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Las cuotas no pagadas serían de dos millones

La Seguridad Social investiga a la Liga de Tebas por un presunto fraude laboral

La institución dirigida por Javier Tebas lleva facturando a los directores de partido como autónomos durante los últimos dos años. Trabajo valora si deben ser considerados personal laboral

Javier Tebas, en la asamblea de la Liga. (EFE)

La Seguridad Social investiga desde hace meses a la Liga de fútbol, presidida por Javier Tebas. Desde la Administración, valoran la posibilidad de que el organismo rector del campeonato español haya cometido un fraude laboral desde hace dos años y medio al utilizar personal autónomo para la figura del director de partido cuando estos profesionales, por la naturaleza de su trabajo y la relación que tienen con la empresa, deberían ser considerados, según fuentes consultadas, personal laboral. Si Trabajo considera que la Liga ha actuado fuera de derecho en este tiempo, podría tener que satisfacer pagos de cuotas a la Seguridad Social de hasta dos millones de euros.

Todo este caso comienza con la muerte de Jimmy en los alrededores del estadio Vicente Calderón en 2014, un hecho que supuso un toque de atención importante para el fútbol español. La presencia de grupos ultras en los estadios, enmarcada en un problema mayor de seguridad, era un conflicto grave sobre el que había que actuar. Una de las voces más potentes en ese punto de inflexión fue Javier Tebas, presidente de la Liga, que abogó desde el principio por la salida de los violentos de los estadios y exigió que imperase la intransigencia en su contra.

Para ello, entre otras muchas medidas, se inventó una figura que no existía previamente, la de director de partido. La idea era que el campeonato tuviese en cada uno de los estadios un empleado que vigilase lo que ocurría en la grada y reportase los incidentes que allí pudiesen suceder. Entre sus atribuciones, en principio, estaba escuchar los cánticos de los grupos, controlar que no hubiese incidentes y formar parte del equipo que coordina la seguridad en cada partido. De sus informes, entregados tras cada encuentro, se han derivado multitud de multas a los clubes por no cumplir con los preceptos del campeonato.

En un principio, aquello fue algo casi improvisado. Jimmy murió en noviembre y se actuó rápido, no dio tiempo a centrar esa figura y dotarla de todo el contenido, era algo más bien superficial, no reglamentado. A partir de la temporada 2015-2016 eso cambió, se redactó un manual y los directores de partido empezaron a tener claras sus atribuciones. Se formó un cuerpo específico, formado en muchos casos por antiguos árbitros de categorías inferiores. Se dio, además, una mayor dimensión a su tarea, que dejaba de estar encuadrada solamente en la seguridad para asumir otras responsabilidades.

El nuevo trabajo también incluía supervisar las cuestiones audiovisuales de cada encuentro. El último contrato de televisión ha sido una bombona de oxígeno para el fútbol español, un gran salto adelante que ha ayudado a la Liga a ser mucha más competitiva y a sus clubes a salir de la maraña de deudas en que se veían sumidos en muchos casos. Un gran contrato, con un gran dinero, siempre lleva aparejadas unas responsabilidades y eso era, exactamente, lo que pedían a los directores de partido, que controlasen que todo estuviese en orden, que los jugadores se parasen en las zonas de entrevista, que la cartelería fuese la correcta y las cámaras estuviesen situadas y funcionando... Pasaron de ser responsables de la seguridad a una figura casi fiscalizadora de los clubes, que no siempre entienden la necesidad de amoldarse a la normativa audiovisual.

Las funciones del director de partido, que vienen resumidas en el reglamento audiovisual, incluyen cuestiones como supervisar la buena marcha del encuentro, desarrollar una coordinación preventiva y una presencia activa en los partidos, comunicar y colaborar con los equipos y el árbitros en cuestiones organizativas, y revisar las condiciones técnicas del campo. El reglamento especifica que el director de partido es el "representante oficial de la Liga a nivel operativo" en cada encuentro. Esa condición los llevaba a ser en la práctica un departamento más de la institución y a una posición en la que técnicamente los clubes tenían que subordinarse a sus decisiones.

