su objetivo es que la producción de las fábricas no pare
Puertos prepara un plan para evitar un bloqueo a los coches en caso de huelga
Puertos del Estado está perfilando un plan de contingencia con las autoridades portuarias para ofrecer vías alternativas a las firmas de automoción, uno de los sectores más 'golpeados' por los paros
Las empresas de vehículos no están solas en el plan B que preparan por si el conflicto de los estibadores no llega a buen puerto. El Ministerio de Fomento está perfilando alternativas para evitar que las futuras (y previsibles) huelgas afecten a la cadena de producción de automóviles, uno de los sectores con más movimiento a través del mar. Y eso que ya ha conseguido que los sindicatos cancelen los paros que estaban previstos para la semana que viene a cambio de retrasar una semana la aprobación de la reforma de la estiba.
[Fotogalería: quién es quién en el conflicto de los estibadores]
La iniciativa nace de Puertos del Estado, cuyo presidente ya ha puesto sobre aviso a todas las autoridades portuarias para diseñar un plan de contingencia en el que se puedan apoyar las compañías de coches. José Llorca también ha contactado con distintas patronales como la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles, Turismos y Camiones (Anfac). Según fuentes de esta entidad, muchas firmas temen quedarse sin piezas de montaje y verse obligadas a parar la producción en sus fábricas.
La intención de Puertos es guiar y ofrecer alternativas a las empresas para que este tipo de situaciones no ocurra, si bien cada compañía decidirá en última instancia cómo actuar ante un hipotético ‘parón’ en los puertos. “Nosotros fijamos las líneas generales”, explican fuentes del ente público dependiente del Ministerio de Fomento.
Los puertos españoles recibieron más de 1,019 millones de coches en 2016, cifra que ascendió a 2,15 millones en el caso de los que salieron de la Península. El mayor volumen de desembarcos se produjo en Barcelona (917.000), seguido de Valencia (772.000), Santander (494.000), Vigo (457.000) y Tarragona (153.000). Eso sin contar con el trasiego de piezas que circulan por vía marítima cada día. Los dos primeros son, por tanto, fundamentales para la exportación de automóviles.
Fomento temía que los paros convocados implicasen la “suspensión de la actividad industrial por falta de materiales necesarios para continuar la producción o de espacios para almacenar los bienes fabricados”, como afirmó este martes en el mismo documento donde fijó los servicios mínimos en un 100% en el caso de mercancías perecederas o peligrosas, así como en atención sanitaria y abastecimiento a las islas, Ceuta y Melilla. En ese mismo texto, constató los efectos tanto en los empleadores como en las empresas que dependen de ellos para producir o comercializar los bienes.
De hecho, los súper y tiendas también se pusieron en guardia por miedo a que ciertos productos no lleguen a los escaparates, aunque consideran que hablar de desabastecimiento por ahora es exagerado. El 78% de las importaciones y el 57% de las exportaciones se hicieron a través del mar en 2015, con lo que la economía española puede verse seriamente dañada si se dan paros en la actividad portuaria. Fomento cuantifica las salidas de mercancías en 146 millones de euros, mientras que la entradas ascendieron a 220 millones.
Renault y Seat se preparan
Las empresas del motor ya tienen su propio plan B ante una eventual parálisis en los puertos. Seat ha acelerado el flujo de salida de vehículos estos días para dejar despejadas sus campas (zonas de aparcamiento en las fábricas), por si hubiera que darles uso los días de huelga. La firma catalana produce 2.100 coches al día —de los que exporta casi el 50% vía marítima— en su fábrica de Martorell, a unos 30 kilómetros del puerto de Barcelona.
“Si solo son tres días de paros, no hará falta tomar ninguna medida porque no alterará el funcionamiento diario de la producción. Otra cosa es que el conflicto se alargue en el tiempo”, explican fuentes de la compañía a este periódico. En ese caso, habría que recurrir al transporte por carretera o buscar puertos alternativos fuera de España, como el de Marsella. Seat cuenta con piezas de aprovisionamiento de sobra para aguantar tres días sin recibir ninguna.
La preocupación no tiene tanto que ver con un posible desabastecimiento de piezas o con que los clientes tengan que esperar unos días más para recibir su coche nuevo. Lo peor son los elevados costes en los que incurrirán las empresas en caso de que tengan que buscar alternativas, pues no es lo mismo trasladar seis vehículos en un camión que 1.000 en un buque. “Los plazos de entrega también son importantes. Hay clientes detrás”, añaden desde Renault.
El fabricante galo tampoco quita ojo a la evolución del conflicto, pues tiene previsto exportar unos 20.000 coches a través de los puertos de Málaga, Barcelona, Santander y Vigo en los próximos dos meses. “Ya se exploraron otras vías con la huelga de camioneros franceses, como el transporte por barco. Los que llevan la logística siempre están preparados”.