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  1. Economía

DEJA NOVACAIXAGALICIA TRAS LA DENUNCIA DE LA FISCALÍA

Gayoso, ¿benefactor o cacique? 45 años gobernando una caja de ahorros

Por la puerta de atrás. Julio Fernández Gayoso (Vigo, 1931) abandonó ayer jueves NovaCaixaGalicia, la caja de ahorros a la que dedicó su vida. No es

Gayoso, ¿benefactor o cacique? 45 años gobernando una caja de ahorros

Por la puerta de atrás. Julio Fernández Gayoso (Vigo, 1931) abandonó ayer jueves NovaCaixaGalicia, la caja de ahorros a la que dedicó su vida. No es una afirmación metafórica. Más bien al contrario. Como si de un matrimonio a la antigua usanza se tratara, el cajero gallego cuelga las botas obligado por la denuncia interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción a sus últimos años de gestión. Una mácula bochornosa para un personaje que hacía gala de haber estado toda su vida profesional vinculado a la misma entidad. A sus espaldas, 65 años entregado al mismo trabajo.

A sus 81 años, Fernández Gayoso ha tenido que aceptar la evidencia. El deterioro de su imagen tras la admisión a trámite de una denuncia que le señala como posible responsable, junto a otros cuatro exdirectivos, del cobro de unas indemnizaciones millonarias hacía insostenible su continuidad. Aunque de facto, su papel era testimonial desde que el FROB rescató a la caja creada tras la fusión entre la viguesa Caixanova, gobernada por él con puño de hierro durante más de cuatro décadas, y la coruñesa Caixa Galicia, su histórico rival en las finanzas gallegas.

De familia humilde, Gayoso se educó en los Maristas y trabajó como contable para pagarse los estudios superiores. Entró en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad Municipal de Vigo en 1948, donde su solvencia con los números y el padrinazgo del alcalde franquista Rafael Portanet permitieron su fulgurante ascensión a director general en 1965, a la temprana edad de 34 años. Nadie podía imaginar entonces, cuando la España del blanco y negro todavía se prepara para el salto a la modernidad, que aquel nombramiento duraría en el tiempo la friolera de 45 años.

Por el camino, la pequeña caja de ahorros surgida en torno a la riqueza y ahorros de la industrial ciudad de Vigo terminó convirtiéndose en Caixanova, la entidad resultante de la fusión en el año 2000 de la Caja de Ahorros de Vigo con las cajas de Ourense y Pontevedra. Al frente de la nueva entidad, fue nombrado director general Julio Fernández Gayoso, que de esta manera se consolidaba como el otro gran cajero gallego, ejerciendo de contrapeso al ascendente que ejercía su homólogo José Luis Méndez al frente de la coruñesa Caixa Galicia.

El principio del fina de Gayoso llegó, precisamente, tras la fusión con su rival, a la que se resistió durante meses. Sólo la insistencia de la Xunta de Galicia por mantener una entidad gallega, evitando así caer en manos de otra caja o banco más grande, hizo que el entonces septuagenario financiero cediera en sus pretensiones, no sin antes garantizarse su principal exigencia: que el Banco de España diera por bueno que fuera el equipo de la caja viguesa quien pilotara el proceso. Era su revancha personal sobre Méndez, con quien compartiría cargo formalmente.

El principio del fin

El reparto del poder en la nueva entidad impregnó todo el proceso de negociación de la fusión, a tal punto que el pacto para la integración repartió las sedes entre Vigo y La Coruña sedes, igual que cargos y copresidencias, al tiempo que estableció una transición de tres años en la que se prorrogaban a las cúpulas de las viejas Caixa Galicia y Caixanova. Todo un laberinto leguleyo del que decidió apartarse al poco el joven Méndez, que tras 29 años como director general de la caja coruñesa y con una jubilación de 16 millones de euros prefirió quitarse de en medio.

Celoso por los aires de superioridad y elegancia de su vecino coruñés, el viejo profesor de Mercantil había peleado toda una vida como para tirar la toalla a estas alturas, por serias que fueran las consecuencias de la crisis financiera y económica. Gayoso había hecho antes lo más sonrojan para perpetuarse en el cargo, modificando por dos veces los estatutos de la caja, en 1996 (60 años) y en 2001 (65 años) para retrasar su jubilación, maniobra que culminó en 2006 elevándose a presidente y cediendo la dirección a su mano derecha, el también acusado José Luis Pego.

La culminación de la fusión en diciembre de 2010, tras más de un año de largas y complejas negociaciones, convirtió a Gayoso en copresidente de la caja, cargo compartido con Mauro Varela, también recién dimitido, con quien se rotaba las funciones del cargo, y en consejero de NovaCaixaGalicia, el banco creado para la actividad financiera de la caja que lideran José María Castellanos y César González Bueno. Ahora, 64 años después, este vigués cierra una etapa de gloria y poder, de reconocimiento social e institucional, de la manera menos honrosa posible.

Y no será por reconocimientos, pues por su dilatada carrera Gayoso tuvo tiempo de recibir numerosas distinciones, varias hungidas por el mecenazgo de la obra social de la caja. Además de ser Doctor Honoris Causa por la Universidad de Vigo (2002), el financiero acumula galardones como la Medalla de Oro de la ciudad de Vigo, equivalente que ahora quieren retirar en La Coruña a su homólogo Méndez; la Medalla de Oro del Club Financiero Vigo, la escuela de finanzas creada por la entidad; la Medalla de Oro de las Cámaras de Comercio o la Medalla Castelao de la Xunta.

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