Los empleados de Vestas se manifiestan contra la deslocalización de trabajo a China

Trabajadores de Vestas, fundamentalmente llegados de su fábrica de Villadangos (León), se han manifestado este jueves en la puerta de la sede de la compañía danesa en Madrid. Según los representantes de los trabajadores, su protesta es por la falta de plan de futuro industrial de la compañía después de anunciar la deslocalización de parte del trabajo a China. Según los sindicatos, 350 empleados han acudido a la concentración.

Los propios trabajadores mantienen una huelga indefinida desde junio, con encierros desde la semana pasada en la factoría, después de que la empresa de aerogeneradores haya parado cuatro líneas de producción de las siete que funcionaban hasta ahora. De estas, una se llevará a China en el primer trimestre de 2019 para la fabricación del buje de 4MW.

Según explica Vestas, hay dos líneas que paran por la obsolescencia del modelo V90-3MW, que ya no tiene demanda. Las otras dos se llevan a Asia "al no existir más demanda en el ámbito de influencia de la fábrica, que es Europa (plataforma de 2 MW)".

De siete líneas solo quedan dos activas. Los trabajadores temen que esto sea el primer paso de un cierre definitivo de la fábrica leonesa.

Esta no es la única factoría afectada en España. Vestas cerró a principios de julio su planta de Vilafranca del Penedés. Los 44 trabajadores salieron tras recibir sus indemnizaciones por despidos. Allí sólo se fabricaban y reparaban multiplicadoras. Vestas ha decidido subcontratar la reparación a la empresa ZD.

El Gobierno, dipuesto a colaborar

Los sindicatos se han reunido esta misma mañana con el director general de Industria de la pequeña y mediana empresa, Galo Gutiérrez Monzonís. El secretario general de UGT Fica León, Francisco Romero, señala que el Gobierno se compromete a colaborara para tratar de mantener el empleo en España. Según comenta, el Ejecutivo estaría dispuesto a conceder ayudas o préstamos para la empresa si esta decide elaborar un plan industrial para 2019 que implique la continuidad de la actividad y el empleo.

La planta de Villdangos tiene unos 600 trabajadores. 180 son eventuales cuyo contrato finaliza ahora y la compañía afirma que "no se han podido renovar por el menor volumen de producción". No obstante, desde Vestas recalcan que aún no se han anunciado despidos.

Por el momento, el comité de empresa no ha aceptado las ocho propuestas que ha lanzado la empresa para levantar la huelga que mantienen desde junio.

Este mes de agosto pararán las conversaciones. Vestas celebra un comité ejecutivo en Dinamarca en el que se decidirá el futuro de la producción en España. Por ello, se ha emplazado a retomar el diálogo a partir de septiembre.

Además de las fábricas, Vestas también mantiene diversas controversias con los trabjadores que se dedican al mantenimiento de parques eólicos. Este año, Iberdrola licitó este servicio de gran parte de sus plantas eólicas y Vestas fue el pricipal adjudicatario. Esto implicaba la subrogación de algunos trabajadores. Sin embargo, también en este campo ha habido despidos y disputas entre empeados y empresa.

Por el momento, no hay ninguna decisión sobre la fábrica de Vivero en Galicia y la de Daimiel en Castilla La Mancha, pese al temor que muestran los trabajadores por que también pueda haber una bajada de producción o deslocalización en estas factorías.

Su principal competencia, la hispanogermana Siemens Gamesa, también está viviendo procesos de deslocalización de su actividad así como diversas disputas con los trabajadores. Anunció el despido de casi 300 trabajadores en España.

Ambas compañías de fabricación de aerogeneradores han visto sustancialmente reducidos sus márgenes con la caída de costes de la producción renovable con molinos de viento.