La discreta obsesión de Mourinho por someter al Real Madrid

Siempre en primera fila, asumiendo un protagonismo absoluto, sobre todo en su época como entrenador del Real Madrid, su figura decayó a finales de 2015. Había ganado la Premier League con el Chelsea unos meses antes, pero en diciembre abandonó la nave londinense. Su equipo ganador pasó a perder partidos de manera compulsiva. Y la imagen de José Mourinho perdió brillo. Se fue a Manchester para recuperar esa luz que casi siempre le envolvió al calor de los títulos. Ahora sabe el portugués que la final de la Supercopa de Europa le puede volver a colocar en un lugar preferencial a ojos del mundo.

En las cuatro últimas temporadas la Premier League se marchó a otros lugares, mientras que desde 2008 no ingresa en las vitrinas del club el trofeo que acredita al ganador de la Champions League. El Manchester United no intimida como antes, su imagen internacional ha decaído, mientras que la de su rival en Skopje, sede de la final de la Supercopa de Europa, se ha multiplicado con tres triunfos en los últimos cuatro años en el gran torneo europeo. Para la institución, también para Mourinho, ganar a la escuadra de Zidane supone empezar a rescatar parte de la imagen perdida.

Un título especial

Como era de esperar, Mourinho hizo una de las suyas. Especialista en enredar los días previos a un gran partido, esta vez repitió estrategia. Apuntó a Bale como claro objetivo en el caso de que el Real Madrid decida desprenderse del jugador galés. Una vez más, en cuanto el foco mediático a nivel global le apuntó directamente, no se mordió la lengua. El entrenador portugués vuelve a estar en su salsa, en una final de repercusión internacional superior por la presencia del Real Madrid, más que por la de un equipo, el inglés, que lucha por volver al lugar de preferencia en el que vivió durante largo tiempo.

En el vestuario se tiene este partido bien marcado en rojo. No tiene la importancia este trofeo como otros muchos, pero la sola presencia del Real Madrid en el otro lado da una dimensión superior al encuentro. Todos los jugadores que eligieron el Manchester United no sólo lo hicieron por los buenos sueldos que paga el legendario club, también para pelear por los grandes títulos. Y en los últimos tiempos, los 'red devils' no han aparecido en primera línea. La Supercopa de Europa es un título especial para sus futbolistas por el rival que tendrán enfrente, también para mostrar al mundo que el ManU ha vuelto...

La ropa sucia

La temporada pasada quedó patente muy pronto que el Manchester United no tenía el potencial necesario para pelear por la Premier League, finalmente ganada con mucha determinación por el Chelsea. Todos, Mourinho el primero, entendieron que ganar la Europa League era obligado, era el trayecto más corto para disputar la próxima edición de la Champions League. El camino se hizo en silencio, sin estridencias, pero con mucha seguridad. Logrado el objetivo, esta final es otro paso más para que el histórico club vuelva a ser considerado como antes.

[Más noticias de fútbol]

Quiere volver a ser a ojos del mundo un 'entrenador top' y el campeón de la Champions League es el mejor rival para conseguir el objetivo. El Manchester United ha trabajado a conciencia durante la pretemporada para llegar a punto a este momento. Con discreción, sin ruido, esta cita con el Real Madrid es esperada con ansia por los jugadores, también por Mourinho. Es un título que seguramente tiene más valor para el club inglés que para el español. "Desde que salí del Real Madrid, nunca hablé mucho, nunca lloré. Me fui sin la voluntad de lavar la ropa sucia", dijo el estratega este lunes. La realidad es que le tiene muchas ganas a este partido, aunque no lo diga en voz alta...