muy frecuente en las zonas turísticas
¡Cierra el coche con llave! Así funciona el robo con inhibidor de frecuencia
Los delincuentes suelen situarse en doble fila junto al vehículo que quieren hurtar. Estos dispositivos pueden adquirirse por Internet a precios muy asequibles
Una familia de vacaciones aparca su coche de alquiler en una calle trasera, poco transitada. Acaban de llegar. Llevan el coche cargado de maletas. En el interior tabletas, ordenadores, joyas y otros objetos de valor. La puerta se cierra con mando, en lugar de con llave. La familia se marcha a comer y regresa horas más tarde para encontrar el vehículo intacto. Las maletas se han evaporado.
Lo que esa familia no ha visto es que en las proximidades alguien accionaba un inhibidor de frecuencia justo cuando ellos oprimían el botón para cerrar el coche, anulando la orden. Nunca se cerró. Es el robo perfecto. Sin ruidos y sin dejar rastro.
Los inhibidores se pueden comprar en internet por precios que van de los 60 a los 20.000 euros
La escena es cada vez más habitual, especialmente en zonas turísticas, como Cádiz y Málaga. Estos aparatos se pueden comprar fácilmente por internet. Sus precios oscilan entre los 60 euros y los 20.000 euros dependiendo de su alcance. Por eso son uno de los caramelos más frecuentes en las redadas policiales.
Sin ir más lejos, el viernes pasado los agentes de la Guardía Civil encontraron tres de estos dispositivos en una operación conjunta llevada a cabo en Galicia, Madrid, País Vasco, Aragón y Cantabria. A esto se suma la popularización de los mandos a distancia para abrir y cerrar los vehículos.
Atención a los vehículos en doble fila
Las asociaciones de consumidores aconsejan cerciorarse de que el coche está efectivamente cerrado antes de abandonarlo, tirando de la maneta o directamente cerrando con llave. A veces los ladrones colocan su vehículo en doble fila, cerca de su objetivo, para asegurarse de que la onda llega y el coche queda abierto.
Los ladrones hacen rondas, dando vueltas a la manzana en busca de un incauto recién llegado
Otros hacen rondas, dando vueltas a la manzana en busca de un incauto recién llegado. Muchos hacen como si estuvieran hablando por el móvil. Por eso es conveniente comprobar que en los alrededores del vehículo no hay nadie en una actitud vigilante o extraña. El problema es que detectar esto es imposible en la práctica sin incurrir en un comportamiento paranoide.
Presentes en comisarias y edificios oficiales
Si esa misma familia acude a una comisaria de Policía para denunciar el hecho debe ser consciente de que puede revivir su mala suerte. Las comisarias y en general los edificios oficiales cuentan con inhibidores de frecuencia para evitar que se coloquen explosivos a su alrededor. Lo mismo ocurre con algunos coches oficiales. Por eso es importante cerciorarse de que el vehículo queda efectivamente cerrado al aparcar en el entorno de estos edificios.
La normativa comunitaria establece que estos aparatos no pueden ser importados o comercializados en la Unión Europea salvo en "circunstancias puntuales y debidamente justificadas", normalmente relacionadas con la seguridad del Estado.
Estos aparatos funcionan propagando una onda que impide o dificulta las comunicaciones por radiofrecunecia con algunos dispositivos como radares, GPS, teléfonos móviles o, como no, el mando del coche.
Varias universidades trataron de utilizar esta tecnología para evitar el conocido como truco del 'pinganillo', para copiar en los exámenes de Selectividad. Sin embargo, fueron obligadas a retirar estos dispositivos precisamente porque podían interferir en las comuniciones de otros dispositivos cercanos.
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