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  1. Cultura

¿EL PRINCIpIO DEL CAMBIO DE MODELO EDITORIAL?

"Mi 'best-seller' no necesita editorial": tres autores que amenazan la industria del libro

Dos libros autoeditados entran por primera vez en lo más vendido en la Casa del Libro. "La economía cambia y la editorial tradicional no puede competir", sentencian estos pioneros

Rut Nieves con el libro de autoayuda que editó ella misma y ha vendido 35.000 ejemplares.

Rut Nieves no quería intermediarios. Esta arquitecta lo dejó todo a los 37 años y se pasó al 'coaching' y a escribir libros de autoayuda. En abril de 2014, y sin ninguna editorial que la ayudara, autoeditó 'Cree en ti', 200 páginas sobre el poder de uno mismo para alcanzar el éxito (aviso: este artículo no entra en el contenido del libro). Le puso un precio de 20 euros. “Empecé a vender a través de la web y al cabo de nueve meses lo metí en Amazon porque me lo recomendaron. Al año o así me escribió el director de Amazon para felicitarme porque estaba vendiendo mucho y comenzó a asesorarme. Elegir a Amazon como editorial ha impulsado las ventas, desde luego”, explica Rut.

El verano pasado 'Cree en ti' llegó a ser lo segundo más vendido en Amazon España. Y sigue en buenas posiciones. Un día de esta semana estaba el número 12, por detrás de 'Patria' y Gloria Fuertes pero por delante de George Orwell o Carlos Ruiz Zafón. Ella explica que ha vendido 35.000 ejemplares de 'Cree en ti' y otros 15.000 de sus dos libros anteriores. Es imposible contrastar la cifra. Como se editó ella misma, no sigue el canal de distribución normal por las librerías y no hay auditorías independientes. Sin embargo, fuentes del sector editorial consideran muy creíble el número de ejemplares que da Rut, incluso en alguna gran editorial le estimaban más. Hay varios indicios a favor de que no exagera. El sistema de la distribución de libros es muy rígido y un autor difícilmente puede meter su libro directamente en librerías. Por eso el de Rut se vende en unas pocas tiendas (solo en ocho en la comunidad de Madrid). No está en grandes cadenas. Con una excepción: la Casa del Libro, donde hace unos días en la de Gran Vía de Madrid figuraba entre lo más vendido de no ficción.

CREE EN TI ya está en el #top10 de los más vendidos de la @casadellibro Gracias a todos!!! #creeenti #todollega #sueñosquesehacenrealidad pic.twitter.com/hlTDlrQwlT

“En la Casa del Libro estuve un tiempo intentando meterlo pero me dijeron que necesitaba un distribuidor. Por otro lado me decían que pedían mis libros pero que les decían que no podía ser. El verano pasado, cuando 'Cree en ti' llegó a ser número dos de Amazon -hace un mes llegó a ser número 1- le envié esos datos a la Casa del Libro. Y les dije: 'Esto es lo que están vendiendo mis libros y creo que sería bueno para todos que nos aceptaran como distribuidores'. Les pedimos por favor que nos aceptaran las condiciones y cuando la Casa del Libro vio los datos de ventas y que en Amazon estaba tan bien posicionado lo vieron y entramos”, explica.

Que Rut haya conseguido meter su libro en la cadena de librerías de Planeta sin una editorial detrás es relevante. Supone un cambio total. Muchos escritores se han autoeditado -la mayoría de forma marginal- pero no han dado el salto a poder colocarlos en grandes librerías. La distribución de libros es un sistema muy cerrado y Rut y su compañero Lain García Calvo, que también escribe de autoayuda, han roto esa barrera. Las fuentes del sector consultadas explican que es algo sin precedentes conocidos.

Rut Nieves: "Una editorial me daba el 10% del precio del libro. Ahora me llevo entre el 40% y el 50%"

Además de estos canales, a través de Amazon han vendido decenas de miles de ejemplares en papel. La ventaja económica de su modelo es enorme para ellos. Una editorial tradicional normalmente ofrece al autor el 10% de las ventas. Y le gira los derechos a final de año. Hay anticipos, claro, y los autores con mucho tirón pueden negociar otras condiciones. Pero en números redondos esos son los términos. Y hasta hace poco eran lentejas. Amazon da más. Si el precio del libro está entre 3 y 10 euros, paga a los autores un 70% en derechos. Conforme sube el precio bajan el porcentaje que va al escritor. Rut explica a grandes rasgos los números que le salen a ella. “Entre gastos de publicidad y demás yo puedo percibir entre un 40% y un 50% del precio de venta, que es mucho más que una editorial”. Si ha vendido 50.000 ejemplares a 20 euros, eso da un total de un millón de euros. Y siguiendo con las cuentas, para ella habrán ido unos 400.000 euros en tres años. En España se pueden contar con los dedos de las manos los escritores que mueven esas cifras.

