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19 de octubre, día mundial

Las frases que no debes decir a alguien con cáncer de mama: "No hay palabras mágicas"

El 19 de octubre es el día mundial de esta enfermedad. Ya que afecta a 1 de cada 8 mujeres española, es frecuente encontrarse en esta situación... y no saber cómo reaccionar

Una paciente después de ser operada por un cáncer de mama. (Reuters)

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales: en España, cada año se diagnostican más de 30.000 casos y las estadísticas indican que una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama en algún momento de su vida. Precisamente a causa de estas estadísticas, es altamente probable que cualquier persona se encuentre cerca de otra que está en esta situación, bien porque sufre este tipo de tumor o porque lo haga alguien muy próximo. En estas circunstancias, el ser humano duda y no sabe cómo reaccionar.

"Cosas que pasan", piensa uno para sí mismo. No habrá un solo día en que no haya alguien que pregunte a su entorno cómo responder ante algo así, cómo mostrar apoyo o cómo ayudar a la persona recién diagnosticada, y como ocurre con muchas otras dolencias, se suele recurrir a Internet para buscar opciones. El 19 de octubre, cuando se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, el interés por saber cómo responder a una situación como ésta crece. Si recurrimos a las palabras que algunas caras conocidas han pronunciado después de haber sido diagnosticadas con cáncer de mama, veremos que muchas se centran en el optimismo.

"Pensar positivo todos los días. Pensar 'hoy estoy más cerca de curarme'": la actriz mexicana de telenovelas Adamari López dijo esto después de ser diagnosticada de cáncer. Angelina Jolie, que se extirpó los pechos y los ovarios para evitar que se extendiera, se dijo a sí misma. "Tenía que ser fuerte y no perder la calma, ya que no hay ninguna razón para pensar que no vería crecer a mis hijos y nietos".

Optimismo, pero con medida

El doctor Rubèn Baltà i Arandes, ginecólogo de Doctoralia, explica a El Confidencial que la "gran fase de ser optimistas es de vital importancia". "Cada vez se habla más de supervivientes de cáncer", señala, por ello se le debe dar "la importancia justa" al tumor y "pensar en lo que la paciente va a hacer en el futuro, después de superar el cáncer de mama". "Hace años que la supervivencia ha cambiado mucho, y en la actualidad el mensaje que se les tiene que dar a todas es el de generar esa pregunta, de qué quiere hacer una vez que lo supere".

En el mismo sentido se pronuncia Albert Abad Esteve, oncólogo médico especialista también en Doctoralia, quien matiza, además, que "el estado emocional se ha relacionado con la evolución del cáncer de manera errónea". "Si bien es verdad que el estrés puede afectar el sistema inmunitario, no existe ninguna evidencia de la relación estado emocional-evolución de la enfermedad", explica. Aun así, asegura que es "de gran importancia" mantener el optimismo, sobre todo al afrontar la situación y la tolerancia a los tratamientos.

Un tatuador que trabaja con personas que han pasado por un cáncer abraza a Mamen Malagon tras tatuarle un pezón en su pecho reconstruido después de una mastectomía. (Reuters)

"Poder realizar el tratamiento de manera óptima, cumpliendo los tiempos sin episodios depresivos que interfieran en la tolerancia y que pueden originar retrasos o incluso el abandono del tratamiento es fundamental", apunta Abad Esteve, que recuerda, además, que en los casos de cáncer de mama "hay muchos motivos para el optimismo, porque la curación es la norma". Eso sí, quedan "prohibidos la ley del silencio y los golpecitos en la espalda", agrega: "Hay que hablar de la enfermedad de manera natural y dar los ánimos necesarios también de manera natural".

¿Pero qué no debemos decir?

Sin embargo, aunque está bien saber qué podemos hacer en estas situaciones, es vital entender todo lo que debemos evitar, sobre todo, para que la persona afectada no se sienta abrumada o no le generemos una ansiedad mayor de la que, con toda probabilidad, estará sufriendo. Virginia Vaca, psico-oncóloga y coordinadora del voluntariado de la Agencia Española contra el Cáncer (AECC) en el Hospital Quirón de Madrid, es clara en sus afirmaciones. "No debemos decir eso que suele ser lo primero que se nos ocurre: el típico 'No te preocupes' o 'No llores'": es importante trabajar la empatía, ponernos en su situación y escucharla", explica.

