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Vuelta al cole: lo que debes saber si tu hijo tiene asma y hace deporte
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cómo reducir el riesgo de crisis

Vuelta al cole: lo que debes saber si tu hijo tiene asma y hace deporte

En contra de la creencia popular de que hay que limitar el ejercicio, asma y deporte son una buena combinación desde la infancia. Te contamos cómo practicarlo de forma segura

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Cuando comienza el curso escolar, es frecuente que los padres de niños diagnosticados con asma bronquial se pregunten si sus hijos deben o no realizar actividades deportivas como el 'running'. El temor a que un esfuerzo excesivo lleve a los niños a padecer una crisis que no puedan gestionar adecuadamente lleva, en muchos casos, a recomendar a estos pequeños que no hagan ninguna clase de actividad.

No obstante, el ejercicio físico debe formar parte del estilo de vida de cualquier persona con asma bronquial porque aporta importantes beneficios para la salud. La única situación en la que la persona con este problema debe limitar el ejercicio físico es si está sufriendo una crisis o pasa por una época de mal control.

Está demostrado que los niños con esta enfermedad que hacen ejercicio físico en la infancia y adolescencia alcanzan mayores niveles de capacidad pulmonar que los que no lo hacen. La práctica de ejercicio físico aeróbico es uno de los sistemas no farmacológicos para mejorar su control y reducir el riesgo de crisis. Asma y deporte son una excelente combinación, una realidad que contrasta con la creencia popular de que había que limitar la práctica de deporte en este tipo de personas.

Los niños con asma que hacen ejercicio físico en la infancia y adolescencia alcanzan mayores niveles de capacidad pulmonar que los que no lo hacen

Sí es cierto que existe un grupo de pacientes que tienen lo que se llama asma de esfuerzo o de ejercicio o asma inducido por esfuerzo y ejercicio. Esta clase puede ser una manifestación más en personas que tienen asma bronquial con otros síntomas, pero hay personas que solo padecen asma de esfuerzo y no sufren episodios fuera de esa situación.

Los síntomas no suelen aparecen durante la práctica deportiva en sí (eso suele ser más indicativo de asma mal controlado), sino que acontecen entre los cinco y 15 minutos posteriores a haber acabado el ejercicio, y desaparecen por sí solos pasados unos 20 minutos. Si el niño sufre este tipo, puede prevenirse mediante el calentamiento previo, la realización de ejercicio con momentos de descanso y administrando un medicamento preventivo antes del mismo. El más habitual es el broncodilatador de acción rápida.

Ante cualquier duda sobre si su hijo puede o no correr en sus clases de educación física, debe preguntar a su médico, que le aconsejará sobre el tipo y la intensidad de ejercicio más adecuado según el tipo de asma que sufra, las mejores condiciones en las que debe realizar deporte y si necesita una medicación preventiva antes de hacerlo. Como en el caso de los adultos, la mejor recomendación para los niños con esta enfermedad es tener su asma bien controlada y que reconozca los síntomas que indican que está llevando un mal control, cómo se manifiesta una crisis y cómo manejarla. En caso de que esté mal controlado, no se recomienda correr o realizar cualquier otra actividad física.

Consejos básicos para la práctica deportiva

  • Un buen calentamiento previene la aparición del asma durante los entrenamientos.
  • En lo posible, se debe evitar entrenar en ambientes fríos porque favorece la inflamación de los bronquios.
  • Cuando el niño salga a correr o vaya a realizar cualquier actividad física, debe llevar su medicación de rescate y saber utilizarla de forma adecuada.
  • Cualquier niño con asma que haya decidido empezar a correr de forma habitual ha de comenzar la práctica de forma paulatina. Es recomendable iniciar los entrenamientos con intensidades bajas aumentando paulatinamente el esfuerzo.

El ejercicio físico le permite un adecuado desarrollo físico, incrementa su resistencia cardiorrespiratoria, su fuerza y resistencia muscular y su coordinación, sin olvidar otros aspectos psicológicos positivos, como el espíritu de esfuerzo y la superación.

*Dra. Lorena Comeche, jefa asociada del servicio de Neumología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Cuando comienza el curso escolar, es frecuente que los padres de niños diagnosticados con asma bronquial se pregunten si sus hijos deben o no realizar actividades deportivas como el 'running'. El temor a que un esfuerzo excesivo lleve a los niños a padecer una crisis que no puedan gestionar adecuadamente lleva, en muchos casos, a recomendar a estos pequeños que no hagan ninguna clase de actividad.

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