Rut escucha la cuenta de la vieja para estimar sus ingresos. “Sí, sí. Invertimos en publicidad y hacemos un trabajo empresarial editorial. Si preguntas a los escritores la mayoría dicen que no viven de eso. Quizá Carlos Ruiz Zafón y los premios Planeta pero a la mayoría no les da con solo lo de la editorial. Esto es diferente”. Tras su éxito, hay editoriales que han contactado a Rut, según confirman fuentes del sector.

"Planeta me ha contactado varias veces. Por ahora he dicho que no. Me tiene que compensar"

En el mundillo hay quien minimiza el impacto de estos fenómenos pero también hay quien lo ve con preocupación. Una cosa es que alguien se autoedite por el gusto de haber publicado un libro y venda un puñado de ejemplares, buena parte de ellos a amigos. O que un autor coloque sus libros en digital a dos o tres euros por si suena la flauta. Pero otra cosa distinta es que un libro autoeditado en papel y con un precio alto entre en lo más vendido en la Casa del Libro. Rut admite que por ahora ha dicho que no a irse a una editorial pero no lo descarta para el futuro: “Las editoriales me han llamado después. Planeta me ha contactado varias veces y está intentando que escriba con ellos el cuarto libro. Me tiene que compensar. Les he dicho que no pero ahora estoy negociando. Pero me han llamado un montón de editoriales”.

Aunque generalmente estén bajo el radar de la prensa, las editoriales se pirran por los libros de autoayuda. Se venden más que las novelas de las que hablan los suplementos literarios. El de Rut incluye mensajes pseudocientíficos como que el agua cambia según las emociones que se le transmitan (lo mismo que citaba la médica Odile Fernández en su 'hit' 'Mis recetas anticáncer'), pero ese es otro tema.

La autora de 'Cree en ti' explica que no es solo que Amazon le dé un porcentaje mayor del libro. “Amazon te paga mes a mes y cada día puedo ver lo que estoy vendiendo. Las editoriales están cambiando sus condiciones para adaptarse al nuevo mercado porque la editorial tradicional con las condiciones antiguas tendrá problemas”. Hasta ahora, una editorial paga al autor a final de año, y en las editoriales pequeñas siempre existe la leyenda de que si un libro funciona tiran más ejemplares de los que le dicen al autor porque no hay forma de controlarlo.

Una editorial proporciona al autor entrevistas en prensa, actos de promoción, posicionamiento en librerías, publicidad, orientación, buena distribución, mejor maquetación y edición, traducción si es extranjero... Se quedan con un 30% del libro (el 60% restante se lo reparten el librero y el distribuidor). Puede parecer un chollo pero editar un libro conlleva muchos gastos, empezando por la impresión, y además la mayoría de los libros pierden dinero. Son los superventas los que pagan al resto de autores. Si los primeros, que son los que pueden pasarse a la autoedición con éxito, emprenden ese camino, el panorama cambia. Una fuente de una gran editorial confirma cómo está cambiando el sector: “Estuve con un tipo que se autoedita y al que Amazon le ingresa miles de euros al mes. Con eso no podemos competir”. Pero relativiza: "Creo que la autoedición se va a comer una parte del mercado de la novela de género y la autoayuda pero no todo el negocio editorial". La producción de cine, razona, no va a desaparecer porque haya youtubers ganando dinero. Por si acaso se van posicionando. Planeta anunció ayer que lanza su propia plataforma de autoedición.

El caso de Rut va paralelo al de Lain García Calvo, de 33 años, cuyo 'best-seller' es también de autoayuda: 'La voz de tu alma': "Cuídate a ti mismo, trátate con cariño y atención. Entonces tu alma entrará en calor, y desplegará sus alitas", es la dedicatoria. Rut afirma que lo aprendió todo de él. Lain asegura que de sus siete libros ha vendido unos 200.000 ejemplares. Es imposible contrastarlo, y aunque una fuente del sector cree que la cifra parece demasiado alta, en cualquier caso ha vendido mucho. La semana pasada en la Casa del Libro de Madrid el manual estaba el séptimo más vendido de no ficción.

“Fui a las editoriales y les decía que tenía un 'best-seller' entre las manos. Ninguna me creyó y me rechazaron. Busqué mi camino: aprendí 'marketing' y autoedición”, explica por teléfono. La historia que vende, la de su vida, su libro y su éxito editorial, es la de la superación: “De joven me diagnosticaron fatiga crónica y fibromialgia. Me dijeron que no podría hacer deporte, pero estuve siete años en la selección española de natación. Aquí pensé que tampoco me iba a parar porque me rechazaran”. Él fue quien enseñó a Rut Nieves la autoedición y ahora ha montado un curso para fabricar superventas. Él no echa en falta la promoción en televisión o en la prensa que te proporciona una editorial: “Salir en televisión no vende libros. Quien piense que eso funciona no sabe de qué habla. La economía ha cambiado y las editoriales se tienen que adaptar. Tengo amigos músicos que se quejan y les digo que busquen su camino por libre, sin la discográfica”.