Sin embargo, esta psico-oncóloga nos da una clave importante que hay que conocer: la 'tiranía del positivismo'. "Parece que no tenemos derecho a tener emociones negativas ante una mala noticia, porque hay que recordar que diagnosticar un cáncer de mama sigue siendo una mala noticia", afirma Vaca. "Tenemos que estar tristes, que sentir incertidumbres, pero hay que preguntar si la paciente necesita algo de nosotros. Decirle frases como 'hay que ser fuerte' puede hacer que se sientan culpables, por el mito de que no se van a curar si no son positivos", relata.

La actitud optimista, sin embargo, es necesaria, sobre todo durante el tratamiento. Esta es una postura en la que coinciden los tres expertos: "La actitud es importante para que el tratamiento, que es muy largo, sea menos duro. Pero es importante pensar que lo que cura es el tratamiento. Se lleva mejor si no estamos deprimidos, pero también se puede estar deprimido y curarse, o que uno sea el más feliz y no curarse", añade. Las estadísticas están de nuestro lado en el caso del cáncer de mama, ya que hay muchos estudios que confirman que el pronóstico a cinco años es muy bueno y que la curación en los casos de cáncer puede llegar al 90% de los casos, pero esto no quita que la afectada no pueda sentir esas emociones.

Es importante escuchar y apoyar a la persona, sin agobiarla

"Escuchar, más que hablar"

Otra de las claves que hay que tener en cuenta es el cambio físico que experimenta una persona con un tratamiento de quimioterapia. Al principio, explica Virginia Vaca, es lo que más les suele doler. "Y no es ninguna frivolidad, pero pensar que se te va a caer el pelo significa que todo el mundo se dé cuenta de que estás enfermo", recuerda, por lo que es importante evitar aquellas frases del estilo de 'El pelo es lo de menos'. Es lo de menos, quizás, pero en un primer momento es muy importante para una persona recién diagnosticada. Quitar importancia a esto o a otros aspectos que son importantes para el paciente no es lo óptimo.

"Nadie necesita una frase mágica". Esta es la clave. Virginia Vaca insiste en la importancia de empatizar y preguntar, continuamente pero sin agobios, si se puede ayudar en algo. "Sin ser pesado, hay que demostrar que estamos presentes. Al principio está todo el mundo, pero el tratamiento es largo y los demás se van alejando. Por eso es importante preguntar si le hace falta algo, si se le puede hacer la comida para un día que no se encuentre bien, si se le puede sacar al perro cuando no le apetezca o hacerle algún otro recado", afirma. "A veces somos un poco pesados, y tampoco hay que estar todo el tiempo preguntando. Es mejor ser prudente y no agobiar". Y, además, lo que hablemos hacerlo con medida: "Hay que evitar las comparaciones: les puede sentar mal e incluso hay gente que oculta su enfermedad para evitar que los demás le cuenten 'las batallas' de los demás".

Cada persona, además, es un mundo y hay gente que prefiere no hablar del tema. "Si lo que quiere es hablar de otra cosa —porque esa persona sigue siendo la misma que antes de la enfermedad— lo mejor es acompañarlo, distraerlo", siempre entendiendo su postura, o incluso recomendarle acudir a alguna asociación. Es un proceso muy largo y emocionalmente potente, con altibajos, por lo que las necesidades de la paciente variarán en cada fase. Pero algo que hay tener siempre en mente es que "tenemos dos orejas y una boca, por lo que tenemos que escuchar el doble de lo que hablamos".

Frases que tenemos que evitar

► "No llores" o "no te preocupes": es importante dejar a la paciente que tenga libertad para sentir lo que necesite.

► "Si no eres optimista no te curarás": que un paciente acabe con un resultado positivo no depende de su optimismo. Se puede ser feliz y no curarse, o estar deprimido y curarse. La curación viene de la mano del tratamiento. 

► "A mi prima le diagnosticaron...": las comparaciones son odiosas. Sacarle los casos de los demás puede sentar mal a una persona que después de ser diagnosticada solo necesita pensar en ella misma. 

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