El Eurogrupo da luz verde a que las capitales pidan manga ancha ante el coronavirus

El coronavirus está infectando todos los asuntos de la agenda europea de los últimos días. Este miércoles, los ministros de Finanzas de la eurozona se han visto obligados a celebrar una conferencia telefónica para discutir posibles acciones tanto para contrarrestar los efectos económicos del virus como para hacer frente a los costes de la gestión de la enfermedad.

Ya lo dejó caer la semana pasada Paolo Gentiloni, comisario de Asuntos Económicos, y este miércoles, tras la llamada con los ministros de los Veintisiete, Mário Centeno, presidente del Eurogrupo, ha confirmado que los Estados miembros podrán hacer uso de la cláusula de flexibilidad del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que permite una “desviación temporal de la ruta de ajuste” para hacer frente a un “evento inusual” y temporal, como es el coronavirus.

Esto quiere decir que los gastos excepcionales que países como Italia o España tengan que realizar para poder hacer frente a los costes que genera la gestión del coronavirus no se tendrán en cuenta a la hora de hacer los cálculos de gasto con los que Bruselas ha martilleado año tras año a España.

“Nuestro marco de reglas fiscales proporciona flexibilidad para atender eventos inusuales fuera del control del Gobierno. Corresponde a la Comisión Europea implementar estas reglas y evaluar las solicitudes de los Estados miembros”, ha señalado Centeno en un discurso en Lisboa después de la conversación telefónica con el resto de ministros. Eso sí, los países que soliciten la activación de la cláusula tendrán que demostrar “que el gasto adicional está relacionado con el evento”.

“Estamos preparados para tomar más medidas políticas. Esto incluye medidas fiscales, cuando corresponda, ya que pueden ser necesarias para apoyar el crecimiento”, ha explicado Centeno, que presidirá una reunión el próximo 16 de marzo en la que ya sí se prevé que los ministros discutan medidas más concretas para hacer frente a los efectos negativos del coronavirus, que existen, pero que en Bruselas no se atreven a medir todavía.

“Este brote está teniendo un impacto negativo en la economía global, pero el alcance y la duración del problema es aún incierto”, ha señalado Centeno, que ha explicado que el Eurogrupo está “monitoreando la situación muy de cerca”. “Permítanme asegurarles que no se escatimarán esfuerzos para contener la enfermedad, proporcionar servicios de salud y sistemas de protección civil para apoyar a la población en las áreas más afectadas y proteger nuestras economías de daños mayores”, ha señalado el portugués.

Un coste de 5.000 millones para España

La crisis del coronavirus tendrá un coste de 5.000 millones de euros para España en 2020 según las previsiones de S&P. La agencia de ‘rating’ ha rebajado en cuatro décimas su estimación de crecimiento para España hasta el 1,3% este año desde el 1,7% previsto hasta ahora. El impacto del coronavirus se dejará sentir en los sectores turístico y exportador, ambos con una gran penetración en el tejido productivo del país.

La agencia también ha actualizado las previsiones para la eurozona rebajándolas en medio punto. Esto significa que el área del euro apenas crecerá un 0,5% este año, esto es, prácticamente estará estancada. Las previsiones más graves son las de Italia, país que se contraerá un 0,3%.

S&P alerta de que existe un serio riesgo en la entrada de los insumos que necesitan las fábricas europeas para mantener su producción. Cualquier disrupción en las cadenas globales de valor afectará gravemente a Europa, ya que estos problemas no se pueden superar con estímulos fiscales ni monetarios. Por último, la agencia ve probable que el BCE pueda recortar en 10 puntos básicos el tipo de depósitos, lo que aumentaría la presión sobre las maltrechas cuentas de los bancos.