Guillermo Isasti, cardiólogo: "Dormir entre 7 y 8 horas de calidad cada noche protege frente a hipertensión, arritmias y otros problemas cardiovasculares"

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El pasado 29 de septiembre se celebraba el Día Mundial del Corazón, una iniciativa de la World Heart Federation que busca concienciar sobre la importancia de cuidar la salud cardiovascular. En una entrevista concedida a La Razón, el doctor Guillermo Isasti Aizpurua, cardiólogo y director médico del Hospital Quirónsalud de Huelva, subraya que “la salud del corazón depende en gran medida de nuestros hábitos diarios”. Según el especialista, gran parte de las enfermedades cardíacas se pueden evitar con medidas sencillas como alimentarse bien, mantenerse activo y dormir correctamente.

Los principales factores de riesgo siguen siendo la hipertensión, el colesterol elevado, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo. A ellos se suma un enemigo silencioso cada vez más presente: el estrés crónico y la falta de descanso adecuado. “Actúan de forma progresiva, sin dar síntomas al principio, pero van deteriorando las arterias y el corazón”, advierte Isasti. Por eso, insiste en la necesidad de detectar estos problemas a tiempo y adoptar rutinas saludables que ayuden a reducir el riesgo cardiovascular.

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El especialista resume sus recomendaciones en tres claves: moverse cada día, mantener una alimentación equilibrada y controlar el estrés. No hace falta un gran esfuerzo, basta con caminar media hora, evitar el tabaco y priorizar productos frescos. Isasti destaca los beneficios de la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, pescado y aceite de oliva, y desmonta un mito habitual: “Ninguna cantidad de alcohol es saludable. El vino tinto no protege el corazón y su consumo aumenta el riesgo de arritmias y enfermedades cardiovasculares”.

Para el cardiólogo, el ejercicio físico y el descanso nocturno son pilares inseparables de la prevención. “Dormir entre 7 y 8 horas de calidad cada noche protege frente a hipertensión, arritmias y otros problemas cardiovasculares”, señala. Un sueño reparador permite que el corazón se recupere y funcione sin sobrecarga. Isasti recuerda que cuidar del corazión no requiere grandes sacrificios, sino constancia y compromiso con hábitos sencillos que, mantenidos en el tiempo, mejoran la calidad de vida y ayudan a prevenir enfermedades.