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Carolina, bióloga: "Puede que creas que están limpias tus toallas... pero podrían estar guardando más que humedad"
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Carolina, bióloga: "Puede que creas que están limpias tus toallas... pero podrían estar guardando más que humedad"

Aunque parezcan limpias a simple vista, las toallas del baño pueden esconder una auténtica colonia de bacterias y hongos. La bióloga advierte que estos tejidos acumulan humedad, células muertas y aceites corporales

Foto: Carolina en su vídeo de TikTok (@unacordobessa)
Carolina en su vídeo de TikTok (@unacordobessa)

Las toallas del baño son uno de los objetos más cotidianos del hogar, pero también uno de los más olvidados a la hora de limpiar. Así lo advierte Carolina, una bióloga ha explicado en redes por qué no basta con colgarlas para que “se sequen”. Según la experta, estos tejidos pueden convertirse en un auténtico paraíso para las bacterias y los hongos si no se lavan con frecuencia.

Carolina explica que las toallas reúnen las condiciones perfectas para el crecimiento microbiano: “Tienen humedad, la temperatura ideal, nutrientes —porque al secarnos transferimos células muertas de la piel y aceites corporales— y oxígeno”. Esa combinación hace que los microorganismos se multipliquen con rapidez: “Pueden duplicar su población cada dos horas”, afirma la bióloga, recordando que el simple hecho de dejarlas húmedas en el baño es suficiente para que proliferen.

La situación empeora si la toalla se cuelga cerca del inodoro. Según la especialista, “si tienes la toalla cerca del váter y no bajas la tapa cuando tiras de la cisterna, la estás bañando en una lluvia microscópica de gérmenes”. Estas pequeñas partículas pueden quedar adheridas al tejido y mantenerse durante días, lo que convierte el gesto de secarse en algo menos higiénico de lo que parece.

Por eso, la recomendación de los expertos es clara: lavar las toallas cada dos o tres usos. Aunque Carolina reconoce que “a veces no hay tiempo”, advierte que no se debe dejar pasar más de una semana. “Si esperas más de siete días, esa toalla ya no te seca, más bien te recontamina”, asegura.

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El último consejo de la bióloga tiene que ver con la temperatura del lavado. Para eliminar los microorganismos por completo, recomienda hacerlo “siempre a más de 60 grados”. Solo así se garantiza que bacterias, hongos y gérmenes no vuelvan a multiplicarse.

Una rutina sencilla que puede marcar la diferencia entre mantener la higiene o convivir, sin saberlo, con miles de huéspedes invisibles cada vez que sales de la ducha.

Las toallas del baño son uno de los objetos más cotidianos del hogar, pero también uno de los más olvidados a la hora de limpiar. Así lo advierte Carolina, una bióloga ha explicado en redes por qué no basta con colgarlas para que “se sequen”. Según la experta, estos tejidos pueden convertirse en un auténtico paraíso para las bacterias y los hongos si no se lavan con frecuencia.

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