La Liga consideró que la mejor manera de cuadrar este nuevo cuerpo era convirtiéndolos en autónomos, no en personal laboral. Ellos tenían que satisfacer sus obligaciones fiscales y el campeonato se ahorraría así un buen dinero en cuotas a la Seguridad Social. El problema está en que las funciones que desempeñan y las condiciones de trabajo pueden no amoldarse a los requerimientos de un autónomo. Por eso mismo se ha abierto una inspección laboral que está tratando de dilucidar si la entidad que preside Javier Tebas ha actuado conforme a derecho o, por el contrario, ha cometido un fraude de ley haciendo pasar como externos a empleados que no lo son.

GRA140. MADRID, 21 07 2017.- El presidente de LaLiga, Javier Tebas, asiste al sorteo del campeonato de Liga 2017-2018 que la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha celebrado hoy en la Ciudad del Fútbol, horas después de la entrada en prisión del presidente, Ángel María Villar. EFE Emilio Naranjo

Uniforme, tableta, correo corporativo...

Fuentes de inspección laboral consultadas en la elaboración de este artículo consideran difícil que se pueda considerar a los directores de partido como personal autónomo. Solo hay que ver lo que requiere el puesto y las condiciones que la Liga otorga a los trabajadores. Por ejemplo, el director de partido tiene correo electrónico corporativo, indumentaria oficial provista por la Liga y material informático también proporcionado por el campeonato, una tableta electrónica con programas exclusivos para la realización de su labor.

También la organización del trabajo de los empleados está completamente dirigida y controlada por la institución, a pesar de que el personal autónomo, que es la figura legal con la que han venido ejerciendo los directores de partido, tiene como base teórica ejercer su labor a sus propios ritmos. Nada parecido a eso se da en estos casos. La Liga organiza los horarios y los viajes de estos empleados, que tienen que estar disponibles en todo momento, comunicar su llegada y salida de los estadios y reportar constantemente las tareas realizadas acorde con las normas impuestas por el campeonato. A todos los efectos, ejercen como un departamento de la Liga y así se les considera, pues incluso en su relación con otros estamentos de la empresa (seguridad, viajes, prensa...) son tratados como si fuesen personal laboral y no como prestatarios de servicios.

Los directores de partido cobran a mes vencido, tienen homogeneizadas las facturas (la Liga les entregó un modelo) y perciben gastos de viaje pagados por la institución. No tuvieron capacidad de negociación y aunque el contrato dice que pueden rechazar partidos, lo cierto es que ellos se quejan de que hacerlo acarrea suspensiones y castigos, por lo que en la práctica ni siquiera pueden elegir los trabajos.

Existen denuncias anónimas corriendo por la Administración desde finales del año 2016. Aunque el proceso no fue rápido al principio, en las últimas semanas ha tomado velocidad y desde la Seguridad Social se han dirigido a los directores de partido para que estos les enumeren sus labores y así poder dilucidar finalmente si existe un fraude legal y la Liga ha hecho pasar por autónomos lo que realmente ha sido siempre personal laboral. Una estimación a la que ha tenido acceso El Confidencial calcula que el ahorro de costes a la Seguridad Social por esta argucia se situaría entre 700.000 y un millón de euros cada temporada, lo que llevaría a un monto total de más de dos millones de euros en las dos temporadas y media que se ha llevado a cabo esta práctica.

El presidente de La Liga, Javier Tebas, suena confiado de la pulcritud de su institución en este tema cuando es consultado. "Tenemos nuestros asesores laborales y manifiestan que está todo correcto, si hubiese alguna cuestión que matizar lo haríamos, pero estas consultas las hicimos ya hace tiempo", explica Tebas, que también recuerda que una inspección laboral no es algo especialmente inusual y que es un proceso en el que se ven "casi todas las empresas".

En las pesquisas de la Seguridad Social se ha incluido un formulario con preguntas específicas sobre el trabajo. Al tener constancia de su existencia, algunos miembros de la Liga se interesaron por el proceso e incluso hicieron llegar mensajes a los directores de partido, aunque estos en teoría tengan que contestar esas preguntas de manera independiente y veraz, más allá de las presiones que pueda ejercer el empleador. El inspector laboral encargado del caso ha recibido por parte del organismo dirigido por Tebas tanto los contratos en cuestión como la facturación de estos años de los directores de partido. El caso debería resolverse en unas pocas semanas y dirimir así si la Liga incurrió en un caso de falsos autónomos o actuó legalmente.

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