Enchufes en la estiba: "Me pidieron el libro de familia y descartaron mi candidatura"

“¿Acaso no sabes cómo funcionan los puertos? Imagino que no hace falta que te lo explique”. La respuesta de la empresa encargada de la selección de personal (Randstad) en un puerto de España dejó sin palabras a Alfredo. Este joven llevaba meses preparándose para ser estibador, haciendo caso omiso a los rumores. Sus conocidos ya se lo advertían: “si no tienes familiares dentro… olvídate”. Pero quiso comprobarlo por sí mismo.

La primera parte del proceso transcurrió de manera normal. Alfredo, que habla bajo condición de anonimato por miedo a represalias, entregó toda la documentación a la empresa intermediaria, Randstad. La sorpresa llegó cuando tuvo que remitir los papeles a la Sagep de la estiba en ese puerto, con los sindicatos que la controlan pululando por los alrededores. Ya en la cola no tardó en percatarse de que era un intruso. O un ingenuo. O ambas cosas.

“El libro de familia, por favor”. El personal de la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) dio por hecho que Alfredo era hijo, sobrino o hermano de estibador. No era el caso. El joven constató más tarde que muchos de los preseleccionados ni siquiera contaban con los requisitos mínimos para subir a los buques, manejar las grúas y desempeñar tareas de servicio público: título de FP, carné de camión, etc. Esto significa que solo podrían dedicarse a tareas complementarias como transportar mercancías en tierra, en estricto cumplimiento con la normativa.

[¿Por qué los estibadores han vuelto a la huelga?​]

La orden FOM/2297/2012 establecía en ese momento que “las actividades incluidas en el servicio de manipulación de mercancías deberán ser realizadas por trabajadores que cuenten con alguna de las titulaciones de FP de grado medio o superior” contempladas en este enlace. ¿Quién está exento? Precisamente los que se dedican a tareas complementarias como “mover vehículos en tierra”, explican fuentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de Mar tras mostrar su incredulidad y asombro ante el hecho de que la Sagep pidiera el libro de familia a los candidatos.

Alfredo cumplía todos los requisitos.. menos uno. Indignado, recurrió a la Sagep para pedir explicaciones. “En la bolsa de empleo hay muchos preseleccionados que no tienen la formación necesaria y están dentro. Yo sí la tengo y estoy fuera. ¿Por qué?”. La respuesta de la interlocutora despejó todas sus dudas: “¿Tienes personas que hayan trabajado aquí? ¿No? Entonces ese requisito no lo cumples”. Así se desprende de las grabaciones a las que ha tenido acceso este periódico.

“No eres el primero”

La Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios sugirió al joven que se pusiese en contacto con Randstad, la ETT supuestamente encargada de seleccionar a los candidatos. “No eres el primero que viene… tienes que ir a hablar con la Sagep. Ellos nos pasan un listado”, admitió una empleada de la empresa de recursos humanos. Fue la misma que sugirió a Alfredo que se informase sobre cómo funcionan los puertos en España.

Este periódico se ha puesto en contacto con Randstad, pero la empresa de trabajo temporal no ha querido hacer declaraciones

Por su parte, el sindicato mayoritario del sector quita hierro al asunto. “La Sagep está en todo su derecho para elegir a quién quiere contratar”, explican fuentes de Coordinadora a este periódico. Y opinan que la experiencia de Alfredo no es un reflejo de la realidad. “Eso no pasa en los puertos. Quien los conozca sabe que hablamos de un mundo aparte, muy endogámico pero ahora abierto a que se presente todo el mundo”.

Sí admiten que el porcentaje de empleados con familiares dentro es elevado. Una de las explicaciones que Randstad dio a Alfredo para justificar por qué gente con menor nivel formativo le había adelantado por la derecha es que dichas personas únicamente realizarían tareas complementarias, por lo que los seleccionadores no estaban saltándose la ley. No obstante, los requisitos formativos han cambiado con la nueva normativa: ahora es necesario obtener un certificado de profesionalidad (vía prácticas) pero no un título de FP. Estarán exentos quienes ya hayan realizado más de 100 jornadas de trabajo en el servicio portuario de manipulación de mercancías.

Guerra en los puertos

El nuevo real decreto ley que tanto trabajo costó sacar adelante fue concebido para liberalizar un sector monopolístico y acabar con los registros contingentados, donde los sindicatos –y no las empresas– tenían la sartén por el mango. Las compañías hasta ahora estaban obligadas tanto a participar en el capital de la Sagep como a contratar a los trabajadores inscritos en la misma. La reforma de la estiba acabará con esta dinámica en un periodo transitorio de tres años.

Ahora sí que sí. Los estibadores irán a la huelga los próximos lunes, miércoles y viernes en horas alternas. Han convocado además otros cinco días de paros para este mes como respuesta al “cambio de actitud” de la patronal, pues las empresas no están dispuestas a garantizar la subrogación del 100% de los trabajadores, como exigen los sindicatos. Todo indica que la apertura de un sector plagado de nepotismo tendrá que esperar.