El Gobierno da un volantazo tras el positivo de Busquets: vacunan a España de urgencia

La vacuna llega tarde y con urgencia para la selección absoluta, que está a una semana para el debut en la Eurocopa contra Suecia (lunes 14 en el estadio de La Cartuja de Sevilla), y vive con la angustia de que el positivo de Busquets no derive en un brote. El Gobierno da vía libre este martes a la vacunación y es la única buena noticia que llega a la concentración del equipo nacional que comanda Luis Enrique, un seleccionador y unos jugadores que van adaptándose al contratiempo provocado por el positivo de Sergio Busquets. El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, ha señalado que los futbolistas podrían ser inoculados este mismo miércoles.

A la espera de conocer cómo evolucionan el resto de internacionales, cuerpo técnico y trabajadores que forman la burbuja en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, el Gobierno autoriza que todos los integrantes de la expedición reciban la única dosis de la vacuna Janssen. Ha sido recibida como una noticia más dentro en una concentración donde se respira un ambiente de incertidumbre y pánico. Lo que tenía que ser un motivo de alegría se ve más como una medida que llega tarde. Los internacionales españoles que van a disputar la Eurocopa son deportistas de élite. Esta es una de las razones para los que defienden que tenían que haber sido vacunados antes.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, se ciñó al plan de vacunación sin anteponer los riesgos que podrían tener los internacionales que tienen que disputar la Eurocopa. Un campeonato que se va a disputar en 11 sedes diferentes. Disponer de vacunas para los futbolistas habría provocado un debate perjudicial para el Ministerio de Sanidad, que decidió considerar a los internacionales dentro del rango como cualquier otro ciudadano español. En la concentración de la selección de fútbol entendían que, si los deportistas olímpicos están siendo vacunados para la cita en Tokio y hay otras Federaciones de Fútbol europeas que han vacunado a sus jugadores, podría haber sido la mejor opción. El COI dispone de sus propias vacunas y el Ministerio de Sanidad de España se desmarcó de esta posibilidad que podría ser interpretada como un privilegio.

Malestar en la Federación

La Federación Española de Fútbol había solicitado con antelación la posibilidad de que los 51 miembros que forman la expedición del combinado nacional fueran vacunados. Otras selecciones, como Bélgica, Francia e Italia, habían conseguido que las autoridades sanitarias de sus países accedieran a la vacunación para prevenir riesgos de cara la Eurocopa. En España, el Ministerio de Sanidad no lo consideró un asunto urgente y la Federación, molesta con la negativa, optó porque las medidas fueran lo más estrictas para garantizar la seguridad de la burbuja.

Pero ha fallado. Busquets jugó el viernes el partido amistoso contra Portugal y, antes del encuentro, como todos los jugadores, pasó un test que dio negativo. Luis Enrique dio el domingo libre y pidieron al grupo que evitaran el contacto con las familias o personas ajenas a la burbuja. Los jugadores pasaron otro test el domingo por la mañana y se fueron, en un autobús, a comer a un restaurante (El Trasgu) en Torrelodones. Estuvieron en un reservado. Cuando regresaron a la concentración empezaron a conocer los resultados y el positivo de Busquets. Las horas de la tarde-noche del domingo fueron complicadas en la concentración. Había que activar el protocolo que marca el Ministerio de Sanidad y la UEFA por considerar a Busquets como contacto estrecho y esperar a la evolución del resto de jugadores.

Ha fallado la burbuja. No es fácil encontrar cómo, en dónde y cuándo se ha contagiado Busquets. El malestar en la Federación está en no haber sido vacunados antes los jugadores y el resto de la expedición. La vacuna llega tarde y la expedición sigue a expensas de la cantidad de test que se les va a hacer en las próximas horas, que serán determinantes para ir aclarando si hay brote o se puede ir recuperando la normalidad poco a poco.