont, lo veía "muy difícil" a estas alturas.

Pedro Sánchez avisa a Mariano Rajoy de que si no habla con Carles Puigdemont él tomará la iniciativa

"En el supuesto de que ese diálogo entre el Gobierno y la Generalitat no se pudiera llevar a cabo o no fuera efectivo", resumió la portavoz, entonces el PSOE hará una "oposición útil" y llevará al Congreso "iniciativas legislativas" que espera puedan ser "consensuadas" con el resto de grupos parlamentarios. "El PSOE no va a hacer ningún tipo de dejación de la función que le corresponde de tratar de avanzar en la búsqueda de soluciones", apuntaló. Sánchez también pidió a Rajoy "mesura", y que su Ejecutivo evite "declaraciones" que "puedan entenderse como una provocación y que sean innecesarias".

Caótica comparecencia

Y aunque durante el encuentro en La Moncloa el jefe del Gobierno no habló de la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución —el que prevé medidas de coerción hacia las comunidades que incumplan, previa autorización del Senado—, la dirección del PSOE ya advierte de que "esa solución nunca sería procedente ni la apoyaría". La diputada sorprendió a la prensa asegurando que esa posición de rechazo al 155 se había analizado y debatido en la última reunión de la ejecutiva, el pasado día 3, pese a que para entonces no se había comunicado que habría cita con Rajoy este mismo jueves. Hasta ahora, de hecho, esa negativa taxativa no se había de labios de ningún dirigente: se argumentaba que era una medida "cruenta" y que no creían que llegase.

Robles sostiene que la ejecutiva resolvió sobre la aplicación del 155: no es una solución "procedente" ni la apoyaría "nunca". Rajoy tampoco habló de ella

La locución clave empleada por Robles, esas "iniciativas legislativas" con las que el secretario general avisó al presidente, centraron buena parte de la por momentos caótica rueda de prensa de la portavoz, ya que los periodistas le pidieron en numerosas ocasiones una mayor concreción. A qué se refería con esas "iniciativas legislativas". Pero ella no quiso precisar ni entrar en detalle. Sí reconoció que una de ellas es la reforma de la Carta Magna, como ley suprema que es, y en la que el PSOE lleva insistiendo desde la 'Declaración de Granada' de 2013.

"Por ahí [por las iniciativas] pasan todas las normas que tienen rango de ley", recordó, y las posibilidades que pueden activarse, "si el Gobierno se pone de perfil", "son muy amplias: desde la reforma constitucional y todo tipo de normas en materia de financiación...", señaló, buscando que no se le tirase más de la lengua. "Se verá en su momento, no se pueden adelantar acontecimientos", se resistió la portavoz, quien remarcó que esas eventuales iniciativas legislativas, "por sentido de Estado, exigen un estudio riguroso", y sería una "frivolidad" anunciarlas ya. La idea básica es que el PSOE "no se resigna a ser un convidado de piedra", sino que tiene la firme convicción de "aportar ideas y soluciones". El presidente, según Robles, acordó con Sánchez "estudiar" esas medidas propuestas para desbloquear el conflicto con Cataluña.

El PSOE dice que la reunión de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez ha sido "útil" y "cordial"

¿Y qué tipo de soluciones espera el PSOE del Gobierno? La parlamentaria tampoco las concretó —"El que gobierna es el que tiene que presentar propuestas"—, pero sí remarcó que la falta de "actividad" por parte del Ejecutivo durante los últimos cinco años y el hecho de que la crisis territorial no solo no haya avanzado, sino que ha empeorado desde el 9-N debería hacerle reflexionar. De modo que la "exigencia" de Sánchez a Rajoy es más genérica: "No quedarse quieto y esperar a ver qué pasa el 1 de octubre", la fecha elegida por el Govern para la celebración de un referéndum unilateral que aún no ha convocado.

