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HABLA DE "NUTRICIÓN TERAPÉUTICA"

Nestlé sigue la estela de Pepsi y se conjura contra el azúcar y la sal

Las bebidas azucaradas no son las únicas que están en el punto de mira desde que la OMS exigiese un impuesto contra ellas. Las enseñas de alimentación ha captado el mensaje y actúan en consecuencia

Nestlé se apunta al carro de las marcas 'saludables'. (EFE)

Nestlé quiere ser nada menos que "líder en salud y nutrición". Con estas palabras ha sorprendido este miércoles su vicepresidente ejecutivo, Luis Cantarell, en el Congreso de Gran Consumo organizado por AECOC en Sevilla. La compañía, que engloba marcas como Kit Kat, Nescafé o La Lechera, ha dado un giro a su estrategia, al considerar que ya no basta con trabajar los aspectos tecnológicos y perfilar los planes de 'marketing' —que han catapultado a la fama a sus cafés Nespresso gracias al anuncio de George Clooney—. Ahora intenta ir un paso más allá para seducir a un público cada vez más preocupado por lo que come.

Cantarell asegura que la firma está inmersa en un plan para reducir el azúcar y la sal de sus productos a fin de hacerlos más saludables, pero no ha aportado detalles ni ha cuantificado objetivos a diferencia de otras. Pepsico acaba de fijarse como meta para 2025 que al menos dos terceras partes de sus bebidas contengan un tope de 100 calorías o menos procedentes de azúcares añadidos por ración de 33 centilitros. Ha sido la primera en reaccionar al impuesto que propuso la OMS para gravar este tipo de productos, y parece que ha sentado precedente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en guardia a las empresas de bebidas azucaradas hace unas semanas al pedir a todos los países que impongan un tributo que aumente su precio en un 20%. Una tasa similar ya existe en otros países como México, Hungría o Francia, y pronto entrará en vigor también en Reino Unido, si bien el Gobierno de España no aclaró qué planes tiene al respecto.

Aunque esta hipotética tasa solo afectaría a bebidas azucaradas como Coca-Cola, se abre el debate sobre si sería conveniente aplicar también un impuesto sobre el exceso de 'comida basura', como ya hicieron algunos estados norteamericanos. Dinamarca fue pionera en 2011, año en el que empezó a gravar los alimentos con 16 coronas danesas por kilogramo de grasas saturadas en los productos con un contenido de grasas superior al 2,3%. Visto lo visto, el sector de la alimentación tampoco se librará de posibles medidas tributarias en un futuro. Y ya se sabe, cuando las barbas de tu vecino veas pelar...

Pero la idea de un impuesto que grave ciertos tipos de alimentos —como si tabaco o alcohol se tratasen— todavía no encaja en el imaginario colectivo de la sociedad. No obstante, Nestlé ya se ha puesto manos a la obra para proyectar esa imagen de 'marca saludable', que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos. Su carta de presentación en internet lo dice todo. "Tenemos un objetivo muy claro: contribuir a la nutrición, la salud y el bienestar de las personas".

Basta con echar un vistazo a su página web para confirmar que, como señala Cantarell, la empresa está trabajando para mejorar el equilibrio nutricional de sus productos y participa en iniciativas como #Salvacorazones, una campaña diseñada por la Fundación Española del Corazón. La apuesta de Nestlé por esta vía se materializa en sus 10 compromisos nutricionales, "entre los que destacan eliminar las grasas trans, reducir la cantidad de azúcar y sal en los productos o desarrollar programas para el fomento de hábitos de vida saludable", explica la compañía en su portal digital.

Nutrición terapéutica

Nestlé cuenta con decenas de marcas y productos, algunos sanos, como el agua embotellada de Aquarel, y otros no tanto: alimentos de desayuno como Nesquik, cereales como Chocapic, bombones como After Eight, helados como Maxibon, pastas como Buitoni o postres como La Lechera. Más desapercibida pasa una gama de enseñas bautizada como Nestlé Health Science. En palabras de la firma, se trata de "la primera nueva generación de empresas de ciencias de la salud", y su objetivo es "mejorar la función terapéutica de la nutrición para modificar el curso del cuidado de la salud para consumidores, pacientes, médicos, personal de enfermería y nuestros socios en atención sanitaria".

Cantarell ha mencionado este concepto —nutrición terapéutica— en repetidas ocasiones durante el acto. "No es medicina, no cura, pero puede disminuir los costes de salud. Queremos trabajar codo con codo con el mundo médico, y para eso estamos invirtiendo", explica el también jefe de Nestlé en la zona EMENA (Europa, Oriente Medio y norte de África). La estrategia de la compañía es profundizar en este ámbito a medio-largo plazo, pues considera que "la nutrición personalizada formará parte de la vida de las personas" y será útil para tratar enfermedades metabólicas y otras deficiencias.

Otro proyecto planteado en la misma línea es Nestlé Skin Health. "Sobre nuestra solidez como empresa dedicada a la nutrición, la salud y el bienestar, la nueva filial propiedad de la compañía se centra en satisfacer la necesidad creciente de disponer de una amplia gama de productos innovadores para ayudar a las personas a mantener la salud de su piel a lo largo de la vida", explica la firma. Esta es su particular manera de subirse al carro de las 'marcas saludables', un nicho que cada vez empiezan a explorar más empresas.

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