Vallés ha explicado en el pódcast 'Mami qué dices' que aquel encuentro se convirtió en una de las experiencias más significativas de toda su carrera en la aviación. "Siempre hablo de Begoña, porque la conocí en un vuelo cuando yo volaba el avión pequeño. Entró una niña con sus catorce añitos y enseguida la invité a la cabina", relató con emoción.
El piloto recuerda cómo, en tierra y con el avión aún parado, la joven comenzó a contarle su historia. Desde que nació padecía una patología en el corazón y viajaba con frecuencia a Madrid para someterse a operaciones de alto riesgo. A pesar de su corta edad, mostraba una madurez y una entereza que impresionaron profundamente a Vallés.
"Me dijo que iba de nuevo a someterse a una operación muy delicada. Ahí tienes la oportunidad de que ese vuelo sirviera para que Begoña pensara en cualquier cosa menos en lo que iba a hacer a Madrid", explicó.
El gesto de invitarla a la cabina no solo le permitió conocer cómo funcionaba un avión, sino también olvidarse por un momento del miedo que la acompañaba en cada desplazamiento. Para Vallés, esa sonrisa y aquella conexión humanamarcaron un antes y un después en su vida como piloto.
Hoy, al repasar su trayectoria, no duda en situar aquella anécdota como "lo más bonito" que le ha sucedido en el aire. Una historia que refleja cómo, más allá de los despegues y aterrizajes, los vuelos también pueden convertirse en un espacio donde nacen recuerdos imborrables.
Vallés ha explicado en el pódcast 'Mami qué dices' que aquel encuentro se convirtió en una de las experiencias más significativas de toda su carrera en la aviación. "Siempre hablo de Begoña, porque la conocí en un vuelo cuando yo volaba el avión pequeño. Entró una niña con sus catorce añitos y enseguida la invité a la cabina", relató con emoción.