Rajoy y Sánchez acuerdan mantener un contacto permanente sobre Cataluña

Comunicación constante entre los dos

Para los socialistas, la reunión de casi dos horas y media fue "útil" y "cordial", pese a que los dos dirigentes son políticos "muy diferentes", si bien ambos comparten, dijo Robles, un "profundo sentido de Estado". Sánchez y Rajoy convinieron que la comunicación de ellos dos será "absolutamente fluida" a partir de ahora, sin que se deba convertir en "noticia" cada vez que hablen.

Los dos dirigentes conversan sobre política internacional (cambio climático, Brexit, refugiados) y temas sociales (subida salarial, rescate joven...)

El encuentro no fue, sin embargo, un "monográfico sobre Cataluña", por mucho que Sánchez quisiera trasladar al presidente "mensajes muy claros" sobre esta materia. La conversación basculó sobre otros dos ejes que el PSOE considera sustanciales. Uno, la política internacional. Aquí el secretario general le expresó al líder del PP la "preocupación" de su partido por el abandono de EEUU, por decisión de Donald Trump, del pacto de París sobre cambio climático, y le pidió que esta cuestión sea una "prioridad" del Ejecutivo y que impulse que se recoja en los acuerdos que se cierren en la cumbre del G20 a la que el presidente acudirá este fin de semana en Hamburgo. Asimismo, Sánchez transmitió que el PSOE apoyará "sin fisuras" la posición de la UE en la negociación del Brexit y le manifestó su "preocupación" por la crisis de refugiados y de inmigración. Hubo lugar para el "apoyo" al Ejecutivo en el combate contra el terrorismo.

El Gobierno destaca la "estabilidad institucional" de la reunión con Pedro Sánchez

Segundo bloque: políticas sociales. El jefe de Ferraz exigió a Rajoy que amarre un acuerdo con los sindicatos para hacer posible una subida salarial. También hizo hincapié en la defensa de la hucha de las pensiones y en que cualquier recorte tropezará con la oposición de su partido. Sánchez le expresó igualmente su inquietud por el empleo joven y los parados de larga duración y le pidió compromisos en la lucha contra la violencia de género, para que las conclusiones a las que llegue la subcomisión parlamentaria no se queden en un "brindis al sol".

El PSOE mantiene el no al techo de gasto y critica los "vaivenes" y la "opacidad" de Montoro

La zanahoria lanzada este miércoles por Cristóbal Montoro, al permitir ahora una décima más de déficit a las comunidades para 2018 (del 0,3% al 0,4%, mil millones más) no satisface a los socialistas y no les harán cambiar su voto, que ya está decidido desde la ejecutiva del lunes: no a la senda de consolidación fiscal y no al techo de gasto planteado por el Gobierno, y esa será la postura que manifestará en el pleno de la próxima semana en el Congreso. 

Margarita Robles explicó que esa décima de más que se deja a las autonomías no altera "la esencia", ni justifica un cambio de postura: "Se sigue poniendo sobre la mesa una política de disminución del gasto social, que no cambia por esa décima". La crítica sigue siendo la misma: el PSOE, aun estando de acuerdo con que en 2018 se llegue a un déficit del 2,2%, como pide Bruselas, insiste en que el reparto ha de ser distinto entre Administraciones y en que el ajuste no se haga solo por la parte del gasto: exige también tocar los ingresos a través de una reforma fiscal.

La portavoz socialista aprovechó para reprochar al ministro de Hacienda sus "vaivenes" de las últimas semanas, ya que primero dijo que no era posible la rebaja fiscal que luego al final pactó con Ciudadanos, igual que advirtió de que los límites de déficit eran inamovibles y este miércoles, por sorpresa, los varió y convocó de urgencia para mañana una nueva reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera

"Nos preocupan los vaivenes del Gobierno y esa absoluta opacidad [en la negociación]. Son temas muy serios, pues hablamos de gasto social y de dar respuestas al día a día de los ciudadanos, y no se puede seguir con estos vaivenes", sostuvo Robles.

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