Magdalena Perelló, cardióloga: “El factor más determinante para una vida larga, feliz y saludable no es la genética ni el ejercicio”

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Llevar una vida plena no puede entenderse de ninguna manera sin una rutina mayormente saludable. En este sentido, no se trata únicamente de realizar ejercicio de manera regular y constante en complementación con una dieta basada en la variedad y el equilibrio. También requiere de evitar prácticas que puedan deteriorar nuestra salud de manera progresiva en el tiempo.

Al mencionar este último punto, serán muchos a los que se les venga a la cabeza rechazar hábitos como fumar tabaco o beber alcohol. Si bien estos propósitos son buenas maneras de proteger nuestro organismo, existe otra serie de gestos y elementos que pueden servirnos de escudo ante la aparición de afecciones de todo tipo, en el que se incluyen las cardiovasculares.

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Son varios los expertos en el ámbito de la salud que dan fe de esta afirmación, siendo prueba de ello una gran parte de los testimonios que comparten a través de sus redes sociales. Un ejemplo de ello es la cardióloga Magdalena Perelló, que ha dedicado una de sus últimas publicaciones en su perfil de Instagram a hablar de la importancia de las relaciones personales en el bienestar de cualquier persona.

La importancia de socializar

La profesional sanitaria habla sobre la relevancia de este factor a la hora de preservar nuestra integridad en el futuro. De esta manera, disfrutar de un entorno social realmente enriquecido supone un extra de salud para nuestro cuerpo. Y es que esta información ha sido contrastada gracias a numerosos análisis dedicados a dicho objetivo.

“Un estudio revolucionario de la Universidad de Harvard, que ha seguido a más de 700 personas durante 80 años, ha llegado a una conclusión tan impactante como sorprendente. El factor más determinante para una vida larga, feliz y saludable no es la genética ni el ejercicio, ni siquiera el dinero o el poder, sino la calidad de nuestras relaciones. Quienes tenían vínculos fuertes y satisfactorios no solo eran más felices, sino que también sufrían menos enfermedades cardíacas y vivían más”, comparte la cardióloga con sus seguidores.

Así que, si bien es importante cuidar nuestra salud física todo lo posible, no por ello debemos descuidar otros elementos de nuestra vida cotidiana como son nuestras relaciones sociales. Siendo estas sanas y de calidad, viviremos una vida más plena, duradera y saludable. Y es que somos una especie que requiere de vivir en sociedad para su subsistencia.