Carles Espinosa, podólogo, sobre el calzado 'barefoot': "Es cuestionable que elimine los dolores de espalda y de caderas"
El especialista Carles Espinosa advierte que el auge del calzado barefoot debe afrontarse con precaución, ya que no todos los pies ni todas las superficies son adecuados para su uso
El 60% de los casos de dolor de espalda afecta a la zona lumbar. (iStock)
El calzado barefoot se ha convertido en una tendencia cada vez más popular entre quienes buscan una forma más natural de caminar. Su diseño, con suela fina y a veces con dedos separados, promete simular la sensación de ir descalzo y mejorar la postura corporal. Sin embargo, el podólogo Carles Espinosa, profesor de la Universitat de Barcelona, advierte que, aunque puede aportar algunos beneficios, “es cuestionable que elimine los dolores de espalda y de caderas” y subraya que no todas las personas deberían usarlo.
Durante una entrevista en el programa Versió RAC1, presentado por Toni Clapés, Espinosa explicó que este tipo de calzado “no es una revolución, sino un cambio de concepto”. Según el especialista, su principal ventaja radica en permitir que el pie trabaje con mayor libertad, especialmente al caminar sobre superficies irregulares, lo que contribuye a fortalecer los músculos. No obstante, matiza que el barefoot no está recomendado para todos los pacientes, en particular para quienes padecen diabetes, ya que podría provocar lesiones o falta de estabilidad.
El experto insiste en que la adaptación debe ser progresiva, pues pasar de un calzado convencional a uno minimalista sin preparación puede generar molestias o desequilibrios. “Reducir la altura del talón tiene efectos positivos, pero solo si el cuerpo se adapta de forma gradual”, señala Espinosa. En cuanto a las afirmaciones sobre la supuesta capacidad del barefoot para corregir dolores articulares, aclara que los resultados varían entre personas y que no existen evidencias científicas concluyentes que lo confirmen.
A pesar del crecimiento del mercado y del entusiasmo de algunos usuarios, el podólogo recomienda prudencia y supervisión profesional antes de incorporarlo al día a día. Reconoce, eso sí, un aspecto favorable en el ámbito infantil: “favorece el desarrollo natural del pie y permite mayor libertad de movimiento”. Aun así, precisa que los beneficios dependen del entorno: caminar sobre el asfalto o suelos planos no ofrece los mismos resultados que hacerlo en terrenos naturales. En definitiva, Espinosa concluye que el barefoot puede ser útil en ciertos contextos, pero no debe considerarse una solución universal ni milagrosa para los dolores de espalda, caderas o postura.
El calzado barefoot se ha convertido en una tendencia cada vez más popular entre quienes buscan una forma más natural de caminar. Su diseño, con suela fina y a veces con dedos separados, promete simular la sensación de ir descalzo y mejorar la postura corporal. Sin embargo, el podólogo Carles Espinosa, profesor de la Universitat de Barcelona, advierte que, aunque puede aportar algunos beneficios, “es cuestionable que elimine los dolores de espalda y de caderas” y subraya que no todas las personas deberían usarlo.