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  1. Economía

La mayoría acaba en la hostelería

La recuperación del empleo vuelve a fomentar el abandono escolar de los jóvenes

El fracaso escolar se redujo a la mitad entre 2008 y 2017, pero en el último año ha vuelto a repuntar, coincidiendo con una caída en el número de ninis: cambian las aulas por el empleo

Una operario en la cadena de producción de la planta de Ford en Almussafes. (EFE)

Uno de los mayores problemas que generó la burbuja inmobiliaria fue el abandono escolar de los jóvenes. Entre los años 2000 y 2008, cualquier persona mayor de 16 años encontraba un trabajo bien remunerado en el sector de la construcción sin necesidad de tener formación de ningún tipo. Muchos jóvenes se sintieron seducidos por este 'canto de sirena' y optaron por dejar sus estudios antes de tiempo. En el pico de la burbuja había casi 300.000 jóvenes trabajando en la construcción (64.000 personas de entre 16 y 19 años y 230.000 jóvenes de entre 20 y 24 años). Seis años después más del 90% estaban ya en el paro y sin ningún tipo de cualificación para reengancharse en otro sector.

El abandono escolar es una lacra para cualquier país y en España es un incentivo perverso que llega cada vez que el mercado laboral se recupera. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), muestran una divergencia entre la evolución del fracaso escolar y el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan (popularmente conocidos como ninis). Por el momento es una divergencia leve que indica un cambio de tendencia, pero si se consolida, será una noticia preocupante.

Tras el estallido de la crisis, los niveles de abandono escolar se hundieron. Es normal, la alternativa de los jóvenes era irse al desempleo, de modo que optaban por seguir formándose. Esto permitió que el número de jóvenes que abandonaban la escuela sin terminar la ESO cayese a la mitad entre 2008 y 2017. Esto provocó que entre 2012 y 2017, el número de jóvenes que abandonaban los estudios antes de acabar la educación secundaria coincidía con el número de ninis, lo que reflejaba que casi todos los que dejaban sus estudios terminaban en el paro. Pero en el último año y medio los dos indicadores han comenzado a divergir.

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El número de ninis sigue cayendo, pero el fracaso escolar ha repuntado ligeramente. La lectura es evidente: estos jóvenes han dejado los estudios y se han puesto a trabajar directamente. Así se explica que la estadística de ninis no haya variado su tendencia. Los datos publicados por Florentino Felgueroso, investigador de Fedea y Nada es Gratis, son claros: desde el verano de 2017 el abandono escolar de los jóvenes (18-24 años) ha aumentado en más de 9.000 personas, pero el número de ninis ha seguido cayendo y hoy son 36.500 menos.

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Cuando hay más abandono escolar que ninis es porque dejan los estudios para ponerse a trabajar y esto es lo que ha comenzado a ocurrir en los últimos trimestres. "Estamos reviviendo lo que ocurrió en la burbuja inmobiliaria, aunque todavía es muy pronto para saber si esta tendencia se va a consolidar", explica Felgueroso.

Estamos reviviendo lo que ocurrió en la burbuja inmobiliaria, aunque es pronto para saber si la tendencia se consolida

Por si fuera poco, la precariedad todavía aprieta a muchas familias españolas, ya que las condiciones del empleo siguen siendo muy malas. El resultado es que muchos jóvenes se ven obligados a contribuir con un salario a la economía familiar.

De la construcción a la hostelería

Según los microdatos de la EPA, el número de jóvenes en fracaso escolar (tienen la ESO o menos) supera en 61.000 personas al de ninis. Esto es: han dejado de estudiar y han empezado a trabajar. Todavía no se acerca, ni de lejos, a los peores datos de la burbuja inmobiliaria, cuando había más de 650.000 jóvenes que cambiaban los libros por el empleo de forma precipitada, pero conviene vigilar esta estadística.

En esos años el sector que demandaba mano de obra joven y sin cualificación era el de la construcción; hoy es el de la hostelería. En el tercer trimestre había más de 244.000 jóvenes de entre 16 y 24 años trabajando en este sector, lo que significa que ya se han recuperado las cifras de empleo precrisis. Una situación extraordinaria, ya que en este periodo se ha perdido nada menos que el 45% del empleo joven.

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Pero los datos extraordinarios se producen a partir de 2013, cuando se alcanzaron los peores datos de empleo juvenil de la crisis. Desde entonces se han creado 259.000 puestos de trabajo para jóvenes de entre 16 y 24 años, de los cuales un tercio han sido en la hostelería. Ningún otro sector se acerca a las cifras de la hostelería, lo que evidencia hasta qué punto supone un gran incentivo para los chavales salir de la formación para empezar a ganar un salario. Actualmente, uno de cada tres jóvenes de entre 16 y 19 años que están trabajando lo hace en la hostelería.

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