Estos programas educativos gratuitos preparan a los jóvenes para los retos del futuro
Zinkers ayuda a los docentes de Primaria, Secundaria y FP a cubrir los contenidos en materia de sostenibilidad, transición ecológica y agenda 2030, a través de la gamificación y otras metodologías
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F66b%2F752%2F713%2F66b752713e90e938a810d08c4c761df5.jpg)
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), transición energética, cambio climático, equidad social… Estos conceptos son esenciales para entender el mundo de hoy y poder afrontar los desafíos del futuro. La educación, en este sentido, juega un papel primordial. Hace dos décadas que la ONU le otorgó nombre propio, Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS), con el objetivo de no solo lograr una adaptación curricular que abordase los principios de sostenibilidad o la formación de los docentes, sino también que las políticas educativas estuvieran alineadas en este aspecto.
En nuestro país, son la nueva ley de educación, LOMLOE, junto al Plan de Acción de la Educación Ambiental para la Sostenibilidad (PAES) y la Ley Orgánica de ordenación e integración de la Formación Profesional, las normativas que marcan la hoja de ruta. Así, para ayudar a desarrollar materiales que cubran los contenidos curriculares de sostenibilidad, transición ecológica y agenda 2030 surgen iniciativas como Zinkers, de Fundación Repsol.
“Estos programas ofrecen de manera gratuita diferentes recursos educativos y actividades para descubrir y comprender de forma didáctica e interactiva el mundo de la energía y los retos de la transición ecológica. Al mismo tiempo que los niños y jóvenes potencian sus habilidades de creatividad, pensamiento crítico, comunicación y trabajo en equipo”, explica Arantza Hernanz, directora de Educación y Conocimiento de la Fundación. La plataforma cuenta con contenidos pensados para los tres ciclos de Primaria, así como para Secundaria y Formación Profesional. En el caso de las etapas educativas obligatorias, están disponibles en castellano, euskera, gallego, catalán, valenciano e inglés.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd2c%2Fd3f%2F29b%2Fd2cd3f29b673e87b5770096aaf08ddab.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd2c%2Fd3f%2F29b%2Fd2cd3f29b673e87b5770096aaf08ddab.jpg)
Una de las características principales es que los programas son modulares. Esto, en palabras de Hernanz, “permite la adaptabilidad a la programación del profesor, además de trabajar por proyectos desde diferentes asignaturas, fomentando la transversalidad y la codocencia”. Asimismo, los recursos didácticos se califican como DUA (Diseño Universal de Aprendizaje), cuya diversidad de formatos multinivel (pictogramas, audio, vídeo...) posibilitan su uso tanto en digital como en físico, de modo que “siempre haya un equilibrio entre el uso de las tecnologías y el aprendizaje presencial en el aula”.
Desde que Zinkers se pusiera en marcha en el curso 2019-2020, se han registrado más de 6.000 centros educativos y lo utilizan más de 200.000 alumnos. Ginés Caparrós, profesor de Geografía e Historia del colegio Nuestra Señora del Carmen en La Unión (Murcia) es uno de los docentes que utiliza con asiduidad los programas, adaptando cada una de las nueve áreas del programa Zinkers a sus unidades y asociándolas a los criterios de evaluación. “Por ejemplo, el cambio climático (paso 3 del programa) lo asocié a la unidad 3 (Actividades y paisajes industriales) de mis contenidos curriculares. De la misma manera, uso algunas de las actividades o vídeos que nos proporciona. Es un buen material, especializado y adaptado. Mis alumnos lo comprenden bien y en general lo ven interesante”, detalla.
Gamificación para trabajar las STEM
Además de esta adaptabilidad, Zinkers destaca por sus metodologías de aprendizaje. A través de proyectos, retos, clases invertidas, design thinking, rutinas de pensamiento y gamificación, los más jóvenes irán adquiriendo conocimientos sobre sostenibilidad y transición ecológica, fomentando la reflexión y el espíritu crítico.
Los estudiantes usan herramientas como Minecraft Education, que permite crear experiencias de aprendizaje basado en el juego (gamificación), con las que trabajar habilidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática, de sus siglas en inglés), desarrollar la creatividad, además de plantear experiencias de colaboración y resolución de problemas entre los estudiantes.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F817%2F6ce%2F920%2F8176ce920a7ecd87d6236a0c8c23bdbb.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F817%2F6ce%2F920%2F8176ce920a7ecd87d6236a0c8c23bdbb.jpg)
"No solamente a través de Minecraft Education se trabaja la gamificación. Se utiliza en numerosos retos en los que los alumnos van adquiriendo conocimientos en un entorno de juego, donde poder aprender también a través de diferentes intentos y desarrollar así su capacidad para generar diferentes soluciones. La gamificación es una herramienta muy importante para conseguir la motivación de los estudiantes", afirma Arantza Hernanz.
Desde este curso, y para cubrir los contenidos curriculares sobre sostenibilidad que contempla la nueva ley de ordenación e integración de la Formación Profesional, los profesores de Grado Medio y Superior, cuentan con acceso al programa Zinkers FP. Asimismo, en Portugal existe Zinkers Ensino Básico, que cubre las etapas educativas desde los 6 hasta los 16 años, acorde al sistema educativo luso.
Los Premios Zinkers
Desde hace cuatro años, Fundación Repsol premia los mejores proyectos en materia de sostenibilidad y cambio climático, aplicando lo aprendido durante el curso escolar. Están divididos en dos categorías, Primaria y Secundaria, y para participar simplemente hace falta estar registrado en el programa y aplicar los contenidos en el aula.
La edición pasada se alzó con el galardón de Primaria un proyecto de recuperación de los ecosistemas de la localidad vallisoletana de Laguna de Duero, presentando por el CEIP Los Valles. Susana Contreras Sánchez, profesora de 3º de Primaria, nos explica que la idea surgió en la asignatura de Ciencias Naturales. “Trabajamos en grupos cooperativos; cada uno de ellos fue encargándose de un área (agua, medio ambiente, energía y sostenibilidad) para ver qué problemas había y que solución podíamos plantear”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6fb%2F4fd%2F139%2F6fb4fd139b34ca4286fc0873400ff359.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6fb%2F4fd%2F139%2F6fb4fd139b34ca4286fc0873400ff359.jpg)
Estos premios “hacen ver a nuestros alumnos que todo lo que se trabaja en el aula tiene una aplicación en la vida diaria, que aquello que hacemos influye en nuestro entorno y, por supuesto, que todo trabajo tiene su recompensa”, apunta la docente.
Ya está en marcha la cuarta edición de estos premios. Los ganadores de cada categoría recibirán una dotación económica de hasta 15.000 euros que se destinarán a proyectos de innovación educativa y/o transformación metodológica. Los colegios e institutos pueden presentar sus candidaturas desde el 17 de marzo al 25 de abril de 2025. Aunque no será hasta el 26 de junio cuando se anuncien los ganadores en una gala que se celebrará en Madrid.
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), transición energética, cambio climático, equidad social… Estos conceptos son esenciales para entender el mundo de hoy y poder afrontar los desafíos del futuro. La educación, en este sentido, juega un papel primordial. Hace dos décadas que la ONU le otorgó nombre propio, Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS), con el objetivo de no solo lograr una adaptación curricular que abordase los principios de sostenibilidad o la formación de los docentes, sino también que las políticas educativas estuvieran alineadas en este aspecto.