La autoedición, pregonada desde hace años como la salvación, también tiene su lado oscuro. Ha habido autores que han acabado debiendo dinero a las imprentas o estafas de supuestas empresas de autoedición que nunca distribuían los ejemplares prometidos y timaban a aspirantes a escritores. Otros escritores 'amateurs' publicaban en Amazon sus libros a precios muy baratos y generalmente solo en formato electrónico. Así, por dos o tres euros te podías descargar el libro. Aunque vendieran mucho, vivir de ello era complicado. Pero eso está cambiando. Algunos consiguieron que los ficharan editoriales para vender sus libros en papel. Esteban Navarro, Armando Rodera, Bruno Nieves, Blanca Miosi, César García Núñez… acabaron en editoriales. El último finalista del Premio Planeta, Marcos Chicot, comenzó autoeditándose.

Otros ya viven exclusivamente de sus libros electrónicos. Fernando Trujillo es uno de ellos. A sus 43 años tiene el aspecto de estrella de rock de los noventa. De rock duro. Lleva el pelo largo recogido y ya peina alguna cana. “En 2009 un amigo me dijo que escribiéramos una novela. Le contesté que por qué no construíamos una catedral. Pero al final nos pusimos y la hicimos”. El resultado fue 'La guerra de los cielos', 160.000 palabras de fantasía. Como los libros que leía este informático que hasta un año antes trabajaba en Toyota.

“Lo mandamos a editoriales que ni contestaron. Solo una nos dio una respuesta en la que parecía que habían echado un vistazo al texto. No sabíamos nada de esto”, recuerda. Por probar lo subieron en formato electrónico a Amazon por unos euros. Poco a poco empezó a vender. Desde entonces Trujillo ha publicado 21 novelas en formato electrónico y afirma que vende entre 4.000 y 5.000 libros al mes. Todos de fantasía. Él ha encontrado su filón. Ha tenido que crear una empresa al crecer los ingresos. El primer ejemplar lo regala y si a los chavales les gusta compran los siguientes. “Mira las aplicaciones. Son gratuitas y te cobran conforme vas jugando porque te enganchan. Claro que regalo mi libro. ¿Si lo hacen los de Angry Birds no lo voy a hacer yo?”.

"Si vendo un libro en papel a 20 euros me llevo dos euros. Si vendo un libro digital a tres euros me llevo dos euros. ¿Qué es más fácil que ocurra?"

No parece ir de farol. “Nunca he ganado tanto dinero como ahora. Cuando los padres del colegio me preguntan que a qué me dedico digo que soy escritor. Y enseguida repreguntan: '¿Pero en qué trabajas?'. No se creen que alguien viva de la literatura”. Estamos tomando un café ante un FNAC al norte de Madrid y señala con el pulgar al establecimiento. “El reponedor de los libros tiene un contrato, el editor tiene un contrato, todo el mundo tiene un contrato en la cadena de producción de los libros menos los escritores. El sistema tradicional está mal montado”.

Trujillo explica su razonamiento para apostar por el libro digital. “Si vendo un libro en papel a 20 euros me llevo dos euros. Si vendo un libro digital a tres euros me llevo dos euros. ¿Qué es más fácil que ocurra?”. Él ha hecho incursiones en el papel. Es lo que en Amazon llaman un "autor híbrido". En 2012 publicó un libro en papel con Ediciones B, 'El secreto del tío Óscar'. Lo ficharon cuando vieron lo que vendía en Amazon, pero no guarda buen recuerdo: “Ni lo promocionaron ni sé lo que ha vendido. Fue una mierda. Puedes ponerlo. Espero que se acabe el contrato pronto”. En cambio habla maravillas de la editorial que lo ha fichado y lo lleva de gira por Latinoamérica para promocionar 'La Biblia de los caídos', su última saga. El primer tomo está gratis 'online' y en Google Play tiene 98.000 comentarios. “¿Si te lo mando lo ponéis para que la gente se lo descargue? Lo regalo, no es broma. Poniendo el primer libro gratis me di cuenta de que ganaba el triple”. "No importa cuántas veces haya muerto. Yo lo veo todo", arranca el libro.

Trujillo es muy crítico con los escritores -llamémosles- tradicionales: “Los escritores se dedican a llorar todo el puto día porque la gente no lee lo que ellos hacen. Encuentran 4.000 formas de echar balones fuera”. Él pasa de la prensa. “Una vez salí en Telemadrid pero las ventas no se movieron. Escribo cada noche tres horas y luego dedico una o dos a contestar a los lectores. Eso sí funciona”. Ahora ha invertido y no solo ofrece libros. Luce un colgante de 'La Biblia de los caídos' que vende en su web. También ha contratado un ilustrador para hacer un cómic y otros productos. Pero al contrario que Rut y Lain no ha logrado colocar sus libros autoeditados en una gran librería. “Eso es complicadísimo. Es como fabricar unas galletas Príncipe buenísimas en tu casa y conseguir venderlas en el Carrefour. Lo normal es que Carrefour no te deje porque si lo haces las grandes marcas se van a llevar sus productos. No sabía que eso pudiera pasar. Sí que tiene mérito”.

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