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Sandra Ortonobes, divulgadora científica: "El estrés puede cambiar tu microbiota tanto como lo que comes y tanto o más que la genética"
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Eje intestino-cerebro

Sandra Ortonobes, divulgadora científica: "El estrés puede cambiar tu microbiota tanto como lo que comes y tanto o más que la genética"

La creadora explica cómo funciona el eje intestino-cerebro y los factores que favorecen un desequilibrio de tu microbiota

Foto: Sandra Ortonobes, divulgadora científica. (YouTube: La hiperactina)
Sandra Ortonobes, divulgadora científica. (YouTube: La hiperactina)

Sandra Ortonobes, divulgadora conocida como La Hiperactina, destaca la influencia del estrés sobre la microbiota intestinal y su diálogo con el cerebro. La creadora explica en su canal que el llamado eje microbiota-intestino-cerebro ayuda a entender cambios en el ánimo, la memoria y la ansiedad, con respaldo de estudios recientes.

“¿Y si te dijera que tu estado de ánimo, tu forma de reaccionar al estrés e incluso algunos trastornos mentales podrían estar influidos por las bacterias que tienes en el intestino? Suena a ciencia ficción, pero cada vez hay más estudios que apuntan justo a eso: que las bacterias de nuestra microbiota se comunican con el cerebro”, plantea la divulgadora al introducir el tema. Ortonobes recuerda que numerosas especies bacterianas producen compuestos como serotonina, dopamina o GABA, capaces de modular el estado de ánimo. También menciona el papel del butirato y de la vitamina K en la salud intestinal, así como la función de barrera frente a patógenos que ejerce una comunidad microbiana equilibrada.

El eje intestino-cerebro bajo la lupa

La autora insiste en que el intestino alberga millones de neuronas que coordinan la función digestiva y mantienen una comunicación bidireccional con el cerebro mediante vías nerviosas y hormonales. De esa interacción deriva la conocida reacción gastrointestinal ante situaciones de estrés o miedo.

La divulgadora cita investigaciones que vinculan síntomas digestivos tempranos con enfermedades neurológicas como el párkinson. En concreto, alude a un experimento de laboratorio en el que bacterias intestinales (Lactiplantibacillus plantarum) modificaron la actividad eléctrica y la expresión génica de neuronas de rata, evidencia de que la microbiota puede enviar “mensajes” directos a las neuronas y, por tanto, influir en procesos cerebrales.

Estrés, dieta y genética: el triángulo que moldea la microbiota

Sandra advierte sobre la disbiosis, un desequilibrio de la microbiota que aparece cuando se producen cambios bruscos en las bacterias intestinales. Este fenómeno se ha vinculado no solo a enfermedades digestivas como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn o el síndrome del intestino irritable, sino también a dolencias sistémicas como la diabetes tipo 2 o algunas alergias. Entre los factores que favorecen la disbiosis, se encuentra el uso de antibióticos sin criterio médico, dietas ricas en azúcares y grasas y pobres en fibra, así como el consumo de alcohol.

A estos factores se suma el estrés, que también puede alterar de forma significativa el equilibrio microbiano. Así, destaca un estudio publicado en enero de 2025 que revela que los episodios de estrés en personas sanas alteraron la microbiota “hasta en un 5%”, un nivel de cambio similar al provocado por la alimentación o el uso de probióticos. "Puede sonar poco, pero para que te hagas una idea: la alimentación y los probióticos suelen modificar entre un 5 y un 20%, mientras que la genética entre un 2 y un 8%", explica. Por eso advierte que “el estrés puede cambiar tu microbiota tanto como lo que comes y tanto o más que la genética”.

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Los investigadores observaron que aumentaron las bacterias de los géneros Escherichia y Shigella, relacionadas en otros trabajos con ansiedad y trastornos funcionales digestivos, mientras que solo los participantes sin estrés mostraron presencia de Slakia, productora de dihidroresveratrol, un compuesto con propiedades antioxidantes y anticancerígenas.

Sandra Ortonobes, divulgadora conocida como La Hiperactina, destaca la influencia del estrés sobre la microbiota intestinal y su diálogo con el cerebro. La creadora explica en su canal que el llamado eje microbiota-intestino-cerebro ayuda a entender cambios en el ánimo, la memoria y la ansiedad, con respaldo de estudios recientes.

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