El nuevo informe Faros del Hospital Sant Joan de Déu subraya la importancia de establecer un vínculo emocional seguro entre padres e hijos desde la primera infancia. Según la psiquiatra Ester Camprodon, este lazo es esencial para el desarrollo cerebral y la estabilidad emocional del menor. La especialista destaca que escuchar, validar y acompañar las emociones del niño “debe ir siempre unido a la presencia y disponibilidad del adulto”. Una crianza basada en la disciplina positiva favorece la confianza y el bienestar mental a largo plazo.
Camprodon, adjunta a la Dirección Médica del Hospital Sant Joan de Déu, explica que “esto fortalece la relación, genera confianza y mejora la autoestima”. Además, asegura que “en aquellos niños que han tenido un vínculo sano, disminuyen los problemas de salud mental”. El informe advierte de que seis de cada diez adolescentes muestran signos de malestar emocional, por lo que recomienda reforzar los vínculos afectivos, fomentar la autonomía y acompañar con empatía para reducir el riesgo de trastornos psicológicos en la adolescencia.
Durante la presentación del estudio, la psiquiatra insistió en la necesidad de diferenciar entre los trastornos mentales y las dificultades propias de la gestión emocional. En su opinión, es clave que los jóvenes aprendan a tolerar la frustración, asumir errores y construir su autoestima a partir del aprendizaje. Para ello, recomienda un modelo de educación equilibrado: “Debe ser respetuoso y firme, evitando tanto la sobreprotección como el exceso de presión”. Este enfoque, afirma, favorece la resiliencia y la capacidad para afrontar los desafíos cotidianos.
Finalmente, Camprodon recuerda que los niños “aprenden más de lo que hacemos que de lo que decimos”, por lo que los adultos deben cuidar también su propio bienestar emocional. El informe Faros apunta, además, a la relevancia del entorno físico y el contacto con la naturaleza como factores de desarrollo saludable. Crear espacios que favorezcan el bienestar, tanto en casa como en la escuela, es esencial. “Los adultos debemos ser el ejemplo”, concluye la psiquiatra, destacando que una infancia con vínculos sólidos contribuye a una sociedad emocionalmente más equilibrada.
El nuevo informe Faros del Hospital Sant Joan de Déu subraya la importancia de establecer un vínculo emocional seguro entre padres e hijos desde la primera infancia. Según la psiquiatra Ester Camprodon, este lazo es esencial para el desarrollo cerebral y la estabilidad emocional del menor. La especialista destaca que escuchar, validar y acompañar las emociones del niño “debe ir siempre unido a la presencia y disponibilidad del adulto”. Una crianza basada en la disciplina positiva favorece la confianza y el bienestar mental a largo plazo.