Sonia, española en Alemania: "Nos costó mucho encontrar un sitio bonito para vivir. El proceso fue largo y complicado"
En ocasiones, pueden surgir diferentes problemas a la hora de llevar a cabo trámites tan complejos como irnos a vivir fuera de nuestras fronteras, pese a que la experiencia final sea plena.
Sonia, española viviendo en Alemania, nos indica algunos de los contratiempos más frecuentes a la hora de irse a vivir a Alemania. (TikTok/@soniabin_)
Cada vez son más jóvenes los que dan el valiente paso de vivir en el extranjero. Ya sea para encontrar nuevas oportunidades laborales o para otorgarle un aire de frescura a nuestra vida, cambiar de lugar de residencia es una experiencia realmente enriquecedora, en el que el proceso de adaptación es clave para realizar una transición más natural y llevadera.
Uno de los elementos que se antojan más complicados en este tipo de situaciones es, sin duda, encontrar un hogar. Se trata de un trámite realmente complicado si tenemos en cuenta factores como el desconocimiento de la normativa vigente en dicho país, así como la barrera idiomática, siendo una muralla realmente difícil de flanquear en multitud de ocasiones de este estilo.
Cualquier ciudadano que se encuentre en este escenario puede recurrir a las redes sociales para aprender de los testimonios de otros usuarios que se han encontrado con el mismo panorama con anterioridad. En este sentido, si estamos interesados en desplazarnos hasta Alemania, podemos contar con una de las publicaciones en TikTok de Sonia, una española que reside en el país desde hace tiempo, que nos recomienda acudir a ciertos organismos para facilitar el proceso. “No me acuerdo donde fui, pero ayudan al inmigrante, es una asociación”, comenta la joven.
Contratiempos de irse a vivir a otro país
Sonia sigue compartiendo sus idas y venidas en Alemania. Aunque su caso particular podía ser complicado, teniendo en cuentala presencia de dosmascotas, encontraron un buen alojamiento sin demasiada dificultad. Sin embargo, uno de los mayores problemas surgió a la hora de establecer una convivencia pacífica con los vecinos.
“Día uno viviendo allí y una vecina saca una cámara de estas grandes, por la ventana de su baño y de su balcón. Mi novio, en plan, esta señora de qué va. Él nunca había vivido allí, el pobre. Está ella en el balcón, sentada con su cámara y le dice: ‘ven, ven, acércate’. Él pensó que le iba a decir algo. Se acerca, pisa el césped y empieza a echarle fotos y dice: ‘Que sepas que está prohibido pisar el césped’. Esa señora, cada vez que nos veía, nos odiaba”, cuenta la joven con cierta simpatía.
Los planes perfectos no existen. Sin embargo, no por ello debemos dejar de vivir experiencias que pueden cambiarnos la vida muy positivamente. De esta manera, podremos enriquecernos de gran manera como seres humanos sin perdernos circunstancias que nos puedan marcar profundamente para el resto de nuestras vidas.
Cada vez son más jóvenes los que dan el valiente paso de vivir en el extranjero. Ya sea para encontrar nuevas oportunidades laborales o para otorgarle un aire de frescura a nuestra vida, cambiar de lugar de residencia es una experiencia realmente enriquecedora, en el que el proceso de adaptación es clave para realizar una transición más natural y llevadera.