Por qué no te gusta tu voz grabada: estos son los motivos
Al hablar, las cuerdas vocales vibran y estas oscilaciones se transmiten directamente a través de los huesos del cráneo hasta el oído interno
- ¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos ponemos a hablar con nosotros mismos?
- ¿Por qué algunas mujeres muy musculadas tienen la voz más grave?
Es muy común que al escuchar una grabación de nuestra propia voz se pueda sentir cierta incomodidad o rechazo. Muchas personas se sorprenden al descubrir que suena diferente a como la perciben en su cabeza, pudiendo afectar incluso en la autoestima. Este fenómeno ampliamente experimentado tiene explicaciones científicas y psicológicas que nos ayudan a entender por qué ocurre, cómo nos afecta y de qué modo interfiere en nuestras vidas.
Normalmente, el sonido llega al oído interno mediante dos vías principales: el aire y los huesos del cráneo. La conducción aérea es el proceso habitual por el cual las ondas sonoras viajan por el medio, ingresan al canal auditivo y hacen vibrar el tímpano y el resto de estructuras, transmitiendo finalmente las señales al cerebro. Esta es la forma en que se escuchan los sonidos externos, incluyendo las voces de otras personas y los ruidos ambientales.
Al hablar, las cuerdas vocales vibran y estas oscilaciones se transmiten por el aire en forma de ondas, pero también directamente a través de los huesos del cráneo hasta el oído interno. Este proceso añade resonancia y profundidad al sonido que percibimos de nosotros mismos. La combinación de ambas conducciones hace que la que se escucha al hablar sea más rica y con tonos más graves que la que realmente se emite y que los demás escuchan.
Diferencias de resonancia
Cuando se escucha una grabación, se oye nuestra voz como realmente suena para el resto, lo que puede resultar sorprendente, extraño e incluso desagradable para algunas personas. La falta de las vibraciones en las cuerdas vocales elimina ciertos matices y profundidades, haciendo que suene más aguda o nasal de lo que se está acostumbrado.
Este proceso, conocido como la confrontación de voces, puede afectar a la confianza y las expectativas internas que se tienen de uno mismo. Según estudios psicológicos, ocurre porque es una parte esencial de nuestra forma de ser que está ligada a nuestra autoimagen e identidad. Al escuchar una versión diferente de ella, puede surgir una disonancia cognitiva que afecta a la percepción propia.
Los avances tecnológicos en los dispositivos de grabación también influyen en cómo se percibe la voz grabada. Los micrófonos y sistemas pueden tener limitaciones o características que enfatizan ciertas frecuencias y atenúan otras, alterando ligeramente el sonido original. Los dispositivos móviles, por ejemplo, pueden no capturar fielmente el rango completo de frecuencias de nuestra voz, enfatizando tonos más agudos.
- ¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos ponemos a hablar con nosotros mismos?
- ¿Por qué algunas mujeres muy musculadas tienen la voz más grave?
Es muy común que al escuchar una grabación de nuestra propia voz se pueda sentir cierta incomodidad o rechazo. Muchas personas se sorprenden al descubrir que suena diferente a como la perciben en su cabeza, pudiendo afectar incluso en la autoestima. Este fenómeno ampliamente experimentado tiene explicaciones científicas y psicológicas que nos ayudan a entender por qué ocurre, cómo nos afecta y de qué modo interfiere en nuestras vidas.