Mario Alonso Puig, médico: "Todo ser humano si se lo propone puede ser escultor de su propio cerebro"

El médico y conferenciante Mario Alonso Puig vuelve a poner sobre la mesa uno de los temas que más interés despierta en la neurociencia moderna: la capacidad del cerebro humano para transformarse. En una reciente intervención, el especialista destacó que la mente no es algo estático ni predeterminado, sino un órgano que puede reentrenarse y regenerarse con constancia, ilusión y paciencia.

Según Puig, hasta hace no demasiado tiempo incluso en el ámbito médico se consideraba impensable que el entrenamiento mental pudiera modificar la estructura cerebral. “Ni siquiera cuando yo estudié medicina se creía que el entrenamiento mental pudiera tener un impacto a nivel de la citoarquitectura cerebral”, recuerda. Hoy, sin embargo, asegura que la neuroplasticidad ya no es una teoría, sino un hecho científico comprobado.

El experto señala que las personas capaces de mantener la ilusión, la determinación y la persistencia “generan nuevas neuronas a partir de células madre y nuevas conexiones”. Además, advierte de que el cerebro, a pesar de representar solo el 2% del peso corporal, consume alrededor del 20% de la energía total, lo que implica que “aquello que no se usa se pierde”. Por ello, insiste en la importancia de visualizar la mente como un músculo que necesita ejercitarse.

Puig también lamenta que, en una sociedad saturada de estímulos y distracciones, se esté perdiendo parte de la capacidad imaginativa. “La imaginación se trabaja igual que la concentración”, afirma. Para ilustrarlo, propone un sencillo experimento: “Tú le das un ladrillo a un adulto y te dice que sirve para construir una pared. Se lo das a un niño, y empieza a darte una lista de usos posibles”.

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M. Sabato

Esa creatividad natural, sostiene, disminuye drásticamente con los años. “Los estudios realizados en el Reino Unido, Estados Unidos e Italia demuestran que el 98% de los niños menores de cinco años superan una prueba de creatividad adaptada a su edad. Pero cuando esos mismos niños llegan a los 15 años, solo el 2% logra aprobarla”.